La batalla entre la dirección nacional del PP y Cayetana Álvarez de Toledo suma un nuevo episodio. Según ha publicado la diputada por Barcelona en Twitter, el grupo parlamentario popular resolvió este 30 de diciembre "a las diez y media de la noche" el expediente sancionador contra la dirigente por "no respetar la línea política" del partido y romper la disciplina de voto durante la elección en el Congreso de los Diputados de los nuevos miembros del Tribunal Constitucional, confirmando así una sanción económica de 500 euros. "Recibí estos documentos en los que se me exige una 'aportación extraordinaria' a las finanzas del PP. Presentaré recurso", exhibe Álvarez de Toledo, que promete extender aún más la pugna contra el criterio de la dirección popular en el Congreso, capitaneada en este caso por Cuca Gamarra y Guillermo Mariscal.

El PP ha decidido ignorar las alegaciones presentadas por Cayetana Álvarez de Toledo - la diputada popular dio por "no recibida" la carta que envió la dirección del grupo con la apertura de un expediente contra ella- y confirmar una sanción económica contra la dirigente que ésta puede recurrir en un plazo de siete días naturales. El pasado 10 de diciembre, la ex portavoz parlamentaria del PP arremetió duramente contra el "reparto de cromos" orquestado por su partido y el PSOE para renovar los órganos constitucionales y subrayó la incoherencia de la postura de Casado con lo esgrimido en el propio programa del PP, que llama a la "despolitización" de la Justicia.

Según destaca el Instructor del partido designado para resolver el mencionado expediente del PP contra Cayetana Álvarez de Toledo -el diputado Carlos Rojas- las alegaciones presentadas por la dirigente "en ningún caso niega ni aporta pruebas contradictorias frente al hecho objetivo de que cometió una infracción tipificada en los Estatutos del Grupo Parlamentario Popular, de obligado cumplimiento para todos los diputados (...) y conocía que la Dirección del Grupo había comunicado a todos los diputados el sentido del voto, que no era en blanco", recoge el escrito.

En contra de lo esgrimido por Álvarez de Toledo, el partido considera que las acciones presentadas contra su persona en ningún caso "vulnera los procedimientos legales, incumple los Estatutos del Grupo, socava la autonomía del diputado, frustra la regeneración democrática o impugna el ideario del Partido Popular", se defienden.

Hace varias semanas, la diputada envió una misiva contra la dirección popular en la que defendía que el expediente en su contra era "ilegal" y consideraba que una sanción en su contra equivalía a "sancionar la defensa de los principios y la coherencia ideológica" del PP. Defendió además que, en base al artículo 3 de los Estatutos en los que se ampara la dirección del Grupo, "todos los diputados se comprometen a defender los principios y líneas básicas del programa electoral" del PP, y "eso es, precisamente, lo que hice al votar en blanco a la propuesta de nombramientos para el Tribunal Constitucional".

La ruptura de la disciplina de voto en la renovación del Tribunal Constitucional -que PP y PSOE avalaron mediante un pacto global del que sacaron el CGPJ- fue la última de la larga lista de afrentas que han protagonizado en los últimos meses la ex portavoz parlamentaria del PP y Génova, después de que los puentes saltaran definitivamente por los aires tras la publicación de su último libro -Políticamente indeseable- en el que acusaba a Pablo Casado de ser un "bienqueda" con miedo y a Teodoro García Egea de ejercer un mando "despótico" en el seno del PP.

Con todo, sólo el Grupo Parlamentario decidió abrir expediente sancionador por un aspecto "técnico": romper la disciplina en una votación en el Congreso. La dirección de Génova optó por no sancionar a la dirigente, aunque las normas internas sí contemplan sanciones contra dirigentes que generen «corrientes de opinión» contrarias a los «intereses» del partido.