La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, incorporará a la negociación presupuestaria con el PSOE a su director de gabinete, Josep Vendrell, que trabajará junto al secretario de Estado de Derechos Sociales y responsable del área económica de Podemos, Nacho Álvarez, según han confirmado a El Independiente fuentes del departamento de Díaz.

Álvarez pilotó la negociación con el Ministerio de Hacienda hace un año y en Unidas Podemos aseguran que la ministra de Trabajo "tiene toda la confianza en él". Pero aun así, ha decidido que uno de sus más estrechos colaboradores también esté en la delegación negociadora.

Resultó muy llamativo el papel que este martes jugó Vendrell durante la reunión del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos en la que Díaz anunció que esta misma semana comenzará la negociación presupuestaria con el ministerio de Hacienda para pasar, después, a los Grupos Parlamentarios con los que volver a ahormar la mayoría de la investidura, sin descartar más apoyos.

El director de gabinete tomó la palabra ante los parlamentarios para anunciar que las cuentas de 2022 "tendrán el sello de Unidas Podemos", no sólo en los ministerios que ocupan sino en el conjunto del Gobierno, al tiempo que destacó como mérito de los morados que las cuentas de este año salieran adelante con una mayoría "progresista y plurinacional", en alusión a partidos como el PNV y Bildu y muy especialmente ERC.

Las cuentas "tendrán el sello de Unidas Podemos", dice Vendrell

De este modo, Nacho Álvarez, persona de la más estrecha confianza de Pablo Iglesias y a que la ministra Ione Belarra confirmó en su puesto de secretario de Estado, pilotará la negociación, pero no la llevará en solitario. Díaz ha querido incorporar un contrapeso, a alguien de su entorno más inmediato. A fin de cuentas ni siquiera es militante de Podemos y a nadie se le escapa que no pocas veces mantiene posiciones encontradas con el partido que fundara Iglesias, tanto en las formas, como a veces en el fondo.

La vicepresidenta explicó ayer a sus parlamentarios las líneas maestras de las que serán la reivindicaciones del sector morado, incluidas algunas batallas que le enfrentan al equipo económico con una Nadia Calviño reforzada en su posición. Díaz apuesta por la "modernización de la estructura de ingresos fiscales en nuestro país. Hay que hablar de ingresos públicos porque hablamos de servicios públicos, de igualdad y de la vida de la gente. Quienes más tienen, más tienen que aportar a las arcas públicas", dijo a los suyos.

Tras establecer esta premisa, ha anunciado su intención de emprender una negociación presupuestaria destinada a poner en el centro la agenda social. "Tienen que ser unos Presupuestos -ha agregado- para aquella gente que no puede acceder a la vivienda en régimen de alquiler. Han de ser los Presupuestos de la igualdad, que tienen que permitir decir al final de esta legislatura que el Gobierno de coalición por fin completa un Estado del Bienestar demediado y maltratado", ha insistido Díaz.

Presupuestos de la igualdad y del bienestar

Junto a ella se sentaban otras dos ministras moradas, Ione Belarra e Irene Montero, además del presidente del Grupo Parlamentario, Pablo Echenique, que se mantiene en su puesto a pesar de la salida de Pablo Iglesias en el pasado mes de abril.

Hoy las tres ministras volverán a verse las caras en el pleno extraordinario del Congreso destinado a convalidar cuatro decretos-leyes. Ellas ya serán veteranas al lado de las nuevas incorporaciones, aunque resultará muy llamativa tanto la ausencia de Carmen Calvo, siempre sentada a la izquierda de su jefe de filas, así como de José Luis Ábalos. En todo caso, ambos conservan, al menos de momento, su acta de diputado por lo que, de acudir hoy al pleno, se les habrá tenido que buscar una nueva ubicación.

El Gobierno pretende convalidar en la Cámara Baja los reales decretos-leyes relativos a la rebaja del IVA de la factura eléctrica, el uso de mascarillas en el exterior, la reducción de la temporalidad en el empleo público y la adopción de medidas en el ámbito cultural y deportivo. El uso de las mascarillas en el exterior está siendo polémico y, de hecho, hay comunidades como la Balear, gobernada por el PSOE que quiere volver a su uso obligatorio. También ha discrepancias sobre los interinos. Hasta Unidas Podemos cree que se queda corto su propio decreto.