Las empresas pequeñas y del sector de la hostelería son las que han tenido que soportar el mayor golpe económico de la pandemia. Así lo concluye un análisis del Banco de España publicado en pleno debate sobre qué medidas debería poner en marcha el Gobierno para salvar a las empresas más afectadas por la crisis, especialmente a las pymes que se dedican a esta actividad, y tras el anuncio de Pedro Sánchez de la puesta en marcha de un nuevo paquete de ayudas por unos 11.000 millones de euros.

No en vano, las empresas del sector de la hostelería vieron su facturación reducirse un 45% entre la primavera y el otoño de 2020, un golpe muy superior al que vivieron las compañías en su conjunto, que fue del 19%, de acuerdo con el análisis del Banco de España, que parte de una combinación entre los estados financieros de las empresas y una encuesta realizada a las empresas que colaboran con la Central de Balances del supervisor.

Por detrás de la hostelería, el sector que más vio caer su facturación en este periodo fue el de servicios administrativos (-16,8%), seguido del transporte (-16,3%), el comercio (-15,6%) y las manufacturas (-12,7%).

En todo caso, fueron las empresas más pequeñas, al estar más presentes en el sector de la hostelería, las que se llevaron el peor golpe. En el caso de las que tienen menos de diez empleados, su facturación cayó un 19%, impacto similar al sufrido por las compañías con entre diez y 49 trabajadores. Las empresas medianas y grandes, por su parte, redujeron sus ingresos un 12%.

Los hosteleros se llevaron también el mayor impacto de la crisis en relación con el empleo. De acuerdo con este análisis, el sector sufrió una caída del 35%, muy lejos de la siguiente actividad más afectada, los servicios administrativos, en los que el empleo se redujo casi un 12%.

De media, el empleo de las empresas de todos los sectores cayó un 8,6%, en torno a la mitad que la facturación. El Banco de España achaca esta diferente afectación al hecho de que esta crisis es percibida como un evento "predominantemente transitorio", de forma que las empresas han recurrido de forma generalizada al sistema de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

Un polémico plan de salvación

Este análisis llega en un momento clave para la salvación de las empresas más afectadas. El Gobierno trabaja en la puesta en marcha de un paquete de ayudas del que prácticamente lo único que se sabe es su dimensión: 11.000 millones de euros.

Aunque la presión al Ejecutivo por aprobar ayudas directas para las empresas es cada vez mayor, el nuevo plan va a priorizar medidas como la recapitalización de compañías o las polémicas quitas de deuda, a las que la banca se opone frontalmente por el impacto que podrían tener sobre la competencia y la estabilidad financiera.

Con todo, la Vicepresidencia Económica sigue trabajando en los detalles, por lo que aún habrá que esperar unos días para conocer en qué consiste el plan y, sobre todo, qué consecuencias tendrá.