El 'espaldarazo' de Ayuso al liderazgo de Casado no ha desbloqueado la pugna por el control del PP de Madrid. La presidenta regional sigue en la misma posición y no renunciará al control orgánico del partido, del mismo modo que la dirección de Génova rechaza cortar de raíz su influencia en un órgano encargado de confeccionar listas electorales y de designar compromisarios. El pasado sábado, Ayuso apagó el 'run run' que, aseguró, lleva meses recorriendo el partido y se descartó para liderar el PP. Y aunque en su entorno piden vía libre a la dirección nacional para que no obstaculice su aspiración a presidir el PP de Madrid, hoy Pablo Casado ha evitado respaldar su candidatura. "Eligen los militantes", insistía en TVE.

"Yo no tengo que decir quién tiene que ser el presidente", se descolgaba el líder del PP ante la insistencia del periodista Carlos Franganillo. "Los militantes decidirán", reiteraba. Además, ha descartado públicamente que el partido vaya a aceptar la petición de Isabel Díaz Ayuso de adelantar el congreso madrileño, fijado "en el primer semestre de 2022" por acuerdo de la Junta Directiva de la que ella misma forma parte. Sin embargo, hace semanas que se apunta a que el congreso de Madrid se dejará para el final y no se celebrará hasta mayo o junio de 2022.

Con todo, Casado ha querido poner en valor la relación que mantiene con Ayuso porque "llevamos 16 años trabajando juntos". Sobre el mensaje de apoyo que expresó el pasado sábado la presidenta madrileña, en que ésta despejó dudas y expresó a Casado que tiene "meridianamente claro dónde está mi sitio, y es Madrid", el presidente del PP ha afirmado que esas palabras sirvieron para "dejar claro que la relación con la dirección nacional es excelente" y que existe unidad en el partido. "Somos amigos y lo hemos sido siempre (...) estoy muy orgulloso de la labor que está haciendo en la Comunidad de Madrid", reiteraba.

El jefe de la oposición clausuró este domingo en la plaza de toros de Valencia la convención nacional del PP, un evento itinerante de una semana de duración que ha recorrido algunas de las principales ciudades españolas y que ha servido para ratificar a Pablo Casado como líder indiscutible del PP.

Casado no aclara si pactaría con Vox

Otro de los charcos en el que no ha querido meterse Pablo Casado en TVE ha sido el de su relación con Vox. El jefe de la oposición, que el domingo se adueñó de algunas de las principales banderas políticas de Vox para intentar calar en su bolsa de votantes, ha evitado aclarar si pactaría o no con Abascal en caso de llegar al Gobierno, pero tampoco ha querido calificar a la formación de "populista", como sí lo han hecho diferentes dirigentes del PP durante la convención del partido. "Queremos una alternativa en que podamos ganar sin tener que pactar con socios tan radicales como los que tiene Sánchez", aseveraba Casado, sin meter a Vox en esa bolsa de extremismos.

Sí ha reconocido, no obstante, que "hay cosas en las que estamos de acuerdo" con Vox, citando en este caso la "unidad nacional", si bien se ha despegado de otros principios de la formación reivindicando los principios "europeístas" del PP. En todo caso, ha reivindicado que el suyo es un proyecto "transversal", abriendo de nuevo la puerta no sólo a los votantes de Ciudadanos, sino también a los de Vox. "Somos la única alternativa a Pedro Sánchez y a este Gobierno, que es el más radical de Europa", manifestaba, para hacer a continuación un alegato en favor de la unificación del voto de la derecha para desbancar a Sánchez en las urnas.