Un incremento efectivo de la plantilla, material antidisturbios, medios de contención, la entrada en servicio de los drones recientemente adquiridos y nuevas cámaras que ofrezcan mejor rango de visión. Éstas son algunas de las demandas que hacen los guardias civiles destinados en Melilla para poder abortar con garantías los intentos de salto a la valla, como el protagonizado este miércoles a plena luz del día por más unos 2.500 subsaharianos.

Desde hace años, las asociaciones profesionales de la Guardia Civil vienen reclamando al Ministerio del Interior un aumento de los medios personales y materiales en Melilla ante los frecuentes episodios que se registran en el perímetro fronterizo y la mayor agresividad de los inmigrantes en su intento por zafarse del control policial para poder lograr su objetivo.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) cifra en 320 los agentes que serían necesarios para que la plantilla adscrita de manera estable a esta comandancia se aproxime al millar de efectivos. Con esa dotación, defienden, sí se podría hacer frente con garantías a saltos masivos como el de esta semana. "Que un enclave estratégico como es la ciudad de Melilla sólo haya 588 miembros del Instituto Armado resulta insuficiente", mantiene el secretario general de AUGC en Melilla, Sergio Juan Márquez.

También reclama más personal la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), que pide una ampliación de la plantilla de manera efectiva en vez de refuerzos en momentos concretos. En su opinión, esa medida es una "tirita para una herida que tiene muchos puntos abiertos". "Nosotros sabemos, y el Gobierno y el Ministerio del Interior también lo saben, que la inmigración no va a dejar de llegar, por lo tanto está en manos de los responsables políticos dejar de improvisar y, de una vez por todas, proteger a sus servidores públicos antes de que tengamos que lamentar pérdidas humanas", añade.

Garfios y piedras

Integrantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado vienen alertando desde hace meses de que el comportamiento de los migrantes es cada vez más violento, no dudando en utilizar garfios y lanzar piedras y patadas a los agentes para evitar que se frustre el salto. En el intento masivo registrado este miércoles, cerca de una treintena de guardias civiles han resultado heridos leves y han precisado atención sanitaria, al igual que algunos migrantes.

Desde hace tiempo se viene reclamando que la Dirección General de la Guardia Civil cree una Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) estable en Melilla en lugar de refuerzos temporales de agentes procedentes de otras zonas en comisión de servicio. La AUGC no tiene dudas de que esa medida ayudaría a reforzar la respuesta, dada la formación en el control de masas del personal adscrito a estas unidades.

Marcas en los cascos de guardias civiles que han intervenido este miércoles tras el intento de salto masivo a la valla de Melilla. AUGC

Sin USESIC propia, la asociación profesional Jucil lamenta que por "falta de personal" no haya en Melilla agentes de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS) que cubran las 24 horas. "Una irresponsabilidad por parte de la Administración y del Ministerio del Interior, que no hacen su trabajo como representantes públicos. A la Guardia Civil siempre la dejan de lado en la defensa de la frontera Sur, en la lucha contra el narcotráfico en la comarca del Campo de Gibraltar, en Cataluña, en Navarra… Somos la mejor policía del mundo, según el Mossad israelí, pero somos tratados como policía de segunda en cuanto a medios y retribuciones por parte del Gobierno. Los mismos que en la oposición nos prometieron la equiparación salarial y se pusieron detrás de nuestras pancartas; los mismos que votaron la ILP de Jusapol a favor, bajo la premisa de la igualdad salarial, meses después la echaron abajo en la Comisión de Interior para contentar a sus socios de gobierno", critica el portavoz de Jucil, Agustín Leal.

En opinión de las asociaciones profesionales con las que ha hablado este diario, el déficit de guardias civiles no es el único problema existente en Melilla. Según la AUGC, existen unos cinco kilómetros alternos en el perímetro fronterizo que no cuentan con la estructura tubular con forma de 'peine invertido' que corona el vallado a fin de dificultar que se pueda superar.

Las asociaciones profesionales reclaman material antidisturbios y más medios materiales para abortar los saltos con garantías

Una semana después de asumir la cartera de Interior, Fernando Grande-Marlaska anunció que haría todo lo posible para retirar las concertinas y sustituirlas por medios menos cruentos para los migrantes que tratan de acceder a territorio europeo. El ministerio las ha eliminado, si bien hay tramos de la valla -como el elegido este miércoles por los más de 2.000 subsaharianos, conocida como zona de Villa Pilar- que no cuentan todavía con esa protección superior.

"Tampoco sabemos si los medios de contención van a ser realmente efectivos, puesto que ahora no tenemos saltos donde hay 'peine invertido'. Cuando esté en todo el vallado podremos conocer verdaderamente su eficacia y comprobar si lo logran vulnerar", apunta Sergio Juan Márquez. Éste considera necesario que se les dote también de cámaras detectoras de movimiento para poder anticiparse a las intrusiones y de vehículos con plataforma elevadora para poder acceder a la parte alta del vallado, así como que entren en servicio los drones adquiridos hace mes y medio.

Como informó este diario, el Ministerio del Interior cerró el pasado mes de enero la compra de cuatro drones de uso militar -dos para Ceuta y dos para Melilla- a fin de que los guardias civiles puedan adelantar la respuesta en caso de saltos por parte de migrantes. Ahora se está adiestrando en su manejo a los agentes que los utilizarán.

Retirada de las concertinas

En la memoria justificativa de dicha licitación, la Dirección General de la Guardia Civil reconocía el incremento de la agresividad de los migrantes al intentar acceder a España: "Los asaltos a los vallados de los perímetros de Ceuta y Melilla se tornan cada vez más violentos con el consiguiente grave peligro que ello conlleva tanto para el personal que presta la protección y seguridad, como para los propios inmigrantes que intentan acceder al territorio español (…). Se pretende la utilización de estos medios técnicos para reforzar la vigilancia de los perímetros fronterizos y adaptar de una forma más agilizada la respuesta ante los intentos de asalto al vallado de los mismos, adelantando así la intervención correspondiente con el fin de prevenir o mitigar estas situaciones de peligro grave para las personas".

AEGC lamenta que, pese a las reiteradas reclamaciones, sigan sin llegar más efectivos ni medios, "con el agravante ahora de la retirada de las concertinas". "Vuelven a dejarnos aún más vendidos ante la violencia de los inmigrantes", censura esta asociación profesional, que demanda la entrega de material antidisturbios para poder hacer frente a este tipo de situaciones sin poner en riesgo la integridad de los agentes.

"Con esta carencia de medios personales, materiales y de contención, unido a la mayor agresividad de los inmigrantes... No ha habido lesionados graves pero en cualquier momento puede ocurrir una desgracia. No queremos que el guardia civil tenga que hacer de escudo", apostilla el representante de la AUGC.