Es una evolución silenciosa pero constante. Lo hace al mismo ritmo que se ha ido modulando la tensión política en la sociedad vasca y se ha ido reencauzando por otros caminos. Desde que la violencia terrorista desapareció, el pulso político también ha variado, impulsado por las crisis económicas de los últimos años y por la pandemia, relegando aspiraciones, proyectos y mensajes en clave más soberanista. También las encuestas han ido mostrando que la sociedad vasca ha cambiado y que en la última década las cuestiones más soberanistas o identitarias pierden peso.

Muestra de ello es cómo en los años de mayor tensionamiento social en torno al pulso soberanista el sentimiento vasco se imponía de modo muy importante al reconocimiento de una identidad española. Sin embargo, hoy la identidad vasca y española han variado de manera importante, incluso entre las formaciones nacionalistas. En términos generales sólo uno de cada cinco vascos afirma sentirse "sólo vasco". Hace 25 años, a finales de los años 90, ese porcentaje alcanzó a un tercio de la sociedad, el 33%. Desde entonces ha ido reduciéndose de modo progresivo, en especial en los últimos años. En 2019 quienes aseguraban sentirse sólo vascos representaban el 24%, según el Sociómetro que elabora el Gobierno vasco.

El sondeo también muestra que un tercio de los vascos hoy día sí reconoce sentirse "más vasco que español", pero la opción mayoritaria es la que afirma ser "tan vasco como español" y que alcanza al 41% de los encuestados en el último sondeo realizado por el Gobierno vasco.

La evolución en el sentimiento identitario de la ciudadanía no ha supuesto sin embargo un alejamiento de las formaciones abertzales. Más aún, el Parlamento Vasco actual es el que mayor peso de formaciones nacionalistas muestra desde la recuperación de la democracia. Nada menos que el 70% de los escaños pertenecen a partidos nacionalistas, el PNV con 31 diputados y EH Bildu con 21 de los 75 que componen la Cámara vasca. Y los sondeos de cara a futuras elecciones no muestran indicios de desgaste en ambas formaciones. Tanto el PNV como la izquierda abertzale han ido reorientando sus mensajes y programas hacia el nuevo concepto de nacionalismo que se ha ido imponiendo en Euskadi, en el que priman las cuestiones sociales y económicas sobre las identitarias.

Bildu, el triple de 'sólo vascos' que el PNV

Sin duda, la evolución más acentuada se detecta entre los votantes del PNV. La formación que lidera Andoni Ortuzar hace años que ha arrinconado sus mensajes más soberanistas, con cada vez menor entrada entre su electorado más joven. Cuatro de cada diez votantes jeltzales afirma sentirse tan español como vasco y a los que se suman tres de cada diez que se sienten un poco más vascos que españoles. En su base electoral apenas dos de cada diez se siente "sólo vasco".

El PNV llevó a cabo su última gran apuesta territorial en clave soberanista en tiempos de Juan José Ibarretxe, cuyo 'plan' fue rechazado en el Congreso de los Diputados. Desde entonces, tras la remodelación del partido que llevó a cabo Urkullu durante su presidencia cuando el PNV pasó a la oposición, los mensajes identitarios han ido perdiendo presencia. Sus últimos intentos se han topado con dificultades para salir adelante, tanto en el impulso social de sus bases como de la Cámara vasca.

Para 2015 Urkullu prometió en su programa electoral que el País Vasco celebraría una consulta para votar un nuevo encaje territorial de Euskadi en el Estado. Ocho años después, ni siquiera el articulado del nuevo estatuto vasco ha logrado superar la fase de borrador. Su documento, y el presentado por EH Bildu y el PP, siguen esperando reaparecer en esta legislatura autonómica.

Ni siquiera en el ala más radical del nacionalismo vasco se han librado del cambio de aires identitarios. Pese a que en EH Bildu quienes se sienten "únicamente vascos" casi triplican a los que lo afirman en el PNV, el 57%. Sin embargo, se trata de un porcentaje muy inferior al de hace sólo unos años. Así, en 2017 a la pregunta sobre cuál era el sentimiento de identidad dominante, en el caso de los votantes de la izquierda abertzale el 72% aseguró que sólo se sentía vasco, catorce puntos más que ahora.

Una 'españolidad' del 4,7

Con motivo de la celebración del Día de la Hispanidad la izquierda abertzale ha reiterado sus mensajes en contra de España y en favor de la independencia que tenía algo arrinconados en los últimos meses. Con una campaña a través de redes sociales y algunos actos en la calle, la izquierda abertzale ha subrayado su posición crítica contra el Estado "que nos pisotea, y nos impone un régimen, no tenemos nada que celebrar".

En términos generales, la sociedad vasca no se siente española de forma mayoritaria, pero sí lo hace en mayor medida que hace unos años. En una escala de 0 a 10, la media de 'españolidad' se establece en el 4,7. Se trata de una puntuación significativamente más elevada a la de hace unos pocos años. Desde 2019 la puntuación de sentimiento identitario español en el País Vasco se ha mantenido constante en el 3,9.

El peso de los partidos constitucionalistas ha ido perdiendo peso. Así, la representación institucional del PSE y el PP se ha reducido de manera importante en los últimos años. En el caso de los socialistas la irrupción de Elkarrekin Podemos la ha afectado y en el caso de los populares la llegada de Vox, con un escaño en el Parlamento Vasco, también.