Víctor llegó a Madrid el sábado por la tarde en el vuelo BA460 de British Airways. Llevaba su PCR negativa en el bolsillo, hecha el miércoles en un laboratorio de Londres. Su vuelo era uno de los 277 que aterrizaron en España desde el Reino Unido durante el fin de semana, en plena expansión de una nueva cepa del coronavirus que el Ejecutivo de Boris Johnson reconoce tener "fuera de control". Llegarán otros 102 este lunes, antes de que entren en vigor las restricciones anunciadas este mediodía por el Gobierno, que sólo permitirán la entrada de españoles y extranjeros con residencia en nuestro país. En algunos de esos vuelos puede haber positivos. Como Víctor: "Llegué el sábado de Londres con PCR negativa y hoy he dado positivo".

Sanidad dice que hasta el momento "no hay constancia" de la presencia de esta mutación en España, aunque sí se ha detectado ya en Holanda, Dinamarca, Italia e incluso en Australia. Y el ministro Salvador Illa defendió este mismo lunes, antes de la decisión de Moncloa, que hasta adoptar una posición común europea lo mejor era reforzar los controles sobre las PCR obligatorias con las que deben entrar los viajeros en España. A Víctor (no es su nombre real) no le sirvió de mucho.

"Para nada me lo han pedido", dice a El Independiente sobre su aterrizaje en Barajas. No todos tienen la misma experiencia. Otra pasajera del mismo vuelo contactada por este periódico sí pasó a su llegada los controles de temperatura, del código QR y de validez de la PCR antes de hacer escala hacia Asturias, su destino final. "De hecho la persona que me los pidió no veía la fecha y quería comprobar las 72 horas, así que tuve que hacer zoom en el documento y enseñarle ese apartado", precisa. Había usado Heathrow como escala de otro vuelo interno del Reino Unido, para los que las normativas, como en España, son más laxas.

Los controles sobre las pruebas realizadas en origen han sido ya generalizados durante este lunes en los aeropuertos españoles, según ha podido comprobar este medio. En las últimas semanas, muchas compañías también los han pedido en los aeropuertos de salida durante los embarques, aunque los controles de verificación en España no siempre alcanzaban a todos los pasajeros.

Voló sin síntomas

Con su PCR realizada el día 16, Víctor voló el 19 sin síntomas. Aterrizó sin síntomas. Se fue a dormir sin síntomas tras reencontrarse con su familia después de un año y amaneció con dolor de cabeza.

Hoy lunes, despertó con 38.2 de fiebre y se presentó en un hospital de Madrid para realizarse un test de antígenos. Positivo. Un laboratorio estudia ya si su caso se corresponde a la nueva cepa que castiga especialmente a Londres, donde esta variante del virus supone ya más del 60% de todos los casos detectados. Es más contagiosa que todas las conocidas hasta el momento, aunque todavía se investiga si la enfermedad que causa cursa más o menos grave.

Víctor relata que el avión en el que viajó iba lleno: "Ni un asiento libre". Es la tónica habitual. La mayoría vienen cargados de españoles como él que regresan al país para pasar la Navidad en familia, aunque ahora ese plan se ha truncado. Otros muchos van cargados también de turistas, especialmente a las Islas Canarias, que sólo este lunes recibirá 53 aviones desde territorio británico.

Su caso ejemplifica las grietas de un sistema basado en pedir una PCR con una antigüedad de 72 horas. Y da alas a las voces de la comunidad científica que piden sustituirlos por test de antígenos a la llegada a los aeropuertos de destino. España ha confiado de momento en su método, otros países han decidido cortar los vuelos y los trenes hacia el Reino Unido mientras se estudia el alcance de la situación. Otros, como Grecia y Portugal, también han introducido cuarentenas para quienes lleguen al país sin test y se lo realicen tras el aterrizaje.

"Yo no seré el único, eso seguro", cuenta este paciente mientras las 27 capitales de la Unión Europea se reúnen para tratar de dar una "respuesta común" a un problema al que ya han dado una respuesta unilateral las grandes potencias del continente. Holanda canceló las conexiones con el Reino Unido a las seis de la mañana del domingo, Bélgica poco más tarde. Les siguió Italia. "Como Gobierno debemos proteger a los italianos", dijo el ministro de Exteriores, Luigi di Maio. Después fueron cayendo en cascada Austria, Bulgaria, los países bálticos y Alemania. Francia incluso cerró el Eurotúnel.

España, junto a Portugal, que lo anunció el domingo a última hora, ha optado por mantener los vuelos con el Reino Unido, aunque sólo para españoles de vuelta a casa o extranjeros con residencia en nuestro país. Además, se reforzarán los fronteras con Gibraltar, donde ya se ha detectado al menos un caso de la cepa vinculada al virus.