El escándalo del espionaje a dieciocho líderes del independentismo y del procés, así como a su propia persona, el ministro Fernando Grande-Marlaska o el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha puesto en la encrucijada a la titular de Defensa Margarita Robles. Especialmente, tras su última decisión tomada desde el Ministerio: destituir a la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Paz Esteban y situar en su lugar a su secretaria de Estado Esperanza Castaleiro. Una acción, la de aportar su cabeza, hecha al independentismo para calmar las aguas y volver a tender puentes con formaciones como Esquerra Republicana, que, sin embargo, vuelve a quedarse corta.

Hasta el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de abril, Robles viene siendo una de las ministras mejor valoradas, junto a Yolanda Díaz o Nadia Calviño. De hecho, es precisamente en este estudio, el del mes pasado, donde la titular de Defensa obtiene su mejor resultado por encima de sus compañeras de Gobierno. Concretamente, un 5,75 sobre diez frente al 5,08 de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y el 5,13 de la vicepresidenta primera y encargada de Asuntos Económicos y Transformación Digital.

En los estudios anteriores, la magistrada en excedencia e independiente dentro del PSOE de Pedro Sánchez, con quien mantiene un estrecho vínculo de confianza, también ha superado a Díaz y Calviño: en enero de 2022, un 5,35 ante un 5,22 de la política del PCE y un 5,15 de la titular económica; en octubre de 2021, un 5,5 frente a un 5,4 de ambas; y, en julio de ese mismo año, un 5,3 contra otro empate a 5,1 de las dos vicepresidentas. El resto de representantes del Ejecutivo, no aprueban en todo el año.

Mientras que la aprobación de titular de Trabajo y de Economía van correlacionados a un voto mayoritariamente progresista, más Díaz que la propia Calviño, el caso de Robles es transversal. Su persona genera cierto consenso en el ámbito electoral del centroderecha: PP, Ciudadanos y Vox. Y, pese a no aprobar, es la persona que, dentro de La Moncloa, recibe mayor respaldo entre, por ejemplo, el elector popular.

Robles es la ministra mejor valorada, por encima de Yolanda Díaz y Calviño

Según apuntaba la encuestadora Data10 a finales de 2021, entre los estudios más recientes que van más allá de los principales cabezas de cartel que competirían en unos comicios generales, la ministra Robles casi aprueba entre los simpatizantes del PP con un 4,5. Menor es la cifra asignada por el votante de Vox: un 3,1. Uno de los datos más significantes resaltados en este sondeo, es que los votantes de Unidas Podemos le dan una décima menos que los afines a Génova 13.

Precisamente, son los morados, junto a ERC quienes piden a Sánchez que tome medidas encaminadas hacia su sustitución. Este miércoles, en la última sesión plenaria de control al Gobierno, los republicanos han pedido a Robles que asuma responsabilidades por su permisividad con el espionaje con Pegasus tanto por "omisión" o "acción". Sin embargo, al margen del señalamiento a la ministra por la supuesta vigilancia al independentismo, las exigencias de los de Ione Belarra, en las que no termina de entrar Díaz, más afín a Sánchez que el resto de la coalición, responde a una histórica obsesión del espacio a la izquierda del PSOE por el conservadurismo que le atribuyen. Creen que es un "cuerpo extraño" dentro de la ecuación socialista.

Y es significativo que, mientras Robles obtiene esa puntuación desde PP o Vox, los dos principales referentes del espacio socialista y de la confluencia morada no pasen del 1,5 y el 0,9 -Sánchez-, y el 2,9 y 1,9 -Díaz-.

Ampliar la facción

Lo cierto es que Robles, que no pertenece al PSOE, es el principal reclamo de Sánchez para ampliar el espacio hacia ese ámbito más conservador que prima en el entorno de las Fuerzas Armadas. Un espacio electoral que puede priorizar la simpatía a la gestión que lleva desarrollando la ministra en las últimas dos legislaturas y que puede escapársele al líder del PSOE, de celebrarse próximas elecciones, en el peor momento que reflejan las encuestas de la legislatura.

Con Robles el PSOE aglutina un importante voto conservador procedente del Ejército

La destitución de la directora del CNI sin contundentes razones que justifiquen la decisión, y "para contentar a los socios separatistas" como denuncia el PP y el líder de la oposición Alberto Núñez Feijóo, puede descoser ese tejido militar construido durante más de cuatro años en torno al socialismo e ir en beneficio de los populares. Todo pese a que el gallego no señala directamente a la ministra, sino al jefe del Gobierno.

Robles ha sido defensora de Sánchez en los momentos más difícil de su trayectoria política, cuando el secretario general tuvo que tirar de épica para retornar a Ferraz. Si a ello se añade la buena sintonía que existe entre ambos, es muy complicado que Sánchez decida destituirla. Sustituirla, supondría ahondar en un enroscamiento hacia la izquierda y renunciar, en cierta medida, a ampliar horizontes electorales.