Las redes sociales se han convertido en las últimas horas en un 'todos contra Sánchez'. La decisión del presidente del Gobierno de reimplantar la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores empañó la batería de medidas que él mismo presentó en la Conferencia de Presidentes de este miércoles, y entre las que se incluye el refuerzo de la Atención Primaria o acelerar en la inyección de las dosis de refuerzo. El consenso era prácticamente total. Socios del Gobierno, expertos, autonomías y ciudadanos han estallado contra una iniciativa "inútil", "peligrosa" e "insuficiente" que trató de matizar el propio Sánchez horas después del anuncio sumiendo a la ciudadanía en una confusión aún mayor: la obligatoriedad de la mascarilla tendrá excepciones para hacer deporte, en el campo o en la playa, aunque amplió los supuestos a "estar solo", con la unidad familiar o "a metro y medio de un no conviviente".

De cómo quede el decreto final dependerá el alcance de la polémica. Pedro Sánchez celebrará este jueves un Consejo de Ministros extraordinario para que la nueva medida entre en vigor este mismo viernes 24 de diciembre. Y lo hará en mitad de una fuerte tormenta pública por la implantación de una medida sin coste económico sin efectos reales para frenar los contagios, según los expertos. Como él mismo señaló en rueda de prensa, no ha sido el Ejecutivo el único en defender una medida tan impopular: la propuesta la llevó en su hoja de ruta otras autonomías de PP y PSOE, como Castilla y León, Navarra, Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Galicia y País Vasco, si bien algunas de ellas han reculado y exigido que la medida sólo se aplique en caso de aglomeraciones -previsto en la legislación actual- o que se distinga entre el entorno rural y el urbano.

Al margen de la fuerte contestación ciudadana, las primeras críticas llegaron de partidos situados a la izquierda del PSOE y de los socios que sostienen su Ejecutivo, que no esperaron a las explicaciones de Sánchez para cargar contra él. "Imponer mascarillas obligatorias en exteriores mientras se recorta en Sanidad es casi como regalar paraguas en mitad de un tsunami. El 'casi' es porque las mascarillas no se regalan" escribió el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, en Twitter, una crítica a la que se unió el líder de Más País, Íñigo Errejón. "Reforzar la Sanidad y regular el precio para garantizar test para todos, ya para la décima ola", expresó, una alusión que da cuenta cómo han quedado en papel mojado otras iniciativas presentadas ayer, como la inversión de 292 millones de euros para la Atención Primaria o el refuerzo de personal mediante la contratación de jubilados y prejubilados para hacer frente a ómicron.

Y no son los únicos que pusieron a Pedro Sánchez en la diana de una decisión que, insistió el jefe del Ejecutivo, fue compartida por "la mayoría" de comunidades autónomas al suponer una "barrera para evitar el contagio". Desde la Comunidad de Madrid no fue Isabel Díaz Ayuso la que más alto alzó la voz de alarma. La líder de la oposición madrileña, Mónica García; Pablo Perpinyà, portavoz de Más Madrid; o Rita Maestre, representante de la misma formación en el Ayuntamiento de Madrid, instaron a Sánchez a rectificar. "Sólo hay una cosa peor que no tomar medidas: tomar medidas inútiles", se despachó García

Las asociaciones policiales también han ido al quite contra la medida impulsada por Sánchez, al entender que la propuesta implica dejar de nuevo a las fuerzas y cuerpos de seguridad " a los pies de los caballos" ante el escenario de volver a plantear sanciones contra los ciudadanos por no cumplir con la propuesta que entrará en vigor vía decreto. "Nos quieren poner a prueba? ¿Qué pretenden?", se quejaban desde JUPOL, sindicato mayoritario en la Policía.

La oposición estalla

Desde la oposición, uno de los mensajes más contundentes ha sido el que ha enviado el líder de Vox, Santiago Abascal, quien ha llamado incluso a la desobediencia de la nueva ley del "aprendiz de tirano" a través de las redes sociales. "Responderemos en los tribunales. Mientras tanto, si yo voy por la calle y con distancia suficiente... no me la voy a poner", advertía.

La contundencia de Vox, que incluso ha activado varios hashtags en redes sociales contra Sánchez, contrasta con la posición del líder de la oposición. Pablo Casado se ha referido en genérico a las medidas puestas en marcha por Pedro Sánchez, del que ha criticado estar yendo "tarde, mal y de manera improvisada" a la Conferencia de Presidentes. No ha mencionado la polémica medida del uso de la mascarilla en vía pública, cuestión que ha esquivado precisamente porque algunos de los barones del PP, como Juanma Moreno o Alberto Núñez Feijóo, también habían solicitado llevarla a cabo.

Sí se ha posicionado en contra la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que ha criticado la "inacción" de Sánchez al optar por la mascarilla en exteriores como opción "más barata" para contener la pandemia. "El cara nos toma por magufos", cargaba por su cuenta y riesgo Cayetana Álvarez de Toledo, que tampoco quiso quedarse al margen de la polémica.

Las autonomías se rebelan

Tampoco ha gustado el plan de Sánchez en algunas comunidades autónomas, que critican al Ejecutivo por tomar medidas del todo "insuficientes" según su criterio para frenar el avance de la pandemia, y la crítica más extendida de que el Gobierno llegó a la reunión con la hoja de ruta ya decidida de forma unilateral. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no tardó en dejar clara su posición respecto al uso de la mascarilla en exteriores, una propuesta que rechaza del mismo modo que los "cierres" y, básicamente, todo lo que no responda a la cultura del "autocuidado" por la que ahora apuesta para rebajar la presión en atención primaria y urgencias.

Mientras tanto, otros líderes autonómicos como Juanma Moreno, Pere Aragonès, Alberto Núñez Feijóo o Íñigo Urkullu han criticado abiertamente la estrategia de Sánchez para plantar cara a la sexta ola del virus, medidas que han tachado de "insuficientes". Lamentan los líderes autonómicos la ausencia de una hoja de ruta "más valiente" y "contundente", como las restricciones en recintos interiores o el establecimiento de cuarentenas más estrictas, peticiones que, aseguran, Sánchez no ha escuchado. Algunos presidentes autonómicos, como el lehendakari Urkullu, han propuesto volver a limitar los horarios de cierre de la hostelería y reducir aforos; el socialista Emiliano García Page ha puesto en valor los cierres perimetrales; y el popular Feijóo ha planteado restringir los cotillones de Navidad. Todas ellas son propuestas que, de momento, se han quedado en agua de borrajas.