Tras cuatro meses de riguroso retiro, Pablo Iglesias ha regresado a escena como un elefante en una cacharrería. El otrora vicepresidente del Gobierno acumula desde hace días colaboraciones estelares en medios de comunicación, en una aparatosa vuelta a sus orígenes. Allá donde se siente más cómodo y donde, exprimiendo sus intervenciones contra el establishment, nació Podemos. Su reconciliación con el traje de tertuliano proyecta, sin embargo, sombras sobre el partido que fundó, cuando un nuevo liderazgo digiere aún su marcha y se prepara para un otoño caliente en su relación siempre insatisfecha con su socio de coalición.
Según ha podido saber El Independiente, en el seno de Podemos su retorno a los focos no solo no ha sido interpretado como una amenaza sino como un refuerzo de su mensaje. Es, al fin y al cabo, el creador de la criatura que cambió la política española reciente y ahora el mejor soldado para defender a la organización en un tiempo de debilidad, marcado por su imparable bajada en las encuestas. “Siempre resulta muy positivo tener un refuerzo comunicativo de la talla de Pablo al menos una vez por semana”, trasladan a este diario.
Quienes defienden la utilidad de Iglesias para el nuevo proyecto que desde junio encarnan Ione Belarra y Yolanda Díaz recuerdan que ambas siguen en total sintonía con el ex secretario general de los morados. Mantienen interlocución diaria con él e Iglesias sigue muy pendiente de la vida interna del partido. Su repentina avidez mediática, tras un período de frugalidad que abrió la arrolladora victoria de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones madrileñas del pasado mayo, despierta, no obstante, dudas entre los politólogos.
De repente Podemos tiene un tercer portavoz que, sin embargo, está fuera
Xavier Peytibi, consultor de comunicación política en Ideograma
“Más que perjudicar al partido, afecta a su directiva, especialmente a Díaz y Belarra, porque de repente tienen a un tercer portavoz que, sin embargo, está fuera por muy histórico que sea”, señala a El Independiente Xavier Peytibi, consultor de comunicación política en Ideograma. Los antecedentes de otros políticos retirados no dibujan un escenario muy halagüeño para Podemos. Felipe González y José María Aznar se terminaron convirtiendo en voces incómodas en sus respectivos partidos cuando abandonaron la primera línea. “Y cada vez que hablan sube el pan”, esboza gráficamente Peytibi.
Batería de colaboraciones mediáticas
El Iglesias del retorno mediático, liberado de coleta, engorda a diario su listado de colaboraciones. A la tertulia semanal que comparte con otros ex como Carmen Calvo y José Manuel García-Margallo en la Cadena SER, estrenada el lunes, ha sumado una columna en el digital Ctxt, su participación en otra tertulia radiofónica en la catalana RAC1 y desde este miércoles artículos periódicos en Gara y Ara, cabeceras de referencia para el independentismo vasco y catalán.
"Algunos supuestos defensores de la libertad de prensa enseñan su verdadero rostro cuando atacan a la prensa que no les gusta, sea madrileña, vasca o catalana. Frente a los defensores de la censura: libertad de expresión", argumentó Iglesias en su cuenta de Twitter, que volvió a registrar actividad a finales de agosto tras cerca de cuatro meses de mutismo.
Un ramillete cada vez más amplío de apariciones al que, de momento, le falta el brazo catódico. Fue precisamente en las televisiones donde Iglesias se curtió antes de dar el salto a la política y un preciado caladero. Estos días se halla en búsqueda de acomodo. En los mentideros circula desde hace meses un proyecto con Jaume Roures y su productora, Mediapro. Una aventura que podría compaginar con tertulias televisivas, un formato muy querido por Podemos porque les permite lanzar sus mensajes en directo y sin intermediarios.
Su fundador vuelve al ruedo, al menos mediático, en un otoño caliente. En Podemos son conscientes de que, en plena recuperación económica tras el cataclismo provocado por el coronavirus, se abre un curso político fundamental, decisivo de cara al próximo ciclo electoral y con una demoscopia que dibuja a una derecha en crecimiento, representada por la rentable reunificación emprendida por el Partido Popular.
Los sondeos recientes coinciden en un panorama marcado por la irrupción del PP como primera fuerza, en torno al 29% de los sufragios; seguido de PSOE (24-25 %); Vox (15%) y Unidas Podemos (10%). Respecto a los comicios de noviembre de 2019, los morados se habrían dejado por el camino tres puntos.
Unidas Podemos está decidido a no aceptar más desplantes del PSOE en el precio de la luz o la regulación del alquiler
Un nuevo año político en el que la dirección podemita está decidida a no aceptar más desplantes del PSOE y forzar el desbloqueo de asuntos vitales para sus bases como la bajada del precio de la luz; la regulación del precio de los alquileres en la ley de Vivienda o la reforma fiscal en la negociación de los próximos Presupuestos Generales, con los impuestos a fortunas y grandes empresas como objetivo.
Marcar la agenda morada
Desde su retahíla de tribunas mediáticas, Iglesias insistirá en algunas de esas asignaturas pendientes. Como ya ha hecho esta misma semana contra el “oligopolio eléctrico”. “Las grandes empresas han sido las mayores beneficiarias de los fondos europeos y las facturas de la luz son escandalosas”, deslizó en los micrófonos de la Cadena SER. “Un gobierno recibe presiones constantemente. Si no hay movimientos de la sociedad civil esto será mucho más difícil porque no basta que Unidas Podemos lo pida", agregó.
Sus llamadas a la movilización son, también, una constatación de las enormes limitaciones del socio pequeño del Gobierno y pueden volverse una fuente de frustración para el electorado que hoy lideran Belarra y Díaz. “El equilibrio va a ser complicado. Bien no le hará a Díaz. Evidentemente a Podemos le interesa el impacto mediático pero el de Iglesias no muestra al nuevo partido”, vaticina Peytibi. “En periodo electoral Iglesias puede ayudar pero ahora mismo su presencia no permite ver a Díaz como líder”, recalca.
En Podemos dicen estar tranquilos. Lo siguen considerando 'uno de los suyos'
En las filas de Podemos, sin embargo, dicen estar muy tranquilos con Iglesias y su regreso. Lo siguen considerando “uno de los suyos” y totalmente compenetrado con la estrategia morada, sin posibilidad de que sus palabras pongan en un brete a la nueva estructura que salió de la cuarta Asamblea Ciudadana. No les cabe duda de que en la lucha contra el sector socialista del Gobierno, a propósito de las discrepancias ya citadas, Iglesias siempre estará de su lado. Una fricción pública entre Iglesias y Díaz sería, sostiene el politólogo, “terrible” para la formación. “Díaz maneja muy bien también los tempos y la comunicación política. Por eso me extraña que ahora quede opacada por cualquier impacto semanal que tenga Pablo Iglesias”, alega.
Su ruidoso retorno ha sorprendido a muchos, confiados en que el Iglesias que abandonó el Consejo de Ministros para dar la batalla por Madrid y se quejaba de sobrexposición mediática optaría por un perfil más reposado y menos público, con empresas como su incorporación al grupo de investigación del centro Internet Interdisciplinary Institute (IN3), adscrito a la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), para estudiar precisamente la comunicación política en las redes sociales españolas.
En su estreno escrito, en las páginas de Ctxt, Iglesias abordó el futurible de un gobierno de PP y Vox, un escenario que considera cada vez más probable, ilustrado con una pistola empleada durante el nazismo. Un tema en clave electoral sin -he aquí la contradicción- elecciones en el horizonte. “¿Qué ha pasado en los últimos 10 años para que estemos en una situación tan peligrosa si la derecha vuelve junto con la ultraderecha al Consejo de Ministros? Ha pasado el independentismo catalán y Podemos. Esos dos actores hicieron saltar por los aires el sistema de partidos en España”, insistía a la vez que llamaba a “las izquierdas diferentes al PSOE en todo el Estado” a “aumentar su colaboración y compartir espacios de reflexión estratégica”.
Una exhortación que contrasta con la propia singladura de Podemos y las divisiones que acabaron debilitando el proyecto, con las tormentosas salidas de líderes como Íñigo Errejón o Teresa Rodríguez. “Habla como si aún fuera líder del Podemos que no estaba en el Gobierno. Pasa mucho con los ex de todos los partidos, que dan lecciones. No creo que Iglesias diga en algún momento que fracasó en algo. De hecho, lo que está haciendo ahora es como tutelar al partido desde fuera y decirle lo que tiene que hacer o de qué debe hablar. A partir de ahora, él va a marcar los temas importantes cada semana”, concluye. En el primer septiembre alejado de la arena política, el “tictac” de Iglesias suena ahora sobre su propio partido.
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