El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha explicado por vez primera ante el máximo órgano entre congresos de su partido su decisión de indultar a los nueve presos del procés condenados con penas de prisión, a sabiendas, además, de que no iba a recibir críticas internas.

"La hoja de ruta está clara, vivimos juntos y decidimos juntos y la pandemia es un potente recordatorio de que en el mundo es interdependiente y la independencia es algo del siglo pasado. Creemos en la suma, no en la resta y la división. Sabemos el valor del primer paso porque somos la izquierda, somos el PSOE, somos un partido valiente. Conocemos y asumimos nuestras responsabilidades", ha dicho entre los aplausos de los suyos.

Sánchez ha arrancado su intervención con un recuerdo histórico, pero esta vez no sobre la Transición, sino más lejos en el tiempo. Se ha ido a 1948 desde "donde su doloroso exilio, Negrín enviaba dos cartas explicando su postura a favor de la inclusión de la España franquista en el Plan Marshall". Un ejemplo de "patriotismo de verdad, que antepone el bienestar de España ante cualquier otra consideración política". Y esta introducción le ha servido para destacar la "importancia de elevarse sobre el presente y mirar al futuro. Una forma digna y honesta de patriotismo, una actitud valiente para adoptar las medidas más valientes y más necesaria y una mirada profunda para abordar los cambios".

Conforme a la que ha venido siendo su estrategia desde que anunció que se indultaría a los presos del procés, ha dotado de épica tan controvertida decisión. Y es que el PSOE "siempre ha amado España y esa es la gran diferencia. Es un partido valiente, decidido, determinado en a convicción de estar cumpliendo con nuestro deber", ha dicho ante los suyos.

Confía Sánchez en que cambie el viento en la opinión pública respecto a los indultos

Varias veces ha hablado de valentía y de valientes, bien en la reconversión industrial, en la lucha contra ETA o en medidas sociales como el matrimonio igualitario. "Y no ha sido fácil ser valiente, determinado y tener coraje. Los otros hablaban de la ruptura de España, de conspiraciones judeo-masónicas, del fin de la familia y de la civilización..."en alusión al PP.

Confía Sánchez en que cambie el viento en la opinión pública respecto a los indultos "superando viejos prejuicios y confiar en la inteligencia y en la empatía de la ciudadanía para asumir los cambios propuestos". Sabemos, ha concedido en otro momento de su intervención que las medidas de gracia "no van a resolver por sí sola la crisis de convivencia de hace más de un década. De igual forma, los que se oponen reconocen que la cárcel no va a resolver la crisis de convivencia".

"Ahora debemos restaurarla, con quienes piensan diferente a través del diálogo y del respeto a l legalidad democrática". En definitiva, "los indultos son un contundente mensaje que la sociedad española envía al conjunto de la ciudadanía española".

De igual manera, el Gobierno autonómico catalán, "deberá contar con todos los catalanes, también con los no independentistas que lidera Salvador Illa. En democracia tenemos que escuchar cosas que no nos gustan, que nos incomoda, que no nos representan, pero los independentistas deberán escuchar nuestras convicciones, voluntad inequívoca" de construir un proyecto compartido.

Por otro lado ha reiterado el nuevo mantra respecto a que "tenemos la derecha más furibunda de la Unión Europea", que ha torpedeado los fondos europeos, que bloquea órganos como el CGPJ, que "insultan a los empresarios, a los sindicatos, a los obispos a todos los que no piensan como ellos" al tiempo que les ha acusado de espiar a los adversarios e intentar tapar "su vergonzosa corrupción". Además, PP y Vox, "son tal para cual" y ha vaticinado que Pablo Casado "lo va a pagar en las urnas" aunque los sondoes, hoy por hoy, digan otra cosa.

Ausencia de Page, Lambán y Fernández Vara

Pedro Sánchez ha reunido a su máximo órgano entre congresos, el Comité Federal, en plena polémica por los indultos y la hoja de ruta de su agenda catalana. En el mismo hotel madrileño donde el PP convocó su cónclave extraordinario de 2018 tras la dimisión de Mariano Rajoy y con carácter presencial por vez primera desde el estallido de la pandemia, ha demostrado de nuevo tener prietas las filas.

Los más destacados disidentes, esto es, los presidentes de los ejecutivos de Castilla -La Mancha y de Aragón, Emiliano García Page y Javier Lambán, respectivamente, se han ausentado por problemas de salud, por lo que la cita ha sido un paseo poco menos que triunfal para el líder socialista. Tampoco ha acudido el extremeño Guillermo Fernández Vara, aunque el modificó su inicial postura critica con la medida de gracia.

Entre los intervinientes que han apoyado a su jefe de filas a puerta cerrada están el valenciano Ximo Puig; la balear Francina Armengol; el asturiano Adrián Barbón o la vasca Idoia Mendía.

Tampoco le ha ido mal al nuevo líder del socialismo andaluz, Juan Espadas, cuya intervención en el Comité Federal también se ha dado en abierto a la prensa. Una especie de "puesta de largo" entre sus compañeros de partido para quien será el candidato a la Junta de Andalucía frente al popular Juan Manuel Moreno y a mediados de este mes secretario del PSOE-A en unas primarias a las que se presentará él solo. Sánchez ha querido tener un recordatorio a su "compañera" Susana Díaz tras haberla laminado.