El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado hoy que la destrucción de las 1.377 armas de ETA, y en menor medida del Grapo, llevado a cabo hoy en la Academia de la Guardia Civil de Valdemoro, en Madrid, supone "levantar acta de la derrota de ETA frente a la democracia española". Ha asegurado que la destrucción de las armas supone escenificar la "entrega de armas de quien acepta la derrota". Ha señalado que nunca antes tras el final y desaparición de una organización terrorista se escenificó "con rotundidad la destrucción de sus arsenales", por lo que hoy el Gobierno ha buscado hoy reforzar "la idea de la derrota de la banda terrorista ETA que reclaman las organizaciones de víctimas".

El acto, al que habían sido invitados todos los expresidentes del Gobierno no ha contado con la asistencia de ninguno de ellos, que combatieron en sus respectivos Ejecutivos la violencia de ETA. Ni Felipe González, que se encuentra en el extranjero, ni José Luis Rodríguez Zapatero han querido acompañar a Sánchez en este acto de destrucción de armas. Tampoco lo han hecho José María Aznar ni Mariano Rajoy, que excusaron su presencia hace días. Al mismo no han sido invitados los exministros de Interior. El presidente del Gobierno sí ha estado arropado por varios de sus ministros, como el titular de Interior, Fernando Grande Marlaska y la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Además de los miembros del Gobierno, en el patio del cuartel estaban presentes varias asociaciones de víctimas y miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de las policías autonómicas, Sánchez ha afirmado que a las numerosas víctimas provocadas por el terrorismo "no podemos recuperarlas" pero sí reparar en parte el daño que padecieron. Ha proclamado "bien alto" que queda "una tarea amplia por hacer" para "arrojar luz" sobre los numerosos crímenes de la banda terrorista aún sin esclarecer, "es una tarea de esclarecimiento, de reparación pendiente". Se ha comprometido en nombre del Ejecutivo "y de la sociedad" a seguir dando pasos en defensa de la memoria de esas víctimas.

Sánchez ha señalado que el dolor de las víctimas, "no sólo de las de ETA sino de todas las formas de terrorismo, el Daesh, los GAL o los grupos de ultraderecha" merecen el mismo respeto. Ha apuntado que la destrucción por parte de una apisonadora de las armas incautadas a ETA y al Grapo entre 1977 y 2005, y cuyo valor como elementos de prueba se considera agotado por la Audiencia Nacional, "dignifica la memoria de todas esas víctimas". Ha llamado a no olvidar y a recordar lo ocurrido como "un ejercicio de dignidad, humanidad y de justicia" además de como "un deber moral": "No podemos olvidar, no debemos olvidar. No podemos consentir que se difuminen los nombres de aquellas personas que perdieron su vida o que tuvieron que abandonar su casa para huir de la extorsión y de la violencia".

"Derrota de las balas frente a los votos"

Ha reconocido que el pasado "no se puede cambiar" pero sí asegurar que en el futuro la memoria de los sucedido se perpetúe y ejerza como un modo de "reparar el dolor" y fijar la memoria para las nuevas generaciones. El presidente del Gobierno ha tenido un recuerdo para quien fuera ministro del Interior y líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, "uno de los artífices de esta derrota del terrorismo" y a quien ha citado asegurando que ha sido "la derrota de las balas frente a los votos".

Ha agradecido la labor y colaboración con las autoridades francesas "uno de los mejores aliados" para lograr el final de ETA. Ha situado a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, a los jueces, a los partidos políticos, a la colaboración internacional y "sobre todo la concienciación ciudadana" como los verdaderos artífices de la derrota del terrorismo: "Los terroristas creyeron posible doblegar una sociedad mediante el miedo, mediante el terror, pero no contaron precisamente con la fuerza de la resistencia ciudadana, con la liberta, el ansia de libertad que tenía".

En el acto también ha intervenido el director del Centro Memorial del Terrorismo, Florencio Domínguez. Este centro ubicado en Vitoria albergara el material resultante de la destrucción llevada a cabo hoy y que será fundida. Con el material resultante está previsto que se construya un monumento que conmemore la derrota del terrorismo.

Entre quienes hoy no han asistido, los representantes del PP. Ni el actual presidente, Pablo Casado, ni los expresidentes Aznar y Rajoy han querido asistir pese a estar invitados. También han sido significativas las ausencias entre el colectivo de víctimas del terrorismo. Ni Covite ni Dignidad y Justicia han estado en Valdemoro. En el caso del Colectivo de Víctimas del País Vasco consideran que "no hay nada que celebrar" cuando alrededor de la mitad de los crímenes de ETA siguen sin autoría material conocida. En el caso de Dignidad y Justicia consideran que Sánchez sólo pretende blanquear su imagen tras sus acuerdos con la izquierda abertzale y el acercamiento de presos de la banda terrorista a cárceles vascas o próximas a Euskadi aprobados desde 2018.

Desde la AVT, que sí ha acudido al acto, se ha emitido un comunicado poco después en el que recriminaban al presidente del Gobierno que las armas destruidas eran las "empuñadas por los terroristas que acerca cada viernes al País Vasco y Navarra, los mismos terroristas que se niegan a colaborar para esclarecer los atentados sin resolver. Con esas armas asesinaron a nuestros familiares y nos destrozaron la vida". Le han recordado que sigue sin darles una explicación por estos acercamientos y le han recordado que no ha sido ETA quien ha entregado esas armas sino que "ha sido el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad el que ha hecho posible su destrucción".