El ex presidente del Gobierno José María Aznar no comparte el cambio de posición de España en el asunto del Sáhara Occidental. Y lo ha denunciado este martes en sus términos más duros. "España ha cometido un error histórico que pagaremos caro", ha advertido el ex líder del PP.

"España ha demostrado su vulnerabilidad y su debilidad. Hemos entregado una parte de nuestras responsabilidades a cambio absolutamente de nada. Han enviado el mensaje: oiga, ustedes decidirán cuando quieren aprovechar la próxima ocasión", ha opinado Aznar en Radio Nacional de España, con la mirada puesta en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, reivindicaciones históricas de la monarquía marroquí.

El pasado viernes la Casa Real marroquí filtró el envío de una carta de Pedro Sánchez al rey Mohamed VI en la que España, la potencia administradora del territorio, considera la propuesta de autonomía de Marruecos para el Sáhara -presentada en 2007- como «la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa».

Hay que agradecer a la Casa Real marroquí que haya tenido la amabilidad de informar a todos los ciudadanos españoles

"Hay que agradecer a la Casa Real marroquí que haya tenido la amabilidad de informar a todos los ciudadanos españoles de lo que ha hecho España", ha bromeado Aznar. "No es solo temeridad, es un error que vamos a pagar muy caro", ha insistido.

A juicio del ex líder del PP, "sin consenso ni debate parlamentario se ha modificado una posición histórica de España en relación con un país amigo como Marruecos, que afecta a responsabilidades históricas de España". "Y Marruecos tiene dos reivindicaciones: el Sáhara, donde España sigue teniendo responsabilidades según la legalidad internacional; y otra es Ceuta y Melilla".

Aznar se ha mostrado partidario de "analizar nuestras capacidades" en política exterior y ha criticado la renuncia del Gobierno español a las resoluciones de la ONU, que marcan como hoja de ruta la celebración de un referéndum de autodeterminación para dirimir el futuro de la ex colonia española. "La Comisión Europea ha dicho que hay que ajustarse a las resoluciones de la ONU y esas resoluciones no dicen lo que dice el Gobierno español. Dicen lo contrario", ha señalado el ex presidente del Gobierno.

La fundación FAES, que dirige Aznar, publicó el sábado un editorial en el que denunció el "giro evidente" y lo calificó de "chapuza política" y una "derrota" en términos diplomáticos frente a la dictadura marroquí. "El Gobierno se alinea sin matices con la posición marroquí, acepta sus pretensiones y al vincular esta nueva posición española con la garantía de la integridad territorial de Marruecos -según se declara en la mencionada carta- no hacen falta interpretaciones complicadas para concluir que Sánchez atribuye a Marruecos la soberanía sobre el Sáhara», consideró FAES.

"Pensar que las buenas relaciones con Marruecos, cuya importancia para España está fuera de duda, exigen asumir la posición de Rabat sobre el Sáhara es asumir, a la vez, una derrota política y diplomática de grandes proporciones", indica el editorial bajo el título "Sánchez y el Sáhara, ni fondo ni forma". "La izquierda tiene acreditada su destreza para justificar cualquier chapuza política y cualquier renuncia moral a lo que ella misma proclama como sus principios", agrega.

Si el Sáhara se reconoce por España como parte integrante de Marruecos, ¿por qué nuestro vecino habría de renunciar a sus pretensiones sobre las dos ciudades autónomas?

"Atribuir a esta decisión del Gobierno español el efecto de cerrar la crisis que abrió hace diez meses con la entrada masiva de ciudadanos marroquíes en Melilla, es rehabilitar la estrategia de presión ilegítima ejercida por Rabat", lamenta la fundación de Aznar. "Presentar este vuelco diplomático como una concesión necesaria para que Marruecos tapone la presión migratoria sobre nuestro país, revela una vulnerabilidad en el Gobierno que España no merece".

Para FAES, "al menos cabe pedir que no intenten vender la excusa de que suscribiendo las pretensiones marroquíes sobre el Sáhara se garantiza el futuro de Ceuta y Melilla"."No es así. Si algún cálculo cabe hacer es precisamente el contrario. Si el Sáhara se reconoce por España como parte integrante de Marruecos, ¿por qué nuestro vecino habría de renunciar a sus pretensiones sobre las dos ciudades autónomas que, según Rabat, forman parte de la integridad territorial marroquí en igual medida, al menos, que el Sáhara? Agrandar a quien reclama parte de tu territorio es una curiosa forma de defenderlo".