“Estamos con los ojos puestos en todo lo que suceda dentro de Naturgy”. Así de contundentes se muestran desde Moncloa en relación al nuevo giro que ha surgido dentro del capital social de una de las principales empresas energéticas de España. Desde el pasado viernes, el mercado venía anticipando nuevos movimientos en el accionariado de la compañía dirigida por Francisco Reynés y se han confirmado este martes por parte de su principal accionista, CriteriaCaixa.

En concreto, el holding español aseguró que mantiene “conversaciones preliminares con un potencial grupo" y que está “en contacto con algunos de los accionistas de referencia de Naturgy e interesado en alcanzar un potencial acuerdo de socios con Criteria". Si bien no ha trascendido el nombre de ese grupo, fuentes del mercado apuntan a que la procedencia del fondo es de Emiratos Árabes Unidos (EAU).

Los fondos emiratíes no serían nuevos en el accionariado de compañías energéticas españolas, en el caso de completarse la operación. Mubadala, el fondo soberano de EAU controla alrededor del 62% de Cepsa y también cuenta con participación en Enagás. Adia, el fondo soberano de Abu Dhabi -uno de los emiratos que conforman el país- ha invertido recientemente en un porfolio de hoteles españoles.

Como indican fuentes gubernamentales, los movimientos empresariales y accionariales en Naturgy son conocidos por Moncloa. El rumbo del negocio y de los movimientos en el capital social son de "gran interés" para el Gobierno por la posición "estratégica" que tiene la compañía, sentencian los informantes.

No obstante, desde el Ministerio de Economía subrayan que las conversaciones son "informales" y descartan hacer comentarios sobre operaciones que afectan a "sociedades cotizadas" y de carácter estratégico.

Pese al silencio del departamento que dirige Carlos Cuerpo, el Gobierno ya tiene encima de la mesa la posibilidad de irrumpir en el accionariado de Naturgy, según confirman fuentes de Moncloa. “Naturgy es una empresa estratégica, no solo por las infraestructuras que tiene dentro del sistema gasístico español, también por los acuerdos internacionales que tiene para la compra de gas”, apuntan las mismas voces en conversación con El Independiente.

Voces autorizadas de Moncloa remarcan que la posible entrada en Naturgy se antoja casi indispensable si se tiene en cuenta la postura que ha adoptado el Gobierno con Telefónica, que ya es propietaria del 5%. “Si la operadora de Telefónica es estratégica, la empresa gasista tiene una gran importancia para el Estado”, indican las fuentes consultadas por este periódico.

No obstante, la adquisición de un paquete accionarial por parte del Estado deberá pasar por un proceso burocrático y de tiempos del mercado. Primero, la SEPI (o cualquier otro inversor público que quiera adquirir un porcentaje de Naturgy) deberá esperar a que uno de los principales accionistas suelte su paquete.

El escaso free float (acciones en circulación en el mercado) es apenas existente y se queda en un raquítico 12%, lo que dificultará el desembarco en la gasista como sí lo ha podido hacer en Telefónica. En términos legales, como explican fuentes del mercado a este periódico, el Gobierno deberá consultar si es legal o no poder irrumpir en el accionariado de la energética debido a los acuerdos comerciales que ostenta la empresa con otros países (Argelia o Rusia).

Movimientos accionariales

Las negociaciones sobre Naturgy han arrancado después de que haya varios fondos de inversión, dueños de un gran porcentaje de la compañía, que quieran abandonar el accionariado. Cabe recordar que más del 87% del capital de la gasista está en manos de sus accionistas significativos, donde destacan Criteria, que cuenta con un 26,7%, tres fondos de inversión extranjeros --CVC, con el 20,7%; GIP (en vías de ser absorbido por el gigante BlackRock), con el 20,6%; e IFM, con el 15%-- y la estatal argelina Sonatrach (4,1%), algo que le repercute negativamente a la hora de buscar nuevos socios accionistas.

GIP y CVC son los fondos que están dispuestos a desinvertir en la gasista, y la razón que ha empujado a CriteriaCaixa a buscar “socios estables y estratégicos a largo plazo” para la compañía, según revelan fuentes del brazo inversor de La Caixa. Las dos sociedades anteriormente citadas son dueñas de casi el 40%.

BlackRock adquirió todo el negocio mundial de GIP y considera que mantener una posición tan elevada en Naturgy (un 20%) es demasiado arriesgada y prevé disminuir su capital en la compañía. Este movimiento ha sido el detonante para que Criteria haya lanzado la caña a inversores extranjeros para que compren parte de las acciones puestas en venta del fondo de inversión, si bien es previsible que mantenga una posición en torno al 10%.

Fue precisamente la operación de BlackRock la que hizo al Gobierno de Pedro Sánchez ponerse en guardia. El Ejecutivo analizó el movimiento del fondo de inversión por el cambio de titularidad de las acciones y pidió explicaciones a la multinacional sobre los planes dentro de Naturgy. Antes, el Gobierno también se reunió con la cúpula de Naturgy para obtener más información sobre el Proyecto Géminis, un plan que pretendía partir en dos la gasista y crear una filial dedicada a gestionar las infraestructuras y redes y otra para obtener rendimientos de su actividad comercial.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, mostró su oposición a llevar a cabo el proyecto y así se lo hizo indicar a Reynés. “Creo que no es una operación que, en estos momentos, sea conveniente desde el punto de vista de la templanza, la estabilidad y las garantías para determinadas actividades reguladas, así como el aprovisionamiento en condiciones y precios razonables. Tampoco encaja con el cumplimiento de esos compromisos de reinversión y de distribución de beneficios”, dijo hace varias semanas en una entrevista.

A la ministra no solo le preocupaba BlackRock y el proyecto Géminis, también sigue muy de cerca la cotización de la acción de Naturgy, que este martes se ha revalorizado considerablemente tras los rumores de compra de títulos por parte del Gobierno y del fondo de Emiratos. “Seguimos muy de cerca el comportamiento en el Ibex 35”, señaló recientemente a Expansión Teresa Ribera.