Jaleados por los sondeos que auguran un descenso continuado del candidato popular a la presidencia de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, los socialistas han ido de menos a más en esta campaña electoral y, muy particularmente, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Si al principio arrastró los pies y en la precampaña se dejó ver tan solo un día, dando más importancia a actos como la proclamación del andaluz Juan Espadas o en Asturias con Adrián Barbón y Adriana Lastra, ahora ha incrementado su presencia junto a Luis Tudanca.

Tal es así, que este jueves los socialistas acabaron organizando un acto en Burgos con Sánchez que no estaba en agenda y hoy viernes participará en el cierre de campaña en Valladolid. Pero es que el miércoles se dejó ver también por tierras castellanoleonesas, en concreto, en Soria, y también ha pasado por Zamora y León. La evolución ha sido diametralmente opuesta a su implicación en la campaña madrileña, en la acabó diluyéndose conforme los sondeos iban menguando las posibilidades de Ángel Gabilondo, hoy Defensor del Pueblo.

La campaña socialista ha ido de menos a más

"Hay partido", dicen los socialistas, para subrayar a continuación que "siempre lo hubo" bajo el recordatorio de que Tudanca ganó las autonómicas en mayo de 2019. Pero lo cierto es que al principio su objetivo era evitar un descenso electoral acusado que dejara a la izquierda maltrecha como en Madrid, aún sin riesgo de sorpasso en Castilla y León.

En los cálculos socialistas se alberga ahora la esperanza de que, a diferencia de 2019, esta vez puedan gobernar en caso de que se alcen con el triunfo. Entonces, el pacto de Ciudadanos con los populares -que fueron segunda fuerza política por primera vez en décadas- imposibilitó el cambio en una comunidad que ya llevaba 33 años gobernada ininterrumpidamente por el PP.

Lo cierto es que sólo el CIS habla de empate técnico entre el PSOE y el PP con unas horquillas en las que cabe todo un mundo, pero tampoco es menos cierto que la media de los sondeos daban a Mañueco en el mes de diciembre entre 38 y 40 escaños -la mayoría absoluta es de 41- y ahora está entre 31 y 34. En ese caso, Vox tendría la llave de la gobernabilidad, pero los socialistas esperan doblar el pulso a los populares en la que ha sido la recta de una campaña que se cierra hoy.

El voto por correo ha caído nada menos que un 40 por ciento.

Pero además del CIS, el sociólogo Narciso Michavila, presidente de Gad3, ha lanzado un pronóstico nada halagüeño para los populares después de vaticinar que el de Tezanos iba a ser el peor barómetro de la historia en Castilla y León. Dice ahora Michavila, cuyos sondeos son los que suelen acercarse más a la realidad, que si la participación a las 14 horas del domingo baja del 33 por ciento, es probable que la izquierda sume para gobernar incluso aunque el PSOE quedase en segunda posición.

¿El motivo? Según explicó en la Cadena Cope, el votante de izquierdas así como el de los plataformas provinciales, está muy movilizado, mientras que el popular, con una media de edad más alta, podría tender a quedarse en casa. Alude el sociólogo a la lluvia como efecto desmovilizador, aunque no es ésta una región en la que el mal tiempo resulte inédito. De momento, ya hay un dato que permite proyectar cuál puede ser el nivel de participación electoral: el voto por correo ha caído nada menos que un 40 por ciento.

Los ministros socialistas se han volcado con Tudanca, especialmente la de Política Territorial, Isabel Rodríguez. Y, entre los dirigentes socialistas, la vicesecretaria general, Adriana Lastra. Para Sánchez se programaron cuatro actos, pero todo dependía de cómo evolucionara la situación. En Madrid desapareció prácticamente de la campaña después de que su entonces director de gabinete, Iván Redondo, le alertara respecto del desenlace de esa contienda, saldada con un triunfo arrollador de Isabel Díaz Ayuso.

Unidas Podemos se quejaba hasta hace poco que Tudanca "no termina de tirar"

En este caso, su campaña ha ido creciendo en la misma medida que decrecía la del PP. De hecho, hasta en Unidas Podemos, que no puede acreditar precisamente una cosecha muy magra de votos, afirmaban al principio que "Tudanca no termina de tirar". Y aunque el papel del socialista en los dos debates electorales televisados no ha sido precisamente muy espectacular, cuenta a su favor con el hecho de que Mañueco tampoco ha tenido sus intervenciones más estelares.

En definitiva, nada parece estar escrito para este domingo y de lo que pase esa noche depende si se confirma el cambio de ciclo que inauguraron las autonómicas madrileñas, con un PP que todavía aventaja a los socialistas en los sondeos electorales, o vuelve a haber un giro de guión.