Cuando se habla de normalización, se hace referencia a establecer una serie de normas o reglas de calidad, en este caso, para empresas del sector industrial. Cabe destacar que no son de obligado cumplimiento pero, para aquellas pymes que se acojan a ellas, puede suponer más de una ventaja.

La finalidad de estas reglas es, por un lado, la de aumentar la competencia entre estas empresas y, por otro, la de reducir tanto costes de producción como de venta. También aumentar la calidad de los productos y servicios, así como garantizar la compatibilidad e interoperabilidad.

Esto supone beneficios para los consumidores, ya que les da seguridad y tranquilidad, pero también para las pymes, ya que supone beneficios económicos al permitir cierto ahorro pero, además, aumentar su posibilidad de ventas.

Debido a su labor en cuanto a la normalización, la Asociación Española de Normalización y la Entidad Nacional de Acreditación recibirán una subvención. En el caso de la primera la cuantía será de 1.139.910 euros, mientras que la segunda se beneficiará de 173.460 euros.

La Asociación Española de Normalización deberá invertir esta ayuda en el pago de cuotas a organismos de normalización (internacionales y regionales) y en sus Comités Técnicos. Estos deberán participar en la normalización internacional, idear propuestas para la elaboración de normas generales y dar apoyo a la labor de secretaría en los comités.

Por su parte, la Entidad Nacional de Acreditación, tendrá que hacer uso del dinero para tres labores distintas. Debe integrarse en la Infraestructura Europea de acreditación internacional u otros acuerdos multilaterales, así como llevar a cabo acciones de información y comunicación para tener actualizada la relación de servicios y agentes acreditados.

Además, tienen como misión mejorar los medios y procedimientos de trabajo mediante TIC para acortar tiempos y abaratar costes en los procesos de acreditación, así como el desarrollo, perfeccionamiento y apoyo a esquemas de este tipo de procesos.