Ignacio Cosidó, director general de la Policía cuando se llevó a cabo la denominada Operación Kitchen, ha asegurado este martes en el Congreso de los Diputados que no conocía el dispositivo que investiga la Audiencia Nacional y que "jamás" dio instrucciones al comisario José Manuel Villarejo "ni directa ni indirectamente" sobre éste ni sobre otros operativos.

Cosidó ha comparecido ante la comisión de investigación constituida en la Cámara Baja para depurar eventuales responsabilidades políticas por el uso de medios de Interior para robar presuntamente al ex tesorero del PP Luis Bárcenas documentación comprometedora para dirigentes del partido y que no llegara a la Justicia, que ya investigaba el caso Gürtel.

"Jamás he despachado con él, jamás he comido con él, jamás he hablado por teléfono con él, jamás he intercambiado ningún tipo de mensaje con él y jamás le he hecho llegar ninguna instrucción a través de terceras personas", ha mantenido el ex director general de la Policía a preguntas del diputado socialista David Serrada, que lo ha considerado una "pieza fundamental" en el dispositivo que investiga la Audiencia Nacional. El compareciente ha negado la existencia de una "estructura paralela" en el Ministerio del Interior, como ha mantenido el citado parlamentario.

De esta forma, Cosidó ha tratado de desmentir a Villarejo, quien lo implicó la pasada semana durante su comparecencia ante la comisión de investigación. "El señor Cosidó me dijo que éste era un tema muy importante, que el propio presidente del Gobierno tenía interés y que ya me daría instrucciones [Eugenio] Pino [entonces Director Adjunto Operativo] de lo que necesitamos que haga y tal", aseguró.

Tratando de marcar distancias, el compareciente ha dicho que Villarejo fue adscrito a la Dirección Adjunta Operativa antes de que él fuera nombrado director general -concretamente tras ascender a comisario en 2010- y que éste estaba a disposición de Eugenio Pino. "No tuve ningún tipo de contacto o relación con este señor", ha mantenido.

El confidente

Cosidó ha dicho que conocía que la Audiencia Nacional llevaba a cabo una investigación sobre Luis Bárcenas que se había encomendado a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), pero se ha apresurado a puntualizar que desconocía los detalles porque los agentes no estaban obligados a informar a la "línea jerárquica" sino al juez del caso y al fiscal.

En este contexto, Cosidó también ha negado que tuviera conocimiento de la captación de Sergio Ríos Esgueva -chófer de la familia Bárcenas Iglesias- como confidente policial para este operativo en contra de lo que Eugenio Pino ha mantenido en sede judicial. La instrucción ha permitido conocer que el conductor percibió 2.000 euros mensuales durante dos años de los fondos reservados del Ministerio del Interior por su colaboración.

Preguntado por el diputado de Voz José María Figaredo si se le facilitó al conductor del ex tesorero del PP el ingreso en la Policía como pago por los servicios, el compareciente ha dicho que los procesos de selección y formación en el Cuerpo Nacional son "muy garantistas" y ha mantenido su confianza en los mismos.

El ex director general de la Policía se ha mostrado convencido de que la instrucción que dirige el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón dará respuesta a todas las preguntas que los diputados se hacen sobre esta operación policial y ha llamado la atención sobre el riesgo de que se extraigan "conclusiones políticas" sobre la base de hechos que luego queden desvirtuados por la investigación judicial.

Cosidó insiste en que no conoció la operación que investiga la Audiencia Nacional y niega una "estructura paralela" en Interior

El ex director general de la Policía se ha mostrado convencido de que la instrucción que dirige el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón dará respuesta a todas las preguntas que los diputados se hacen sobre esta operación policial y ha llamado la atención sobre el riesgo de que se extraigan "conclusiones políticas" sobre la base de hechos que luego queden desvirtuados por la investigación judicial.

El diputado de ERC Gabriel Rufián no ha obtenido respuesta a su pregunta de por qué se destinaron 72 efectivos a espiar a Luis Bárcenas en plena amenaza terrorista. Sí ha admitido que ordenó una información reservada con fines disciplinarios contra el comisario Villarejo por sus negocios privados, si bien ha indicado que no actuó por recomendación del instructor del expediente.

Tampoco ha respondido Cosidó a las preguntas de los diputados del PNV Mikel Legarda y de Bildu Jon Iñarritu relativas al hecho de que en esta causa judicial estén imputados tanto el que fuera su subordinado Eugenio Pino como su superior, el ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez, limitándose a señalar que no iba a comentar decisiones judiciales.

Lo que sí ha explicado, a preguntas del parlamentario de Ciudadanos Edmundo Bal, ha sido la creación de una unidad especial en Asuntos Internos destinada a repasar operaciones que estuvieran atascadas siempre que no se realizaran nuevas diligencias que precisaran de una orden judicial. El ex director general de la Policía ha calificado este grupo de investigación de "especialmente delicado" y ha reconocido que en ella pudo estar el origen de la denominada "guerra de comisarios", si bien nunca recibió ninguna instrucción ni del ministro Jorge Fernández Díaz ni de Francisco Martínez sobre este particular.

"Por supuesto que he cometido errores pero siempre mantuve el principio de que la seguridad de los españoles debe realizarse con la ley y el estado de derecho, no hay posibilidad fuera de la ley y del estado de derecho", ha apostillado.