Ni moción de censura por la derogación del delito de sedición ni comisión de investigación por los acontecimientos de Melilla del pasado mes de junio. El líder del PP ha anunciado ante su ejecutiva nacional dos vías, la primera, luchar no sólo porque se mantenga en nuestro Código Penal la sedición sino, también, incorporar como delito la convocatoria de referendos ilegales, que en su momento también defendió Pedro Sánchez. Y sobre la patata caliente de los dramáticos acontecimientos en Melilla, una comparecencia urgente del presidente del Gobierno ante el Congreso, ya formalizada por el Grupo Popular.

Feijóo ha apelado en todo momento ante los suyos a la "serenidad, moderación y centralidad", aunque ha sido muy duro en sus acusaciones a Pedro Sánchez, del que ha dicho "no tiene derecho a hacer lo que está haciendo".

La democracia "necesita ser defendida y cuidada todos los días, ahora en mayor medida", ha arrancado el líder del primer partido de la oposición. "No es novedad que el independentismo quiera debilitar una nación de 500 años, lo que sí es novado es que la idea haya sido asumida por el gobierno y por el PSOE". Hasta ahora "eran inquebrantables a la hora de proteger a los ciudadanos. Por desgracia ya no es así, ya no es fiel a algunos de los valores constitucionales ni fiel a sí mismos. Nosotros no abandonaremos esos principios y los defenderemos con todos los que nos quieran acompañar desde la moderación y la centralidad".

No ha aludido a a manifestación de este domingo en Madrid

Sin aludir en ningún momento a la manifestación de este domingo en Madrid en defensa de la sanidad pública y contra Isabel Díaz Ayuso, ha explicado que en la decisión de Sánchez "no hay convicciones profundas tras la metamorfosis socialista. No han mutado su ideario", de hecho, ha asegurado, "muchos militantes me han trasladado su malestar, estupefacción y tristeza. Saben que se acepta desproteger el Estado por una razón; la necesidad imperiosa de que una persona se mantenga en el poder por intereses particulares".

Por ello desde el PP se ha interpelado a los barones socialistas para que frenen una deriva ante la que "no caben medias tintas. Están obligados a dar un paso al frente, a posicionarse y a votar". El presidente del PP ha aludido los parlamentarios de Castilla-La Mancha, Extremadura y Aragón, entre otros, que deberán refrendar la reforma del Código Penal. Y las consecuencias "no solo serán para sus intereses electorales, sino para nuestro país. Les decimos en cada ayuntamiento y Comunidad que, o se está con el interés particular de Sánchez o con los intereses de España".

Tras denunciar que, a su juicio, "la legitimidad para hablar de España se la conceden a Junqueras, a Puigdemont y a Otegi", ha destacado la anomalía que supone que sean "los sediciosos los que deroguen su propio delito. Es una cacicada, e incluir el delito de malversación sería el colmo. No hay ningún principio democrático que diga que pueden hacer un código penal a su medida y cuenten con la complicidad" del presidente del Gobierno.

Cree Feijóo que con la estrategia de Sánchez "se está desprotegiendo el Estado democrático y los sediciosos no ofrecen nada a cambio, se jactan de facilidades para conseguir sus objetivos". Además, ha alertado de las consecuencias que derogar la edición pueden tener en Europa, donde los tribunales de la UE deben decidir, entre otras cosas, sobre la extradición de Puigdemont. "Les allana el camino también en el tribunal europeo, de hecho, se podría acabar condenando a la nación, en lugar de al independentismo". Además, si los secesionistas volvieran a declarar la independencia, sin violencia, "quedarían impunes", ha advertido.

En este sentido ha agregado que "el delito existe (de sedición) y seguirá existiendo, solo que con Sánchez se podrá cometer con impunidad", y recordado que otros países de nuestro entorno castigan los intentos secesionistas hasta con prisión permanente

"Pretendían engañarnos hasta el final", dice el líder del PP respecto a la negociación del CGPJ

Tras denunciar que "un Gobierno no puede mercadear con el Estado como si fuera suyo porque no lo es", ha recordado la secuencia de hechos desde que hace poco más de dos semanas Moncloa aseguraba que no iba a haber modificaciones sobre la sedición, poco después que no tenían los votos y "hace unos días que no estaban en ello" mientras negociaban con el PP la renovación del CGPJ. "Pretendían engañarnos hasta el final y luego buscaron nuestra complicidad, pero ni la tienen ni la tendrán". O ERC o el PP, esas son las condiciones de los populares para volver a sentarse a la mesa.

Y en cuanto al asalto de la valla de Melilla que se saldó con, al menos, 23 fallecidos entre los inmigrantes, ha afirmado que "la palabra de este Gobierno vale entre poco a nada. Pero cuando la mentira es tan evidente, un gobierno debe asumir la gravedad de los hechos, dejar de fingir que no ha pasado nada y depurar las responsabilidades oportunas". Por ello quieren que sea Sánchez "el primero en dar la cara".