El Banco Central Europeo (BCE) ha levantado parcialmente el veto a los dividendos de la banca que impuso en marzo tras la llegada de la pandemia, pero las condiciones de esta decisión dejan poco margen real de maniobra a las entidades españolas para poder remunerar al accionista.

El supervisor permite a los bancos pagar dividendo y hacer recompras de acciones, sí, pero les pone varias condiciones. El pago en efectivo, en todo caso, debe limitarse a un payout (porcentaje de beneficios que se destina al dividendo) del 15% o al equivalente a 20 puntos básicos de capital CET1 correspondiente al beneficio conjunto de 2019 y 2020. Solo podrán abonarlo los bancos «rentables" y con una "trayectoria de capital robusta» y únicamente tras negociarlo con el BCE. Respecto al ejercicio 2021, recomienda directamente no pagarlo.

Las entidades españolas suelen remunerar a sus accionistas con entre el 40% y el 50% de sus beneficios, por lo que reducir este reparto al 15% limita considerablemente la distribución. No obstante, lo peor para la banca no es ese umbral, sino el hecho de que se cuente con el beneficio de 2019 y 2020 para calcularlo.

De los seis grandes bancos del país hay cuatro que ya no podrían pagar dividendo con arreglo a esas nuevas condiciones de que el payout no supere el 15% del beneficio conjunto de los ejercicios 2019 y 2020. Se trata de BBVA, Bankinter, Bankia y Sabadell, que con la remuneración que abonaron con cargo a los resultados del año pasado ya superarían ese 15%, por lo que tendrían que esperar a pagar el dividendo de 2021 a finales del año, como explica a El Independiente la analista de Renta 4 Nuria Álvarez.

"Es una decisión descafeinada tirando a negativa porque levanta el veto pero limita el pago. Y el problema no es que limite al 15% el payout o a 20 puntos básicos el capital CET1 distribuible, sino que se debe calcular sobre el beneficio neto conjunto de 2019 y 2020. Es ahí donde viene el problema", añade la experta de Renta 4.

Con todo, la analista advierte de que el mensaje del BCE es un poco "confuso", pero, en todo caso, "negativo" para el sector porque provoca una caída de su rentabilidad por dividendo hasta el entorno del 1%.

De acuerdo con los cálculos de Bank of America, la rentabilidad por dividendo más alta sería la de BBVA, que se situaría en el entorno del 1,5%, por encima de las de CaixaBank, Bankinter y Santander, que caerían por debajo del 1%, y las de Bankia y Sabadell, que tocarían suelo.

Barclays, por su parte, estima que la rentabilidad por dividendo de Santander, BBVA, CaixaBank y Bankinter estaría en el 1% o por debajo, mientras que la de Sabadell se situaría en el 0,5% y la de Bankia cerca de cero. La del sector en la zona euro sería cercana al 1,5%, de acuerdo con las estimaciones de la casa británica.

Con todo, Álvarez valora que esta decisión del BCE es menos negativa que discriminar entre entidades en función de quién tiene mejor posición de capital, pues habría estigmatizado a las que no estuvieran en el grupo con derecho a pagar el dividendo. "La lectura positiva es que [la limitación] se extiende hasta septiembre de 2021, por lo que no afecta al dividendo con cargo a 2021", añade.

Pagar o no pagar

En este contexto, las opciones que les quedan a los bancos españoles son limitadas. La más sencilla es aplicar el consejo de "extrema prudencia" emitido por el supervisor el martes junto a las nuevas condiciones para el pago del dividendo en efectivo y evitar remunerar a los accionistas hasta el próximo 30 de septiembre de 2021.

Sin embargo, vistas las quejas de los bancos españoles en relación con las restricciones del BCE y sus intenciones de remunerar al accionista cabe esperar que intenten pagar dividendo en cuanto les sea posible. Santander siempre ha defendido su intención de abonar el dividendo cuando el BCE lo permitiera y, de hecho, informó ya del importe que tendría su próxima remuneración.

BBVA, por su parte, renunció a pagar cualquier tipo de dividendo en 2020 a pesar de su previsión de terminar el año en beneficio. Sabadell manifestó su voluntad de recuperar el dividendo cuando fuera posible, aunque fuera de forma prudente, mientras que Bankinter ha mostrado en varias ocasiones su oposición a estas restricciones del BCE.

Así, todos los grandes se encuentran en estos momentos estudiando la fórmula apropiada para llevar a cabo el compromiso con sus accionistas y desentrañar las órdenes del BCE, según explican varias fuentes financieras. Todos salvo Bankia, que se comprometió, al igual que CaixaBank, a no pagar dividendo hasta después de completarse la fusión, lo cual tendrá lugar, previsiblemente, en el primer trimestre del próximo año.

Si de todas formas quieren pagar dividendo, los bancos tienen varias alternativas para tener contentos a sus accionistas. Pueden abonar el dividendo con arreglo a las condiciones del BCE, es decir, con un payout máximo del 15% o bien remunerar a los accionistas a través de acciones en lugar de en efectivo en lo que sería una especie de scrip dividend pero sin la opción de cobrar en cash.

Esta alternativa, menos agradecida por los accionistas pero válida, en todo caso, solamente ha sido elegida, por el momento, por un banco, Santander, que abonó con títulos lo correspondiente a 0,1 euros por acción con cargo a los resultados de 2019.

En todo caso, según los expertos esta decisión no tendrá un gran impacto en Bolsa para los bancos, que "utilizan esta política de pago de dividendos como arma de fidelización del inversor", como explica Joaquín Robles, analista de XTB, que añade: "No esperamos una repercusión en Bolsa notable. Al final, a los inversores les interesa que la empresa sea lo más solvente posible".