BBVA sigue en su empeño de fusionarse con Banco Sabadell, por ser una oferta “buena” para accionistas, clientes, empleados y para España. Sin embargo, el rechazo del Sabadell ha hecho que BBVA tenga que sacar todas sus armas y este jueves haya lanzado una opa hostil. Carlos Torres, presidente de BBVA, ha asegurado que ya había trasladado previamente a su homólogo en Banco Sabadell, Josep Oliu, la intención de mandar una propuesta de fusión.

“Tuvimos una conversación previa en la que le trasladé que le iba a mandar una propuesta de fusión”, ha afirmado Torres durante la rueda de prensa celebrada con motivo del lanzamiento de la opa hostil. Sin embargo, ha lamentado que la filtración en prensa modificó la hoja de ruta, ya que el plan no era “haber ido tan rápido”. Según ha explicado el presidente de la entidad, la propuesta de integración la venían intentado desde hace un tiempo.

Torres ha desvelado que a mediados de abril tuvo un “encuentro presencial” con el presidente del Sabadell al que trasladó “el interés del BBVA por una fusión”. “Nos emplazamos a entregarle la propuesta el 30 de abril, pero una filtración impidió que el encuentro tuviera lugar y precipitó los acontecimientos”. Carlos Torres ha dejado claro que no tenían previsto estos tiempos para lanzar la oferta, por lo que no querían ser los protagonistas en plena campaña electoral de Cataluña.

“No contemplábamos una filtración a medios como hubo la semana pasada”, ha apuntado Torres. Una noticia que publicó Sky News y provocó que BBVA tuviera que confirmar su interés por Sabadell a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El presidente considera que de no haberse producido esta filtración estarían ahora negociando con el consejo de administración de Banco Sabadell. Y añade que esa filtración también ha provocado el rechazo de la entidad catalana, por lo que no han visto otra opción que la de proponer la oferta directamente a los accionistas. Pero ha querido dejar claro “que en ningún momento ha dejado de haber un carácter amigable”.

El presidente no ha descartado que si hubiera habido negociaciones previas sobre la oferta hubiera habido otro escenario. La situación ha hecho que hayan tenido que lanzar la propuesta a los accionistas, pero ha insistido en que “mantenemos el mismo espíritu amistoso con el consejo para conducirlo al mejor término posible”.

Sobre las condiciones de la propuesta, el presidente ha confirmado que “todo se mantiene” con respecto a la propuesta inicial, incluida la doble sede corporativa y el uso parcial de la marca Sabadell. Sin embargo, “no es el momento de hablar de gobernanza corporativa”, en alusión a la propuesta de dar una vicepresidencia y tres consejeros al banco catalán.

Preguntado sobre el rechazo de Sabadell, Torres ha señalado que “lo fácil habría sido abandonar el proyecto tras el rechazo, pero no es por lo que nos pagan, así que tenemos la responsabilidad de defender a los accionistas y presentarles a los del Sabadell la propuesta para que decidan”. Asimismo, ha mostrado su respeto a la decisión de la entidad catalana y ha matizado que “no es un plan B, sino honrar lo que veníamos haciendo”.

De hecho, durante la rueda de prensa, el presidente ha asegurado que han recibido interés por parte de accionistas de Banco Sabadell: “Ha habido inversores del Sabadell que han contactado con nosotros para una oferta como la que presentamos”. Algunos de ellos son “relevantes”, aunque su porcentaje de capital no se conocerá hasta el fin del periodo de aceptación".

Sobre las declaraciones del Gobierno en la que rechazan esta opa, Torres se ha mostrado optimista con que su opinión cambiará. “Confío en que el Gobierno apreciará las bondades de la operación”, ha afirmado Torres. El presidente del banco “respeta la opinión” del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que rechaza la opa. La operación “va a apoyar mucho más a la economía” porque se va a pagar "más impuestos y repartir más crédito”, ha dicho.

La opa requiere el visto bueno del BCE, la CNMV, la CNMC y las autoridades de competencia de Reino Unido. Permitiría al BBVA sumar más del 50% del capital del Sabadell, recibir dividendos y consolidar las cuentas, pero no hacer una fusión por absorción, que requeriría el visto bueno del Ministerio de Economía. “Respetamos la opinión expresada por el Gobierno y confiamos en que el Gobierno y el resto de autoridades acaben apreciando la operación”. El banco ya ha contactado con los supervisores como el BCE o el Banco de España.