Un obstáculo menos en una semana bastante empinada para el Gobierno. El real decreto ley de respuesta a los aranceles de Donald Trump podrá ser convalidado el jueves por el Congreso, si es que no hay un viraje de ninguno de los socios de investidura y no hay sorpresas. Podemos confirmó este lunes que se abstendrá si no "se expropian las viviendas de los fondos buitre norteamericanos en España". Pero con esa abstención, en principio, bastaría, y ya sería indiferente la posición del PP, que no obstante volvió a ratificar su no al texto. El Ejecutivo salvaría por tanto su iniciativa, aunque por la mínima, con una votación muy ajustada. Al límite.

Ya la semana pasada la reunión entre el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el vicesecretario económico del PP, Juan Bravo, concluyó en fracaso, porque los conservadores pusieron por delante un giro en la política energética del Gobierno. Condicionaban su a la prórroga de la vida útil de las centrales nucleares. Su decisión dejaba el real decreto ley 4/2025, de medidas urgentes de respuesta a la amenaza arancelaria y de relanzamiento comercial, en manos de Podemos. Los morados tenían la llave. Y si rechazaban el texto, este decaería.

Podemos pone como condición para votar 'sí' que se expropie viviendas a los fondos buitre americanos. Pero no pone precio a su abstención

La formación de Ione Belarra no mantuvo el suspense hasta el final, hasta el mismo jueves. La propia exministra adelantó el sentido de voto de los cuatro diputados de Podemos en un hilo de X (antes Twitter). "El Gobierno de la guerra de Pedro Sánchez no puede hacer frente a la guerra comercial de Trump mientras cumple sus órdenes de aumento de gasto militar. Hablamos de 10.500 millones solo este año, que deberían ir a la seguridad energética, la sanidad o la vivienda. Al mismo tiempo, el Gobierno presenta un decreto de aranceles que no sirve para nada, que no será útil para proteger nuestro tejido productivo, ni a los trabajadores y trabajadoras. Al contrario, cumpliendo con el rearme que ordena Trump hacen a España más dependiente de EEUU".

Pero tras la crítica, Belarra anunció la abstención de su grupo: "Podemos solo apoyará el real decreto ley si se expropian las viviendas de los fondos buitre norteamericanos en España, para darle a Trump donde le duele —en su dinero— y empezar a resolver el problema real de nuestro país: la vivienda. Si no, este jueves nos abstendremos". Las dos últimas palabras eran la clave. La abstención que desbloqueará la convalidación del texto. La abstención que salvará al Ejecutivo de coalición el jueves.

Los números son fáciles de hacer. PSOE (120) y Sumar (27) contarían con los apoyos de ERC (7), Junts (7), Bildu (6), PNV (5), BNG (1) y Coalición Canaria (1). 174 votos a favor, y se podría añadir el del exministro José Luis Ábalos, desde hace más de un año en el Mixto, pero que apenas acude al Congreso. En el no, un frente máximo de PP (137), Vox (33) y Unión del Pueblo Navarro (1). Es decir, 174 respaldos (o 175) frente a 171 noes. Con la abstención de los cuatro parlamentarios de Podemos, por tanto, sería suficiente. Pero el margen es muy estrecho y cualquier ausencia, sorpresa o error puede ser fatal.

El Gobierno podría recabar 174 o 175 votos a favor, por los 171 noes de PP, Vox y UPN. Un margen muy estrecho, no obstante. Un terreno inseguro. Junts ya pactó con Cuerpo que se respetara el equilibrio territorial para la puesta a disposición de las ayudas

En esta ocasión, los posconvergentes no serían el escollo para el Ejecutivo. Cuerpo ya cerró con ellos, el mes pasado, la introducción de una disposición en el texto —la adicional segunda— para que la puesta a disposición a las empresas de los instrumentos financieros contemplados en él para combatir los aranceles se efectúe "con respeto al equilibrio territorial, sobre la base del porcentaje de las exportaciones de bienes con destino a EEUU de las empresas de cada comunidad autónoma respecto al total de España en 2024, con particular atención a aquellas comunidades que tengan una mayor exposición". El acuerdo permitió a Junts subrayar que el 25% del total de ayudas irían destinadas a Cataluña.

Economía ya dijo entonces que ese porcentaje sería aproximado, pero que no habría un "cupo arancelario". Simplemente se trataba de una cuestión de lógica: si las empresas españolas más expuestas a los recargos de Trump tienen su base en Cataluña, son ellas las que probablemente necesiten más líneas de ayudas. El ministerio siempre dejó claro, no obstante, que toda compañía que requiriera auxilio del Gobierno lo tendría, sin importar su procedencia. Sin embargo, fue ese pacto con la formación de Carles Puigdemont lo que sirvió de argumento para el PP para distanciarse del Ejecutivo, pese a que las negociaciones habían fluido en aquellos días, y aun después, entre el ministro y Bravo.

El titular de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, en rueda de prensa al término de la reunión del Consejo de Ministros del pasado 30 de abril de 2025, en la Moncloa. | EFE / MARISCAL

Desde Junts no adelantan el sentido del voto, pero tampoco han dado señales de querer dar marcha atrás. Por eso en el Gobierno se reconocen aliviados. Y, a la vez, prudentes. "Hasta que no pase la votación, no damos nada por hecho. Pero somos optimistas", señalan fuentes del Ejecutivo consultadas por este diario. La cautela se explica porque en votaciones de iniciativas que la coalición daba por ganadas previamente, como la de creación de la Agencia Estatal de Salud Pública, acabaron cayendo por factores ajenos. En ese caso, porque se cruzó la irritación de PP y Junts por el veto a sus enmiendas en otra ley que no tenía nada que ver, la de desperdicio alimentario, que también pasaba ese día por la Cámara baja.

Bravo, por su parte, confirmó el no este lunes en rueda de prensa en la sede de su partido: "Si el PSOE y el Gobierno no quieren aceptar las propuestas que le hacen desde el PP, que ya dijimos que no eran del PP sino que eran de los sectores, evidentemente no va a contar con el apoyo del PP y tendrá el voto negativo para ese real decreto ley", ratificó el dirigente. El conservador criticó que las medidas del decreto para combatir los aranceles consistan en "deuda, préstamo y avales", sin plantear "un plan". "El único plan que conocen es el plan del Partido Popular. Nosotros lo pusimos encima de la mesa, después de 23 días nos llamaron y el Gobierno decidió que nuestras propuestas no le parecían adecuadas", reprochó. Cuerpo siempre ha defendido que el texto que el jueves se convalida es una "primera capa" de la respuesta a la guerra comercial de Trump, cuyo despliegue se irá monitorizando para comprobar si hacen falta más medidas, que llegarían en futuros decretos.

Sánchez se reafirma en su apuesta por la transición energética de nuevo tras el apagón y no acepta la condición del PP de girar su política energética: es "mezclar cosas que nada tienen que ver"

A lo que el Ejecutivo no está dispuesto es a "mezclar churras con merinas", a combinar las medidas de protección a las empresas con cuestiones que no tienen "nada que ver", como el mantenimiento de las nucleares. Una política que, además, el Gobierno no comparte, como subrayó este mismo lunes el propio Sánchez, al confirmar su apuesta por las renovables. "Nuestro objetivo es reforzar un sistema eléctrico ya de por sí robusto, tal y como demostró su pronta recuperación —apuntaba en alusión al apagón del pasado 28 de abril—. Y lo haremos además atendiendo al interés general, no a ninguna agenda particular y reafirmando nuestra determinación de seguir avanzando en la imprescindible transición energética", sostuvo.

Durante su intervención en la apertura de la 40ª reunión del Cercle d'Economia, en Barcelona, el presidente instó a los grupos a que "no den la espalda a su país" y apoyen el decreto antiaranceles. Recordó que Cuerpo ha tendido puentes con los partidos para llegar a un acuerdo y que le gustaría lograr un acuerdo casi unánime. Pero enseguida se dirigió implícitamente al PP al advertir que no se pueden "mezclar cosas que nada tienen que ver con esta crisis arancelaria". Hablar ahora del mix energético es, para Sánchez, una "excusa", que "si algo visibiliza es la oposición destructiva que viene sufriendo España desde 2019 en cada una de las crisis que ha vivido, ya sea la pandemia, la dana o la crisis energética".

El llamamiento al PP ya no irá más allá, porque el texto, salvo imprevisto el jueves, estaría salvado. Pero el Gobierno no podrá respirar cien por cien aliviado hasta el final. Porque, en el mejor de los escenarios, los números son muy justos.