La Secretaría de Estado de Comercio busca fórmulas para que las empresas españolas vendan más a Portugal. Para ello, encargó un estudio que analizase las relaciones comerciales entre España y Portugal, así como sus fortalezas y debilidades y que buscase los ámbitos donde se pudieran aprovechar sinergias para “promover la cooperación entre ambos países para reforzar sus vínculos comerciales e impulsar una estrategia conjunta de internacionalización hacia otros mercados”. No obstante, la adjudicación de este contrato ha quedado desierta.

Fuentes de la Secretaría de Estado comentan a El Independiente que se está valorando si volver a lanzar el contrato para el que solo se recibió una oferta. Con una cuantía de 65.214 euros, el contrato iba a estar vigente hasta noviembre de 2026, pero la única empresa que se presentó a la licitación quedó excluida, según consta en la Plataforma de Contratación del Estado.

“Este objetivo de observar y estudiar la internacionalización de España y Portugal no desarrolla su potencial si se lleva a cabo de forma puntual, necesita continuidad en el tiempo, por lo que la Secretaría de Estado de Comercio considera de gran interés encargar un estudio similar para cada uno de los años del próximo trienio, que pueda ser presentado en un acto institucional conjunto entre España y Portugal durante el primer semestre de cada ejercicio”, rezaba la memoria justificativa que acompaña la licitación.

“El objetivo final del estudio es identificar oportunidades para la mejora de la intervención pública en el ámbito del apoyo a la internacionalización de las empresas españolas, incluyendo la identificación de oportunidades para reforzar la colaboración entre empresas y entre autoridades españolas y portuguesas, tanto en lo que se refiere al comercio de bienes y servicios como a las inversiones directas. Ambos países tienen mucho que ganar de una cooperación más intensa que la conseguida hasta ahora entre sus economías y sus empresas”, añaden.

Este informe buscaba complementar dos documentos encargados por el mismo departamento en 2020 y en 2022, elaborados por el Foro Hispano portugués y la Cátedra Global Nebrija Santander, el primero; y por la Universidad de Nebrija, el segundo, en los que se hacía referencia al impacto de la crisis del coronavirus en el comercio bilateral de ambos países.

Ahora, la Secretaría de Estado buscaba identificar aquellas áreas en las que las empresas exportadoras al país luso necesiten de más apoyo financiero del ámbito público, después de dibujar el escenario en el que se encuentran las relaciones comerciales en la recuperación económica de ambos países. Precisamente, en un momento en el que las exportaciones a Portugal están estancadas.

Menor crecimiento de las exportaciones

En enero de este año, España exportó a Portugal bienes por valor de 2.548 millones de euros, un 3% más que en el mismo mes del año pasado. Sin embargo, el crecimiento está muy por debajo del experimentado en enero de 2023, cuando fue del 12%, con respecto al primer mes de 2022.

Si se observan los datos anuales, las exportaciones hacia Portugal cayeron un 0,8% en 2023, con respecto a 2022. “Este hecho se debe fundamentalmente al mal comportamiento del sector de Productos Energéticos (-35,3%) y Semimanufacturas no químicas (-10,1%). Destacar que estas caídas en estos sectores vienen dadas por la alta demanda de estos sectores en 2022 que presentaron grandes aumentos”, explican fuentes de la Secretaría de Estado. “Asimismo, hay sectores que han compensado estas caídas como el sector del Automóvil (+28,5%) o la Alimentación , bebidas y tabaco (+14,1%) que han sido muy dinámicos en 2023”, añaden.

Según los datos del ICEX, la cifra de empresas españolas en Portugal también se ha reducido en los últimos años. Si en 2021 había 1.623 empresas en el país vecino, a fecha de agosto de 2023, el número de compañías había menguado hasta las 1.283.