La cuenta atrás ha comenzado en la Puerta del Sol para la aprobación de la primera ley de una anómala legislatura que acaba de arrancar en la Comunidad de Madrid. Este jueves está prevista la votación de una reforma legal para cambiar el sistema de elección de la cúpula de Telemadrid, por la que quedaría reducida la duración de los mandatos de seis a cuatro años. Entre otras cuestiones, la aprobación de la ley implica que en cuanto ésta entre en vigor se apartará de la dirección del ente público a José Pablo López, con el que el equipo de Díaz Ayuso no ha tenido una relación fácil desde que ésta se hizo con las riendas del Gobierno regional en 2019.

Si no hay giros de guion, todo apunta a que en el Pleno de este jueves la proposición de ley saldrá adelante después de que Vox y su líder en Madrid, Rocío Monasterio, hayan deslizado que su grupo parlamentario permanecerá en la abstención, con lo que evitan tanto alinearse junto a la izquierda -Más Madrid, PSOE y Podemos votarán en contra- como dar un 'sí' rotundo a una reforma cuyo contenido genera "serias dudas" en el seno de Vox. "Si vamos a convertir la televisión en un medio de propaganda del partido que gobierna, no lo podemos apoyar", manifestaba Monasterio hace unos días. No obstante, las críticas contra el uso "partidista" del que recela Vox que se hará de Telemadrid no han pesado lo suficiente como para asumir el desgaste que le produciría a la formación coincidir con las fuerzas de izquierda en una votación.

Fuentes de Vox aseguran además que, hasta la fecha, no han recibido noticias por parte del PP para negociar el contenido de la nueva norma por la que se regirá Radio Televisión Madrid. Ayuso sólo necesita la abstención de los 13 diputados de Vox para sacar adelante la citada proposición de ley, ya que sólo ella suma más escaños que las tres fuerzas de izquierda juntas -65 frente a 58-.

Se prevé que la de este jueves, cuando se celebrará el primer pleno de la XII Legislatura de la Asamblea de Madrid, sea una jornada tensa en la Cámara regional, en la que Ayuso se enfrentará a la primera sesión de control de su segundo mandato con las preguntas de Mónica García como líder de la oposición; de Hana Jalloul como nueva portavoz socialista; y de Carolina Alonso por la parte de Unidas Podemos. Posteriormente, se votará la proposición de ley del PP para reformar Telemadrid, que se tramitará por lectura única, es decir, sin debate parlamentario previo y sin que los grupos de la oposición puedan presentar enmiendas.

Ayuso ha decidido no perder ni un sólo minuto en el relevo de la cúpula del ente público que desde el PP justifican por las "serias disfuncionalidades" y "rigideces" en los procedimientos de la norma que aprobó el Gobierno de Cristina Cifuentes en 2015. Una vez la Asamblea haya dado luz verde a la proposición de ley, el Gabinete de la presidenta nombrará al nuevo gestor de Telemadrid y al resto del Consejo de Administración el próximo 14 de julio. Y en todo este procedimiento, según fuentes gubernamentales, no hay cabida para Vox, en el sentido de que cierran la puerta a que la formación de Rocío Monasterio pueda influir de modo alguno en la confección del nuevo equipo directivo de la radiotelevisión pública madrileña, como tampoco lo han hecho en la confección de la nueva normativa. "Es tarea exclusiva del Consejo de Gobierno", aseveran.

La parte espinosa llegará cuando haya que ratificar en la Asamblea de Madrid la propuesta del nuevo Consejo de Administración, tarea compleja a todas luces porque deberá contar con un respaldo de una mayoría de dos tercios. O lo que es lo mismo: el PP no sólo tendría que atraer a Vox hacia su propuesta, sino también a algunas de las fuerzas de izquierda que se han posicionado diametralmente en contra de Ayuso y de su intento de "controlar" la televisión autonómica. Estaríamos, por tanto, ante una vía muerta.

Pero esto no supone un problema para los planes de la presidenta madrileña, que pasan por sentar inmediatamente a un nuevo gestor al frente del ente público para que sustituya a José Pablo López, ya que con la nueva reforma su mandato habría caducado el pasado mes de enero, cuando cumplió cuatro años al frente de Telemadrid. La única 'pega', por llamarlo de algún modo, es que el nuevo administrador que designe el PP en Consejo de Gobierno llevará la etiqueta de 'provisional', es decir, que dirigirá Radio Televisión Madrid hasta que la Asamblea elija por consenso al nuevo director general, algo que no se prevé que ocurra en la presente legislatura.

Al margen de la limitación de la duración de los mandatos, que no serán renovables, otra modificación que contempla la nueva normativa es la modificación del sistema de elección de la nueva cúpula. Con la ley de 2015, cinco de los nueve puestos de la dirección eran designados por profesionales del gremio y los cuatro restantes por los grupos parlamentarios que en ese momento se sentasen en la Asamblea de Madrid. Ahora todos y cada uno de los nombramientos se realizarán por designación política. Por el momento, el Ejecutivo de Ayuso no ha entrado siquiera a valorar la "línea roja" que marcó Vox durante la sesión de investidura, y que pasa por el cierre de la cadena autonómica por el ingente gasto público que conlleva. Pero sí se ha abierto a recortes. "Con los 78 millones de euros anuales que se destinan [a Telemadrid], yo haría 20 colegios más todos los años (...). Hay comunidades que no tienen televisión autonómica", justificaba hace unos días el portavoz del Gobierno regional, Enrique Ossorio, cuando era preguntado, precisamente, por la propuesta de los de Rocío Monasterio.