Unidas Podemos quiere arrancar cuando antes la negociación para los Presupuestos Generales del Estado de 2022, en los que la titular de Hacienda, María Jesús Montero, ha comenzado a trabajar, según fuentes de su departamento. Pero la también ministra portavoz no los tendrá que negociar sólo con los partidos de la llamada "mayoría de la investidura", esto es con PNV, ERC o Bildu, sino también con sus socios de Gobierno, tal y como hizo con los que están en vigor. Y los socios vienen con un listado muy exigente de peticiones.

La idea de Unidas Podemos es vincular las cuentas del año que viene con una serie de reformas que afectan por un lado a la llamada "agenda social" de la coalición y, por otro, al modelo laboral y fiscal de España. En puridad, algunas de las cuestiones sociales que pondrán sobre la mesa de Hacienda deberían haber quedado resueltas hace meses, como es el caso de la nueva ley de vivienda bloqueada por el control de los precios del alquiler.

Reforma laboral y fiscal, precios del alquiler y SMI

La vicepresidente tercera, Yolanda Díaz, aseguró ayer en RNE ser "optimista" respecto a la negociación presupuestaria y reiteró algunos de sus objetivos en los meses que quedan de aquí a finales de año. Uno, la reforma laboral, que quiere tener aprobada "antes del 31 de diciembre y los agentes sociales los saben". Otra cuestión no menor es la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que le enfrenta con el sector socialista del Gobierno.

A la reforma laboral y el Salario Mínimo se une la antes citada ley de la vivienda y la reforma del modelo fiscal. Sobre la primera, los socios de la coalición se comprometieron a tenerla lista en enero para pasar por el Consejo de Ministros y remitirla al Congreso de los Diputados en febrero. Pero en julio sigue encallada a pesar del gran paso que ha dado el ministro de Transportes y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, aceptando que los precios se puedan congelar tanto para los nuevos contratos como para las prórrogas en las zonas especialmente tensionadas.

Unidas Podemos insiste en que el contenido del acuerdo es poder forzar a una rebaja de precios, no sólo a una congelación o contención de los mismos "y eso sólo se puede bajar con el sistema de índices", afirman fuentes gubernamentales, de modo que no parecen dispuestos a dar su brazo a torcer. En ese sentido, los mismos medios apuntan a que es al PSOE "al que le está suponiendo un coste y deben moverse rápido. Los ciudadanos ya saben dónde estamos nosotros".

La reforma fiscal tiene sus propias complicaciones. Existe un comité de expertos nombrado por la ministra de Hacienda para "adecuar el sistema al siglo XXI", explicó Yolanda Díaz este lunes a RNE. Pero Podemos cree que los tiempos son demasiado lentos y que dichos expertos "deben acelerar un poco". Esa es la segunda gran reforma tras la laboral, y los morados no quieren esperar a 2022 para avanzar en uno de los compromisos centrales del pacto de coalición, una vez aparcado los "impuestos a los ricos".

Unidas Podemos está optimista tras desbloquearse la Ley Trans a su favor

El optimismo de los morados bebe del desbloqueo de la Ley Trans, tras meses de pulso entre la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y la titular de Igualdad, Irene Montero. Finalmente ha salido el texto que quería la ministra morada, en detrimento de Calvo, que durante esos meses parecía contar con el beneplácito del jefe del Ejecutivo y de un amplísimo sector de su partido. De hecho, el texto de la ley Trans no sólo contradice a Calvo, sino también a todos aquellos que firmaron el año pasado un argumentario interno en contra de la autodeterminación de género.

Además de Calvo, aquel documento tenía el respaldo de José Luis Ábalos en calidad de secretario de Organización; Santos Cerdán como secretario de Coordinación Territorial y Alfonso Rodríguez de Celis, secretario de Relaciones Institucionales del PSOE. Pero quizá tras el evidente fracaso de los postulados socialistas, Sánchez quiera ahora compensar a los suyos y no ceda en asuntos como el Salario Mínimo.

Unidas Podemos está deseando sentarse a la mesa con la ministra de Hacienda. Cree que se transmite la señal de que el Gobierno de coalición sigue funcionando bien a pesar de la salida de Pablo Iglesias del Ejecutivo. Está por ver ahora quién será el interlocutor del sector morado. El año pasado la tarea recayó en el secretario de Estado de Derechos Sociales y responsable de Economía de Podemos desde 2014, Nacho Álvarez, pero Díaz puede tener otra idea.