Cs sabe que el próximo domingo se juega su supervivencia. El 13-F será o el inicio del fin, o la transformación en otra cosa; la asistencia en directo a la muerte de un proyecto político que prometía competir directamente con el PP, o la reinvención y la búsqueda de otro nicho electoral del que nutrirse. La última "encuesta flash" del CIS, que sitúa al PSOE como ganador de los comicios de Castilla y León, también estima que los naranjas lograrán entre dos y cinco procuradores. Una cifra que contrasta con el consenso generalizado del resto de encuestadoras privadas, que le dan o un papel extraparlamentario o sólo un procurador.

Esta estimación, que consolida la publicada el 26 de enero por el órgano público dirigido por José Félix Tezanos, supone un golpe de oxígeno para la formación de Inés Arrimadas. Frente las previsiones de una absorción directa del PP de Alfonso Fernández Mañueco, la situación en la que quedaría la candidatura de Francisco Igea, según el CIS, es alentadora. En primer lugar, porque el partido no se hundiría y resistiría en las Cortes como cuarta fuerza. En segundo lugar, porque eso movilizaría el voto de indecisos que no se sienten identificados por otra propuesta y votarían a los populares por resignación. Pero, especialmente, el sondeo refleja un factor más importante aún: en la investidura, tanto del bloque de derechas como de izquierdas, el voto favorable de los Francisco Igea sería determinante.

El hipotético papel decisorio que tendría Cs, para mantener al PP en el gobierno -siempre que Mañueco no sea el presidente- o romper la tendencia en favor del PSOE de Luis Tudanca cuatro décadas después, permitiría a la formación contar con todo el protagonismo durante las negociaciones de investidura. Asimismo, se vería reforzado en un periodo de reconfiguración y de apertura con los socialistas, un paso ya dado en el Congreso, donde han tendiéndole la mano a Sánchez para mantener una mayoría alternativa a ERC el resto de la legislatura.

De "ratifica la tendencia" a "una encuesta más"

Igea ha asegurado que, a partir del 14 de febrero, habrá mucho de lo que "hablar y negociar" con el resto de formaciones. Eso sí, ha advertido que lo que no hay que hacer es dar "la máquina de disparar" a quien es un "insensato". Así lo ha expresado este lunes por la noche, en un encuentro en Arroyo de la Encomienda (Valladolid), acompañado de los eurodiputados Luis Garicano y Soraya Rodríguez.

A raíz de la publicación del último CIS, el candidato de Cs ha indicado que todo está "abierto" y que la "única opción" de que haya un Gobierno "sensato" que no de cabida a los "populismos" ni a Vox, es votar naranja, porque son los únicos capaces de llegar a acuerdos "con facilidad" y dar "estabilidad". "El mensaje" del CIS "es claro". "Tenemos la oportunidad de decirles a los insensatos que no es una buena idea jugar con los intereses de los ciudadanos para beneficiar el interés particular", ha aseverado en referencia a Mañueco.

El propio Igea, dentro de Cs, es quien ha mostrado una opinión más firme respecto a la encuesta flash. Ha celebrado que el sondeo concede a su formación "grupo parlamentario" propio y un carácter "decisivo". Considera que "ratifica la tendencia" en alza del partido, un "crecimiento claro" que coincide con los estudios internos realizados. Es por ello, que ha animado a simpatizantes y a la Ejecutiva a seguir trabajando "hasta el último día".

A este optimismo se ha sumado la coordinadora autonómica de Cs en Baleares y portavoz del grupo en el parlamento balear, Patricia Guasp, y Ana Carlota Amigo, cabeza de lista por León. La primera se ha limitado a compartir en Twitter las palabras de Igea; la segunda ha añadido que "sólo hay una opción de gobierno sensato: votar a Cs".

Sin embargo, ni Arrimadas, ni Edmundo Bal, ni Begoña Villacís, los pesos pesados de la cúpula del partido, se han pronunciado al respecto. Sí lo ha hecho el portavoz de la dirección Daniel Pérez Calvo, aunque sin apelar directamente al CIS. Se trata de "una encuesta más", ha señalado, sin entrar a dar detalles y desviando la atención hacia el desplome del PP: "ni hay mayoría absoluta ni Cs está fuera. Han hecho un pan con unas tortas -al convocar elecciones anticipadas- a costa de los castellano y leoneses, a los que han dejado sin presupuesto y desatendidos".

Rechazo a un "instrumento político"

El histórico rechazo de PP, Vox y Cs a las distintas proyecciones del CIS desde que el PSOE accedió en 2018 al poder, suele ser una dinámica sistemática. Sin embargo, en esta ocasión, los naranjas se han desmarcado y optado por el silencio. Probablemente porque la proyección, esta vez, les deja en buen lugar.

Vox no ha aludido este lunes a los resultados, pero, durante el fin de semana, los verdes denunciaron al órgano público por la "intención" de sacar la "encuesta flash" en plena campaña. Argumentaron que "existen numerosos estudios que demuestran la influencia y persuasión de las encuestas a los grupos afectados".

Para los de Santiago Abascal, según argumentan por escrito a la Junta Electoral Central, "es reconocida" la "falta de fiabilidad de las encuestas del CIS". Y la de este lunes, puede provocar "una desviación de escaños, que beneficia al PSOE"

Sí ha criticado el sondeo el PP. Ha sido el presidente de la Junta de Andalucía Juanma Moreno quien se ha referido al CIS de manera directa. El líder del PP andaluz no da "credibilidad" ni al sondeo ni a la institución, porque cree que el Gobierno "ha tomado la decisión" de utilizarlo "como instrumento político" para "el interés particular del PSOE". Y "entristece decir eso", opina Moreno.

Por su parte, el candidato del PP en Castilla y León, aunque no ha apelado directamente a la institución, si ha hecho un llamamiento para concentrar el voto después de que se conociesen los resultados: "el separatismo y los localismos no son buenos compañeros de viaje porque no piensan en el interés común. Necesitamos un gobierno sólido. Así, podremos gobernar con estabilidad y con eficacia, sin chantajes, ni ataduras".