Perseguir el "paraíso fiscal de Madrid". Esta es una de las condiciones que ha pactado ERC con Pedro Sánchez a cambio de su 'sí' a los Presupuestos Generales del Estado, un acuerdo que ya ha levantado ampollas en el Gobierno de la Comunidad de Madrid. En concreto, la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha criticado duramente que se utilice a Madrid como moneda de cambio para negociar las cuentas públicas, y ha advertido que se convertirá en "la peor pesadilla de quien intente tocar el bolsillo de los madrileños para pagar la corruptela del independentismo".

Así ha reaccionado Díaz Ayuso en una entrevista para Espejo Público al anuncio que hizo ayer Gabriel Rufián sobre la creación de un comité bilateral para desarrollar una reforma fiscal "justa y progresiva" en que se incluya el "fin del paraíso fiscal en Madrid" como base del preacuerdo entre ERC y Moncloa para los Presupuestos, una vez el Gobierno tiene ya prácticamente cerrados los apoyos tanto de Bildu como del PNV.

"Haré lo que haga falta" para defender tanto la "libertad fiscal como la libertad educativa", subrayaba Díaz Ayuso, quien ha reivindicado además que "el independentismo es un insulto a la democracia y a la igualdad que lo único que ha hecho ha sido empobrecer a Cataluña". "No le va a ir mejor a otras comunidades autónomas porque a Madrid le vaya peor", insistía. "Eso de que Madrid es un paraíso fiscal es una tomadura de pelo y una falta de respeto a todos los trabajadores madrileños", ha zanjado.

De nuevo, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha deslizado un duro reproche al Gobierno de Pedro Sánchez y a sus "socios", del que ha dicho que es el Ejecutivo más "totalitario de la democracia". En este punto se ha referido de nuevo no sólo al "ataque" contra Madrid, sino también a la última cesión de Moncloa con el independentismo catalán por la enmienda para suprimir el castellano como lengua vehicular, que ya está incluida en la polémica 'ley Celaá'.

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Madrid ha presentado este miércoles su propio plan de cara a la Navidad al margen del previsto por el Ministerio de Sanidad, que se debatirá en el seno del Consejo Interterritorial de Salud esta misma tarde. Entre las principales diferencias respecto al borrador del Gobierno, Ayuso insiste en ampliar el toque de queda media hora durante Nochebuena y Nochevieja, hasta las 1.30 horas -aunque ha reconocido que a ella lo hubira ampliado hasta las 2.00 horas de la madrugada- y que el límite en las reuniones sociales esté en 10 personas y no en seis, como propone el departamento dirigido por Salvador Illa.

"Ojalá lleguemos a un acuerdo", ha señalado la presidenta regional, que ha insistido en que la situación epidemiológica de Madrid permite "abrir un poco más" en los "días especiales", aunque sí ha insistido en "poner la vista en 2021" y en pedir "responsabilidad" a los madrileños también durante la Navidad.