La IV Asamblea Ciudadana de Podemos culmina este domingo con la segura elección de Ione Belarra como nueva secretaria general en sustitución de Pablo Iglesias. Todo un acontecimiento en la corta historia de esta formación política que ha quemado etapas a velocidad de crucero y tiene graves síntomas de desgaste de los materiales. Pero a pesar del hito que supone esta cita, la jefa de delegación de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, no va a estar presente en el acto.

La vicepresidenta tercera y titular de Trabajo tiene una reunión el lunes en Luxemburgo de ministros encargados de empleo, asuntos sociales, sanidad y protección de los consumidores de todos los Estados miembros de la UE, EPSSCO, según la nomenclatura comunitaria. A esa cita también acuden los comisarios europeos competentes en cada una de las materias.

Díaz ha grabado un mensaje que se emitirá el domingo

Se trata pues, de una cumbre importante para Díaz. Se hablará en la misma de salarios mínimos, diálogo social y negociación colectiva, territorios en los que se mueve con solvencia. También sobre teletrabajo, impacto socioeconómico de la COVID-19 en la igualdad de género y estrategia para los Derechos de las Personas con discapacidad.

Díaz ha grabado un mensaje para que se emita el domingo durante la Asamblea morada, que tiene previsto culminar sus trabajos a mediodía con la presentación de los resultados de las primarias. Unas primarias que han enfrentado a la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 con otros dos candidatos que, salvo sorpresón, no tienen ninguna posibilidad de imponerse a la navarra.

La jornada de este domingo, que coincide con la manifestación en la Plaza de Colón contra los indultos a los condenados por el procés así como con las primarias andaluzas, que enfrentan a Susana Díaz con Juan Espadas, tenía un espacio reservado para las "intervenciones políticas del espacio confederal Unidas Podemos".

En su equipo aducen que se desplazará a Luxemburgo ya el domingo

Desde el Auditorio Paco de Lucía del municipio madrileño de Alcorcón y en un acto semipresencial están convocados dirigentes de Izquierda Unida y de En Comú Podem, entre otros. Yolanda Díaz, en quien Pablo Iglesias delegó la jefatura del sector morado del Gobierno, así como la vicepresidencia que les reservaba el pacto de coalición, era una presencia casi obligada. En su equipo aducen que se desplazará a Luxemburgo ya el domingo, lo que le impide ir en persona a un acto que se desarrolla por la mañana, y que, además, ha bajado algo su ritmo de trabajo tras su ingreso hospitalario el pasado 26 de mayo.

No deja de ser una ausencia muy significativa. Díaz no se cansa de decir que ella "no es de Podemos", partido con el que ha marcado distancias no pocas veces sin participar en sus estrategias de confrontación con el socio de gobierno. De hecho, protagoniza en exclusiva el nuevo formato de relaciones con el sector socialista del Ejecutivo tras eliminar las reuniones de "maitines" que provocaban "tensiones y enfrentamientos" internos. Ni siquiera ha querido confirmar si acepta la propuesta que le lanzara Iglesias el día de su dimisión tras la debacle madrileña del 4-M para encabezar la futura lista a las elecciones generales por Unidas Podemos.

La realidad es que en la izquierda a la izquierda del PSOE se están moviendo muchas cosas y el errejonismo, en compañía de otros, intenta una opa hostil al partido de Belarra para convertir a Díaz en su candidata. Ella, por su parte, parece dejarse querer por todos y no oculta su pretensión de ampliar la base de la izquierda, aunque fuentes de vicepresidencia tercera niegan que esté en ningún movimiento.

La propia Belarra, en su ponencia política, también apuesta por rescatar viejas alianzas, consciente de que Podemos se la juega en la próxima contienda electoral. Tal es así que no descarta abandonar el Gobierno para dedicarse de lleno a sus tareas como secretaria general del partido, un cargo que va a exigir de dedicación exclusiva si quiere forzar las malas expectativas de futuro.

Sin presencia tampoco de Pablo Iglesias

A la ausencia de Díaz en la IV Asamblea se suma la de Pablo Iglesias. Según reveló Europa Press, no se va a dejar ver por el cónclave de su partido ninguno de los dos días, ni el sábado ni el domingo, para no interferir en la marcha de los trabajos. Se ha apartado, al menos públicamente, de modo radical incluidas las redes sociales, instrumento esencial, junto al mediático, que explicaron en su momento el fulgurante ascenso de un partido que se juega, siete años después de constituirse, su futuro.