La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, participará presencialmente en la mesa de líderes autonómicos que la dirección nacional del PP fijó para el sábado 2 de octubre en Valencia, en el marco de los actos finales de la convención nacional del partido que arranca el próximo lunes 27 de septiembre en Santiago. "Estará", confirman fuentes autonómicas de la máxima confianza de la líder regional, que censuran, no obstante, que Génova aún no haya comunicado al gabinete de Ayuso detalles del acto, como a qué hora se organizará o qué temas se debatirán con los demás 'barones' del PP.

La presencia de Ayuso en la convención nacional del PP fue puesta en duda por ella misma, alegando la coincidencia del cónclave del partido con la gira de la presidenta madrileña por Estados Unidos, un viaje que inicia el próximo 25 de septiembre y que coincidía con los actos finales de la convención que Pablo Casado celebrará en la mítica plaza de toros de Valencia. Finalmente, fuentes de su entorno aseguran que Ayuso cancelará algunos actos y reuniones previstas para el próximo fin de semana en Estados Unidos para participar presencialmente en la convención nacional, en lo que entienden como un gesto de 'distensión' de la Puerta del Sol con la dirección de Génova tras la guerra interna desatada por el control del PP de Madrid.

Donde no estará presencialmente la presidenta madrileña es en el acto que el partido tiene previsto celebrar en Madrid el 29 de septiembre, en el marco de la gira que ha previsto el PP por varias ciudades españolas -dentro de las comunidades donde gobiernan- como previa a la celebración de los grandes actos del fin de semana en Valencia. En la capital estará Pablo Casado, donde se celebrará una mesa con debates en torno a la temática de 'Libertad y responsabilidad individual' con diferentes ponentes, en la que se abordarán cuestiones como el feminismo liberal, los populismos o el centroderecha en el siglo XXI. Ayuso seguirá en Estados Unidos, pero su equipo asegura que ya se ha puesto a disposición de Génova para participar de forma telemática. De momento, aseguran, no han recibido respuesta por parte de la dirección nacional a su petición.

Fuentes de la cúpula del PP calificaron de "bueno" que todos los presidentes autonómicos, sin excepción, participen en una convención que debe servir, insisten, para "relanzar" el proyecto de Pablo Casado. En su intención de taponar la polémica de la guerra Génova-Ayuso por el control del PP de Madrid, niegan la mayor sobre el hecho de que la presidenta madrileña pueda desviar el foco de Pablo Casado durante el gran cónclave del PP, que debía servir, en parte, para exhibir unidad interna y músculo electoral en un momento en que las encuestas siguen siendo favorables a los populares.

Gira americana

Según trasladan en su equipo, el viaje institucional de Isabel Díaz Ayuso a Estados Unidos tendrá como objetivo potenciar la región y convertir Madrid en un "referente económico, político y cultural" a nivel mundial. La presidenta madrileña se moverá entre Nueva York y Washington DC, donde prevé trasladar a los principales fondos de inversión americanos el impacto de sus políticas liberales en el desarrollo económico y social de la Comunidad de Madrid. Asimismo, están agendados diferentes encuentros de trabajo con el Banco Interamericano de Desarrollo; el Consejo de Asuntos Exteriores; o la Cámara de Comercio Hispana.

El acto más importante de su agenda tendrá lugar el próximo 30 de septiembre, día en que Ayuso mantendrá un encuentro con el Caucus Hispano del Congreso de Estados Unidos en el Capitolio, en el que destacará "el proyecto del español" para "atraer producción musical, audiovisual, cultural, educativa y turística" a Madrid. Con esta cita con las más altas esferas de la política estadounidense, Díaz Ayuso explota una vez más la proyección nacional de su liderazgo, circunstancia que sigue provocando fuertes recelos en Génova.

La batalla por Madrid

La tensión entre la dirección nacional y la regional ha llegado a su máxima cota en la última semana. Todo comenzó cuando Ayuso decidió abrir la 'caja de los truenos' de la presidencia del PP de Madrid sin previo aviso, oficializando su candidatura al órgano de gobierno del partido en la región sin contar con la opinión de Génova. En el entorno de Ayuso insisten en las "aspiraciones legítimas" de la presidenta al cargo, mientras que Casado no sólo evitaba respaldar a Ayuso, sino que abría la puerta a presentar una candidatura alternativa -sin descartar a José Luis Martínez-Almeida- para evitar perder el control de la organización madrileña, el gigante del poder territorial del PP.

El órdago continuó durante días. El malestar se instaló en Génova, donde recelan del hecho de que la presidenta madrileña haya planteado un pulso de tal envergadura en las semanas previas a la convención nacional, justo cuando más le interesaba al PP exhibir unidad. Por el momento no hay acuerdo. El equipo de Casado insiste en la tricefalia como salida más satisfactoria para ambas partes -un nombre "de consenso" pactado entre ambas direcciones-, pero Ayuso no se ha movido un ápice de su pretensión de presidir el partido en Madrid, como sucede con el resto de presidentes autonómicos del PP.

Con todo, en ambas partes se pide un 'alto el fuego'. Tanto en el sector de Ayuso como en el de Génova se aboga por aplacar el debate y deponer las armas para evitar que los rifirrafes internos tengan un reflejo negativo en las encuestas, que el PP sigue liderando. "El enfrentamiento ha ido demasiado lejos", comentan dirigentes autonómicos. "Los ciudadanos pueden pensar que nos preocupamos más por cuestiones internas que de los problemas que tienen los madrileños", insistía Almeida hace unos días.