"La figura de Juan Marín está molestando a quien busca un adelanto electoral (...) y a los que a lo mejor quieren implantar otro modelo y alianzas con otras formaciones" si hay "elecciones nacionales". El enésimo escándalo en las filas de Ciudadanos Andalucía ha colmado la paciencia del vicepresidente regional. En diferentes entrevistas telefónicas, Juan Marín explotó sin cortapisas contra los presuntos intereses de Génova -también incluyó en la ecuación a Ferraz- de forzar un adelanto electoral en Andalucía en contra del criterio del presidente andaluz, Juanma Moreno, y del suyo propio. El líder naranja ve la mano del ex secretario de Organización de Ciudadanos, Fran Hervías, en la filtración de un audio a la Cadena SER, en el que se puede escuchar a Marín en una reunión con su grupo parlamentario el pasado mes de julio esbozar una estrategia electoralista. "No nos interesa aprobar los presupuestos en año electoral. Es estúpido", comenta.

La publicación de la grabación en este preciso momento, pese a que fuentes autorizadas del partido naranja confirman que lleva sobrevolando el Parlamento andaluz desde verano, no es casualidad. Este viernes terminaba el plazo de la presentación de enmiendas a la totalidad, y el ejecutivo de coalición de Moreno y Marín abordaba días claves en la negociación con PSOE y Vox, que decidieron romper toda interlocución tras el escándalo del vicepresidente de la Junta. Como publicó El Independiente, en Génova contemplan elecciones en primavera si el barón del PP no consigue sacar adelante sus presupuestos, y tanto en las filas populares como en las naranjas ven en la filtración del audio un posible 'empujón' por parte de la dirección nacional para forzar unas elecciones a las que Juanma Moreno parece querer resistirse.

Las fuentes autonómicas consultadas alegan que en esta guerra existe "fuego amigo", y que el audio pudo llegar a las manos de Fran Hervías -que trabaja desde primavera a las órdenes de Teodoro García Egea en el 13 de Génova- a través de alguno de los 21 diputados de Ciudadanos en la Cámara regional enfrentado con Marín. Hace tiempo que el grupo naranja en el Parlamento está roto en hasta tres corrientes y completamente inmerso en una guerra fratricida por las alianzas y lealtades que profesan unos y otros, entre los que existen 'fieles' a Fran Hervías, de cuya etapa en Ciudadanos se llevó una profunda enemistad con Juan Marín. "Ha habido reuniones en las que les ha faltado llegar a las manos", relatan fuentes conocedoras de dichos encuentros internos.

Lejos de desmentir a su vicepresidente y defender a Génova de las acusaciones veladas de su socio en el gobierno, Juanma Moreno ha cerrado filas con Juan Marín ante las peticiones de dimisión de parte de PSOE y Vox. Y no sólo eso. El presidente andaluz ha invitado al máximo mandatario de Ciudadanos en Andalucía al congreso que este fin de semana el PP celebra en Granada para ratificar el poder orgánico de Moreno Bonilla, una celebración a la que acudirá la plana mayor del partido, incluidos Teodoro García Egea o Isabel Díaz Ayuso. En las cuitas internas de uno y otro partido observan la estrategia de Moreno Bonilla es diametralmente opuesta a la de Génova: exhibir fortaleza y unidad frente a los intentos externos e internos de dinamitar la coalición y forzar elecciones en Andalucía.

La 'operación blindaje' de Moreno sobre el líder naranja responde, en parte, a un cálculo electoral. Las reticencias que el barón popular ha expuesto tanto en público como en privado a gobernar con Vox en la región si las cuentas no le salen con Ciudadanos no son un secreto. El partido que lidera Juan Marín resiste en las encuestas y no desaparecería como en Madrid, pero la alianza con Vox es mucho más plausible a la luz de los últimos sondeos publicados.

En paralelo al 'fuego amigo' proveniente de Madrid -aunque en Génova desmienten toda vinculación con la filtración-, el grupo de Ciudadanos en Andalucía tiene unas primarias pendientes de celebración antes de que finalice el año, lo que promete fracturar aún más al partido y, como temen dirigentes liberales en Andalucía, desgastar una marca que atraviesa el momento más complicado de su historia.

Así las cosas, y mientras Moreno Bonilla mantiene que intentará por todos los medios agotar la legislatura pese a la "asfixia" parlamentaria, Génova presiona y no cierra la puerta a que las elecciones autonómicas, que servirán de termómetro para conocer cómo llegan las distintas fuerzas a unas generales y de experimento para tantear futuras alianzas, se celebren en primavera de 2022. Con todo, el ejecutivo andaluz se ha dado el mes de febrero como plazo máximo para decidir si presiona o no el botón de adelanto electoral, incluso aunque Moreno no sea capaz de sacar adelante sus presupuestos para el siguiente ejercicio. Pero tanto en PP como en Ciudadanos saben que tanto el audio de Marín como la ruptura presupuestaria mete al gobierno andaluz en una olla a presión en la recta final de su legislatura.