El ya ex presidente de RTVE, Jose Manuel Pérez Tornero, estaba sentenciado desde hacía tiempo por el socio minoritario del Gobierno, Unidas Podemos, y la proximidad de un ciclo electoral intenso, no hacía más que dificultar su continuidad. Lo cierto es que Tornero no sólo perdió la confianza de los consejeros morados sino también de los socialistas, que son, mano a mano, los que le han dejado caer. Pero mientras en el Gobierno y PSOE se escudan en los discretos datos de audiencia como motivo de esa salida forzosa, en UP no se ocultan al afirmar que “era imposible su continuidad al frente de la televisión y la radio pública en este curso preelectoral”.

El Gobierno no podía cesar a Tornero puesto que su elección corresponde al Congreso de los Diputados, pero sí forzar su salida haciendo, entre otras cosas, imposible su convivencia en el seno del Consejo de Administración. Moncloa ya le había dado algunos toques, incluso fue llamado a capítulo por el secretario de Estado para la Comunicación, Francesc Vallés, aunque en el entorno del catalán no quieren confirmar este extremo.

Podemos le sentenció tras la salida de Cintora

En Podemos califican de “locura” la etapa Tornero, sobre todo tras la salida del periodista Jesús Cintora y el fin de su programa "Las cosas claras". A partir de ese momento los morados inician una campaña exigiendo su regreso y cuestionando la decisión de la dirección del Ente por dar carpetazo a un programa “que ganaba en audiencia a Ferreras”, en alusión al director de “Al rojo vivo” de La Sexta, Antonio García Ferreras, al que Pablo Iglesias ha declarado una guerra sin cuartel.

"Lo que ha quedado claro es que este hombre ha actuado mucho más acorde con lo que le pedía el PP con el 'ok' del PSOE o sin que el PSOE dijera nada. Y pasó lo de Cintora, que es bastante injustificable”, alegan en las filas moradas. Por eso desde la dirección de Podemos “hubo un trabajo para convencer al PSOE de que Tornero no podía seguir en la tele pública y menos en este curso preelectoral”, con el horizontes de los comicios locales y autonómicas de mayo y las generales, previsiblemente, a finales del año que viene.

Alegan, sin embargo, los mismos medios consultados que el cuestionamiento no ha venido sólo de PSOE y UP, sino que “este señor ha concitado también las críticas de los sindicatos de la tele y de los trabajadores”. Precisamente, el Consejo de Informativos de RTVE hizo público ayer un comunicado en el que afirman que el balance de la presidencia de Tornero "no es positivo". Afirman que su gestión "ha estado marcada por la ausencia total de proyecto, la inestabilidad en la dirección y por algunos lamentables episodios de extralimitación de sus competencias (caso Tinduf), tratando de influir en el relato de los Telediarios".

"Riesgo de sufrir una fuerte politización"

Pero tampoco se muestran precisamente optimistas ante el futuro de la Corporación, que queda en manos "de un puñado de voluntades, con enorme riesgo de sufrir una fuerte politización a las puertas de un año con varias citas electorales". "Produce auténtico hastío -agregan- escuchar en los medios de comunicación que RTVE fue moneda de negociación partidista entre el Gobierno y el PP en el contexto de la renovación de otros órganos constitucionales", en febrero del año pasado.

De los tres consejeros propuestos por el PSOE, Ramón Colom, Elena Sánchez y Concepción Cascajosa, fue Colom el más reacio a dejar caer a Tornero, según ha podido saber El Independiente. Finalmente, junto a los dos nombramientos de la cuota morada, esto es, José Manuel Martín Medel y Roberto Lakidaín, le retiraron su confianza.

Desde Moncloa dicen respetar "la independencia de los consejeros", negando cualquier vinculación con su defenestración, lo que resulta poco o nada creíble. La solución inmediata pasa por elegir de entre los nueve consejeros restantes un presidente interino, sin descartar incluso un sistema rotatorio. Quien más papeletas tiene es la periodista Elena Sánchez, de dilatada y reconocida trayectoria en el Ente.

No existe la figura del administrador único

En el actual modelo no existe la figura del administrador único, que permitió a Rosa María Mateo una "interinidad" de casi tres años a pesar de tratarse de un nombramiento provisional. Para ocupar la vacante de Tornero como vocal del Consejo el Congreso de los Diputados necesitaría al menos de mayoría absoluta en segunda votación. Y para la presidencia una mayoría reforzada de dos tercios, algo hoy por hoy improbable dada la ruptura de puentes entre socialistas y populares. En fin, una situación endiablada que añade más incertidumbre a la televisión y radio públicas en mitad de una crisis de audiencia y con el horizonte electoral de fondo.