"El partido no ha establecido un pozo ideológico del que sacar agua en los últimos 20 años". El PP, con Pablo Casado a la cabeza, construye desde hace meses los cimientos de una Convención Nacional cuya "traca final" se celebrará finalmente los días 2 y 3 de octubre en la ciudad de Valencia, aunque en la formación ya avanzan que será un congreso "a la americana" con un total de siete días de duración y con presencia en todas las ciudades donde gobiernan. Los populares llevan meses trabajando en la gran cita, entendida a estas alturas no sólo como la primera puesta de largo de Pablo Casado desde que asumió las riendas del principal partido de la oposición en 2018, sino como un "punto de inflexión" en que se abordará el rearme ideológico de una dirección que aspira a ocupar el Palacio de la Moncloa más pronto que tarde.

El presidente de los populares ha tomado buena nota de lo sucedido en Madrid y promete reactivar la 'batalla de las ideas' de cara a la Convención Nacional de octubre, entendida por figuras como el ex presidente del Gobierno, José María Aznar; o la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, como la gran asignatura pendiente del PP de Pablo Casado. El rearme "ideológico" y "cultural" será el punto clave de la hoja de ruta con la que Génova pretende completar el mayor desafío que se planteó la nueva dirección desde sus primeros días al frente del partido: lograr la reunificación efectiva de la derecha y del centroderecha en torno a las siglas del Partido Popular y construir, en última instancia, una alternativa política lo suficientemente sólida y solvente como para gobernar España. Con Ciudadanos prácticamente finiquitado, sólo queda el reto de arrinconar a Vox. Y dar la guerra cultural "sin complejos", como sostienen algunos cargos del partido, es la clave para lograrlo.

"Nos vamos a meter en todos los charcos", avanzan fuentes solventes de la dirección del PP, que plantean como principal "objetivo" que, una vez finalizada la Convención Nacional, "la gente sepa cuál es la posición del PP" en temas como el feminismo, los populismos, el aborto o la maternidad subrogada. "Vamos a definir posicionamientos" que, aseguran, no se quedarán en una mesa redonda sin más, sino que se plasmarán sobre el papel mediante leyes y diversas iniciativas. "De octubre saldremos con una agenda muy marcada" y, sobre todo, "transversal", una de las palabras más repetidas en la cúpula del PP para hablar de todo lo que tiene que ver con la Convención.

Casado luchará por tanto contra la "indefinición" política, de cuyos riesgos ya le advertía José María Aznar hace unos meses, cuando ambos compartieron un acto para conmemorar el 25º aniversario de la victoria del PP en las generales de 1996. Entonces, los populares venía de una importante derrota en las urnas catalanas, y el ex presidente del Gobierno recomendó al actual mandatario del PP que no descuidase la "batalla de las ideas", porque "si se renuncia y se mete uno en el terreno de la indefinición, nunca se van a encontrar las recetas adecuadas".

En el mismo sentido se han expresado públicamente otros perfiles identificados con la línea 'dura' del PP, como Esperanza Aguirre e, incluso, Isabel Díaz Ayuso, cuyo éxito en Madrid se atribuye al hecho de haber sabido cómo "marcar agenda" a la izquierda. También lo ha repetido por activa y por pasiva la ex portavoz parlamentaria del PP, Cayetana Álvarez de Toledo. "Cuando no tienes miedo al qué dirán ni al qué te llamarán, te das cuenta de que tienes mucho más seguidores dispuestos no sólo a escucharte, sino a votarte", declaraba en una reciente entrevista para El Independiente.

El PP ha definido ya los cinco ejes ideológicos sobre los que versará la Convención Nacional de octubre: Nación; libertades individuales; Estado de Derecho, libre mercado y propiedad privada; e igualdad de oportunidades. El partido desplegará cinco debates por cada uno de los pilares anteriormente mencionados, por lo que en total se debatirá en un total de 25 mesas temáticas en diferentes ciudades de España durante cinco días, para poner el broche de oro el 2 y 3 de octubre en Valencia. Pero el PP ha querido incrementar el tamaño e impacto de su Convención, y en los meses que restan de aquí a otoño habilitará otros think tank que contarán con la presencia de hasta 500 "profesionales independientes", tanto nacionales como internacionales. Después de la cita de Valencia, el PP prevé extender otros cuatro meses la asamblea haciendo una gira por las diferentes provincias para "enriquecer las conclusiones" ideológicas a las que se lleguen en la asamblea con "la realidad" de cada rincón de España. "En total, un año cincelando con la sociedad la alternativa para España", subrayaba Casado este lunes.

Respecto a los invitados a la Convención, en el partido hablan de que la sociedad civil tendrá un papel protagonista, pero sobre todo se potenciará la imagen de que en el 'nuevo PP' "cabe todo el mundo". Por eso está en las intenciones de la dirección de Génova que en algunos de estos debates participen socialistas y diferentes plataformas de izquierda en las mesas que recojan temáticas como el "patriotismo" o la "unidad nacional", para las que también se quiere contar con expertos más próximos ideológicamente hablando a Vox que al PP, según trasladan en el partido. Por el momento, en la dirección evitan desvelar quiénes serán los invitados 'estrella' de las jornadas aunque, tal y como informó El Independiente, Génova busca la participación del ex presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que no estará presente en la Convención que también organiza Inés Arrimadas para el mes de julio.

El PP diluye el congreso del PSOE

La elección de la capital del Turia como escenario para la eclosión final de la Convención del PP no es casualidad. Con esta decisión, los populares evitan por un lado que Isabel Díaz Ayuso robe ningún protagonismo a Pablo Casado como podría haber sucedido si llega a celebrarse en Madrid pero, sobre todo, con este movimiento Génova da un espaldarazo definitivo al nuevo líder del PP valenciano, Carlos Mazón, que aspira a convertirse en candidato a la Generalitat para recuperar una de las plazas territoriales más importantes del PP.

Pablo Casado diluye también el protagonismo de Pedro Sánchez, que ya había escogido Valencia para celebrar el 40º congreso federal del PSOE en el mismo mes en que el PP desplegará su Convención. En el caso de los socialistas, que tienen pendiente la ratificación Sánchez como secretario general del PSOE, la asamblea se celebrará entre el 15 y el 17 de octubre. Sánchez llegará reforzado a una cita clave para su futuro político tras haber blindado su liderazgo derrotando a Susana Díaz en Andalucía, lo que supone tener a su disposición la federación más poderosa y numerosa del Partido Socialista.