El Gobierno de la Comunidad de Madrid planea aprobar una nueva deducción del IRPF dirigida a los extranjeros que decidan mudarse a la región y que, independientemente de cuándo entre en vigor, será de aplicación desde el 1 de enero de este año. La bautizada por los medios como Ley Mbappé permitirá que estos nuevos residentes podrán deducirse temporalmente un 20% de lo que inviertan en deuda pública o empresas de cualquier tipo, siempre y cuando no tengan su sede en paraísos fiscales.

Según el anteproyecto de ley que ayer terminó su trámite de audiencia e información pública, y que puede leerse aquí, el objetivo es incentivar la llegada de nuevos inversores, "favoreciendo la generación de empleo, la creación de nuevas empresas y el crecimiento de las que ya operan", reforzando así a la Comunidad "como centro de atracción de inversiones, empresas y talento". Cabe precisar que las nuevas deducciones no beneficiarán a los que inviertan en inmobiliario, pero sí a aquellos que lo hagan en empresas extranjeras y sin ningún tipo de relación con España, al menos en base al citado borrador.

"La idea es atraer nuevas inversiones y que vengan gente de fuera", aseguró la consejera de Economía, Hacienda y Empleo de la CAM, Rocío Albert López-Ibor, especificando que la inversión debía realizarse "en valores, deuda pública o acciones de empresas ya creadas o que se creen, pero no cabe la posibilidad para inmuebles".

Otro de los requisitos imprescindibles para beneficiarse de la deducción es mantener la inversión durante seis años, y no haber residido en Madrid durante los cinco años anteriores a la nueva mudanza a la capital -por lo que también podrán beneficiarse españoles que lleguen de fuera del país-. Si se cumplen las condiciones, el contribuyente podrá aplicarse la deducción en el año en el que realice la inversión y durante los cinco siguientes. No se prevé, por el momento, establecer un importe mínimo de inversión para poder ser beneficiario.

El Gobierno de Ayuso ya intentó sacar adelante la deducción la pasada legislatura, pero Vox se opuso. En esta ocasión, la mayoría absoluta del Partido Popular le permitirá aprobar la ley sin impedimentos. Pero primero deberá llevarla al Consejo de Gobierno, lo que tendrá lugar en las próximas semanas, y después iniciará su tramitación parlamentaria en la Asamblea. No está claro, por tanto, cuándo entrará en vigor, según fuentes de la Consejería de Economía, pero en cualquier caso la ley se aprobará con efectos retroactivos desde el 1 de enero de este año.

La medida permitirá que algunos contribuyentes dejen de pagar en su totalidad el IRPF autonómico, si invierten lo necesario para ello. A día de hoy, la cuota regional del impuesto es del 20,5% si se perciben más de 57.000 euros anuales. Pero aún tendrían que pagar la parte estatal del impuesto, cuyos tipos varían dependiendo de la renta del declarante. En el caso del futbolista del Paris Saint-Germain Kylian Mbappé, si finalmente el Real Madrid decidiese contar con él para la próxima temporada, dependiendo de sus nuevas inversiones podría pagar tan solo el tipo estatal del 24,5%, el que se aplica a quienes ganan más de 300.000 euros anuales.

Bajar la presión fiscal para aumentar la recaudación

"La Comunidad de Madrid, en el ámbito de sus competencias, lleva aplicando desde hace dos décadas una política fiscal y tributaria que rebaja la presión fiscal sobre los contribuyentes", defiende el anteproyecto de ley en su primera frase. El Gobierno regional afirma que esta política "genera mayor desarrollo y riqueza" y que es compatible con el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria". "En un contexto de fuerte competitividad internacional es importante mantener una posición protagonista en la captación de estos flujos monetarios y generar incentivos para seguir canalizando inversiones que impacten positivamente en la Comunidad de Madrid".

Sin embargo, en un informe reciente la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) calculó que las últimas rebajas del IRPF de las regiones del PP llevarán a que recauden más de 2.000 millones menos, y no más, en los próximos cuatro años. En su conjunto, estima el organismo que las “rebajas fiscales permanentes” provocarán una merma recaudatoria de una décima del producto interior bruto (PIB), pese a que estas regiones insisten en que rebajar los impuestos aumenta la recaudación.