El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha doblado el pulso una vez más a sus críticos y seguirá al frente del partido hasta la celebración del próximo congreso extraordinario, los días 2 y 3 de abril, decisión que, según Génova, se ha tomado de forma "unánime" a pesar de que muchos querían su dimisión inmediata.

Pero a cambio, tras más de cuatro horas y media de reunión con los presidentes territoriales del partido, se ha comprometido a no concurrir a la reelección, según ha informado Génova a través de un comunicado al que poco menos se le ha dado valor notarial .Ya fuera de guion le ha pedido al gallego Alberto Núñez Feijóo que se presente a esa cita para sucederle, dando por segura su elección.

En todo caso, el gallego no ha aclarado si aspirará al liderazgo nacional del PP a la espera de que se convoque el martes 1 de marzo dicho cónclave. "No voy a hacer ninguna valoración sobre ocupar una vacante que no es tal ni sobre la presentación a un congreso que no está convocado. Cuando se convoque, cualquier candidato podrá presentarse". Y ante la insistencia de la prensa ha adelantado el que será el espíritu de su futuro liderazgo al afirmar que "intento ser previsible, serio y respetuoso" y no ha querido irse sin decir que Casado "es un señor de la política".

Asimismo se ha acordado que la responsabilidad orgánica recaiga en la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, como coordinadora general, en sustitución de Teodoro García Egea, hasta la celebración del cónclave popular. También se propondrá a la Junta Directiva que el actual eurodiputado Esteban González Pons sea el presidente del Comité Organizador del congreso, y que éste quede compuesto por al menos un miembro designado por cada organización territorial.

Gamarra será coordinadora general y González Pons presidente del comité organizador

Feijóo ha explicado que era necesario reaccionar ante "el colapso orgánico de nuestro partido y la enorme desafección social". Entre una nube de informadores al filo de las 2 de la madrugada, ha defendido que el PP "es un partido que lleva 40 años al servicio de nuestro país. Es bueno para la democracia española. Hemos salido con un partido normalizado hasta el 2 y 3 de abril con una propuesta por unanimidad que elevaremos a la Junta Directiva".

Los presidentes regionales han destacado el buen ambiente interno y la voluntad de alcanzar consensos "por el bien de la ciudadanía", según ha explicado el extremeño José Antonio Monago. Pero no ha debido ser tan fácil si la cita ha exigido de tantas horas y de un acuerdo por escrito.

Por otro lado, ante las especulaciones de que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quería ser poco menos que salir investido líder del PP esta noche del miércoles después de recibir el apoyo unánime de los barones populares, fuentes de su entorno han matizado que "en ningún caso aceptaría ser designado hoy presidente del PP". "El respeto por los Estatutos del partido es total -han agregado- Y el compromiso con dar la voz a la militancia, inequívoco. El futuro del partido pasa por un congreso abierto, extraordinario y urgente".

De hecho, fue el gallego el primero en pedir la celebración de un congreso y lo volvió a reiterar en presencia de Pablo Casado y del resto de los presidentes territoriales durante su intervención.

Casado no ha tomado la palabra hasta escuchar la opinión de todos los que habían sido sus lugartenientes territoriales, pero lo sustancial lo había hablado con Núñez Feijóo durante la reunión de hora y media previa que mantuvieron en el despacho de la planta séptima de la sede federal. Mantuvo esta cita por su necesidad de explicarse cómo ha llegado a este punto, convencido de que ha actuado conforme exigía la situación tras recibir informaciones que comprometían a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Ayuso, en el Wanda

Precisamente a quien no se ha podido escuchar es a Ayuso, la única presidenta popular de Comunidad que no dirige su partido regional. A la misma hora estaba en el Wanda Metropolitano viendo el partido del Atlético contra el Manchester United de la Champions. A fin de cuentas ella ya ha resuelto con Feijóo sus asuntos, esto es, no aspirará a la presidencia nacional del partido pero, a cambio se hará con las riendas de la organización regional.

Así, que a la sede de Génova ha acudido en representación de Madrid el ex presidente del Senado y responsable de la dirección provisional desde 2018 que se ha mantenido silente durante toda esta crisis.

Si Feijóo quería llegar a la presidencia del PP a lomos de la aclamación de los suyos al menos ya tiene el apoyo unánime de los presidentes territoriales del partido. No faltó ni uno que no glosara, a su entrada en la sede nacional del partido, la figura del gallego como la apuesta de éxito para el futuro.

Casado es tan consciente de que ese relevo es cuestión de semanas, que le citó con antelación en la sede del partido para negociar las condiciones de su "rendición" política tras una guerra relámpago de apenas una semana de duración. Y Feijóo acudió a la llamada de su "presidente", otra muestra de deferencia hacia quien ya sabe de salida sin necesidad de hacer más sangre ni ensañamiento, como pedía a través de El Independiente la presidenta del PP navarro, Ana Beltrán.