Pedro Sánchez ha cerrado la puerta a la posibilidad de una nueva crisis de Gobierno a la vuelta de las vacaciones de verano. A una pregunta directa durante la presentación de su balance semestral, ha asegurado estar "muy a gusto y satisfecho con el trabajo de mi consejo de ministros". Del mismo modo niega que la legislatura llegue hasta enero de 2024. "No hay opción, como muy tarde diciembre de 2023. Es lo constitucional", ha apelado.

El jefe del Ejeutivo ha presentado el informe de rendición de cuentas semestral del Gobierno, costumbre que se instauró en tiempos de Iván Redondo como director del gabinete de presidencia. Desde el 29 de diciembre, en que hizo su anterior balance con el optimismo de superación de la pandemia, sobrevino la invasión de Ucrania en el mes de febrero y la fuerte crisis económica actual.

Desde entonces el Gobierno "ha hecho todo lo posible para amortiguar este impacto tan duro". Ha aludido al mal dato del IPC, del 10,8, "que si demuestra algo es confirmar que la inflación es la principal preocupación de la economía global y la principal tarea del gobierno. España -ha agregado- es el tercer país de la UE que más esfuerzos hace para proteger a nuestros ciudadanos, que de no existir, dispararía el IPC al 15 pro ciento". Y ha insistido una y otra en la idea de que trabaja para las clase medias trabajadoras, aunque haya poderes a los que no les guste "y le pese a quien le pese".

"Proteger" y "avanzar" han sido los dos términos escogidos por el jefe del Ejecutivo para definir la ejecutoria gubernamental. Ha reivindicado el "esfuerzo económico realizado en los últimos meses" y la excepción ibérica para topar el precio del gas, una iniciativa española y portuguesa que ha contenido los precios de la energía. "Cada cual puede preguntarse sobre lo que hubiera sucedido sin esa iniciática y todo ello sin el apoyo de la oposición conservadora".Ha recordado otras medidas como el ingreso mínimo vital, ayuda de 200 euros para personas vulnerables, la subida de las pensiones no contributivas o la bonificación de 20 céntimos por litro de gasolina. Medidas "que han contado con el apoyo de todos menos con el la derecha y la ultraderecha", ha insistido de manera reiterada durante su discurso. En este sentido ha invitado varias veces a ver "a qué se han dedicado y a qué intereses responden".

Precisamente, ha anunciado que el Consejo de Ministros del próximo lunes -se adelanta un día porque el martes viaja a Palma de Mallorca para reunirse con el Rey- aprobará un paquete de medidas urgentes para el ahorro energético, "para que todos colaboremos en una tarea que es de todos porque ahorrar es prioritario y con todo ello reduciremos nuestra factura energética". También irá un real decreto ley de medidas urgentes en materia de incendios forestales.

"Crisis hay muchas, pero sólo dos formas de salir de ellas, como hace diez años o como ha respondido este gobierno, con Ertes en lugar de despidos, con un reforzamiento del estado del bienestar en lugar de con recortes; con impuestos a los que se benefician con el alza de los precios o son subidas masivas a las clases medias y trabajadoras. Las dificultades de la mayoría no puede ser las alegrías de una minoría"

"Pueden y deben ayudar, como antes se les ayudó", dice en alusión al rescate financiero

La última intentona ha sido los impuestos a las eléctricas, gasistas, petroleras y Banca, que los Grupos de PSOE y Unidas Podemos han presentado a través de una proposición de ley para evitar pase por los órganos consultivos y se agilice su tramitación parlamentaria para aue entre en vigor a partir de 1 de enero del próximo año.

"Pueden y deben ayudar, como antes se les ayudó", en alusión al rescate financiero, "pero, una vez más, la derecha votará en contra. Se dedica a combatir con ahínco esta medida que es de justicia social"

Incluso en el turno de preguntas ha puesto nombres y apellidos a esos poderes que denuncia al afirmar que "si dirigentes de bancos, si Botín o Galán protestan es que vamos en la buena dirección".

Inusualmente descorbatado, al igual que todo su equipo, como un símbolo para el ahorro energético, el presidente del Gobierno hace balance justo el día en que se han conocido el peor dato de inflación desde 1984, nada menos que de un 10,8, seis décimas más que en junio. Una escalada de precios que se ha comido prácticamente todas las medidas económicas implementadas por el Ejecutivo de coalición.

España, que ha recibido este viernes 12.000 millones más de los fondos Europeos, presentará en septiembre dos nuevas propuestas sobre energía además de proponer un tope máximo al precio del CO2.

Ya en turno de preguntas y respecto a las malas expectativas electorales ha subrayado su voluntad de "trabajar por dar la vuelta a las encuestas, no cayendo en el catastrofismo ni en la euforia. Vamos trabajar con esfuerzo, dedicación, compromiso y sentido común por la clase media e nuestro país", frente a una oposición "ha cambiado de cara pero no de actitud. Ahí está el negacionismo y el catastrofismo".