El sector morado del Gobierno no está dispuesto a esperar un ejercicio económico más para abordar la comprometida reforma fiscal sobre todo en lo que se refiere al impuesto de Sociedades. El año pasado el PSOE les pidió tiempo bajo el argumento de que en plena pandemia no era el momento de abordar esta cuestión. Más tarde Hacienda constituyó un comité de expertos para revisar toda la fiscalidad española, pero los socios del Ejecutivo quieren ir avanzando en algunas de las cuestiones, todo ello con el telón de fondo de las ayudas europeas post-Covid, de las que se van a ver muy beneficiadas, precisamente, las grandes empresas.

El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, es partidario de volver a aparcar esa reforma, pero no lo morados, que entienden que "no podemos estar tres años sin tocarla siendo un gobierno de coalición progresista y habiendo un sistema tan injusto como el que hay en nuestro país a la hora de colaborar con el Estado".

Presión de Nacho Álvarez

El secretario de Estado de Derechos Sociales y responsable del área económica de Podemos, Nacho Álvarez, "va a luchar por ello" en su interlocución con Hacienda, según insisten las fuentes gubernamentales consultadas. Ya el año pasado se sentó con la ministra María Jesús Montero, aunque, de momento, no hay calendario para negociar los Presupuestos Generales del Estado del año que viene.

Uno de los obstáculos para abordar de inmediato algunos de los aspectos de la comprometida reforma fiscal es la puesta en funcionamiento de una comisión de expertos. Este comité tiene hasta finales de febrero del año que viene para presentar sus propuestas, pero Podemos no quiere esperar.

En el sector morado aseguran tener "el máximo respeto a la comisión", pero creen que el actual escenario presupuestario , unido a los signos de recuperación económica, es ideal para empezar a abordar ciertas cuestiones que consideran evidentes, como los 6 puntos de diferencia de España con la media europea de reparto fiscal justo, "y eso no hay experto que te lo eche atrás".

En definitiva, creen que puede hacer caminos paralelos entre el trabajo de los expertos y la asunción de medidas con carácter inmediato. Cabe recordar que la OCDE ha instado a España a no anunciar la reforma fiscal hasta que la recuperación no esté bien encarrilada, pero también se ha acordado en el seno de este organismo reformar el sistema fiscal internacional para incluir un tipo mínimo del 15 por ciento en el impuesto de Sociedades a nivel mundial.

Y son esas grandes empresas las que se van a beneficiar en muy buena medida de los fondos europeos para la recuperación, por lo que pedirles, dicen las fuentes gubernamentales consultadas, un "pequeño esfuerzo hacia sus compatriotas" es lo mínimo.

PSOE y Podemos pactaron un tipo efectivo del 15 por ciento para las grandes corporaciones

El punto 10.2 del pacto entre el PSOE y Unidas Podemos establecía que el impuesto de sociedades "se reformará garantizando una tributación mínima del 15 por ciento de las grandes corporaciones, que se ampliaría hasta el 18 por ciento para las entidades financieras y empresas de hidrocarburos". Los morados llevan meses desmintiendo que su intención sea una subida generalizada de impuestos ni un hachazo fiscal, aunque el mismo texto del pacto apostaba por el incremento en dos puntos de los tipos impositivos sobre la base general para los contribuyentes que tengan rentas superiores a 130.000 euros y de cuatro para la parte que exceda de 300.000 euros.

No es la única medida que los socios de Gobierno proponen respeto a las empresas que están esperando las ayudas de los fondos europeos. Este miércoles el portavoz parlamentario de los morados, Pablo Echenique, anunció la presentación de una enmienda al real decreto ley de gestión de esos fondos para impedir que la empresas, sobre todo las grandes del Ibex 35, reciban estos recursos si presentan impagos por encima de los 60 días legales con pymes y autónomos que sean sus proveedores, informó Europa Press.

Altavoces de la nueva "patronal" de las pymes

La medida fue acordada con la que se considera la nueva "patronal" progresista de las pequeñas y medianas empresas, Conpymes, en cuya puesta de largo no sólo estuvo la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, sino incluso la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez. Esta organización dice defender "el capitalismo inclusivo frente al clientelar", además de un marco fiscal "que cumpla con el principio de progresividad".

Echenique ha defendido que con esta propuesta de vincular las ayudas con el pago a proveedores "no solamente se repara una incomprensible injusticia con el tejido de pymes y autónomos. Además pensamos que este requisito puede servir como aliciente para que las grandes empresas paguen lo que deben a nuestro tejido pequeño y mediano y eso suponga un importantísimo impulso a la recuperación económica y del empleo".