El líder de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha presentado una queja ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional por los insultos y las acusaciones ("hijo de puta", en concreto) supuestamente vertidos por el expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps en el marco del juicio por las presuntas irregularidades en la adjudicación a Orange Market, una de las empresas del grupo.

En un escrito de este lunes, al que ha tenido acceso Europa Press, la defensa de Correa relata el "desagradable incidente protagonizado" por Camps el pasado 31 de enero a la salida de una de las sesiones de la vista oral que se está siguiendo en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares.

"A la entrada de la sala de juicios, muy alterado, (Camps) se dirigió a mi mandante insultándole e increpándole. En concreto el señor Camps le llamó hijo de puta y le recriminó haber mentido en su declaración", relata su letrado.

Además, su representación asegura que a este "incidente se suma, acto seguido, la intervención del señor Camps en un programa de televisión de la cadena 13TV" en la que señala que Correa ha alcanzado un pacto con la Fiscalía Anticorrupción "para acusarle a cambio de obtener el tercer grado penitenciario".

"Esta afirmación, a nuestro entender calumniosa para los representantes del Ministerio Público y para mi mandante, es absolutamente falsa. El señor Camps debe saber que jamás desde la Fiscalía se ha trasladado a mi representado o a sus letrados indicación alguna ni contra el señor Camps, ni contra nadie, ni en esta pieza ni en ninguna otra de las piezas Gürtel", apunta el escrito.

Más de 10 años de prisión cumplidos

En este contexto, la defensa de Correa sostiene que, finalizada la sesión, el líder de Gürtel "manifestó de viva voz su deseo de asistir a próximas sesiones gozando ya del tercer grado penitenciario".

"Expresó su anhelo de alcanzar esa situación penitenciaria a la que tiene todo el derecho del mundo después de más de 10 años de prisión cumplidos, y ello nada tiene que ver con pacto alguno con la Fiscalía, ni como contraprestación de nada", afirma su representación.

Fuentes de la defensa de Camps explicaron el día del incidente que el expresidente valenciano se habría molestado por el chascarrillo utilizado por Correa al término de su declaración, cuando el presidente del tribunal le recordó que podía renunciar a su derecho a la última palabra para no acudir a más sesiones del juicio. "Si me dan el tercer grado vengo", bromeó el líder de Gürtel.

Cabe recordar que Camps se enfrenta a una petición de la Fiscalía Anticorrupción de dos años y medio de cárcel por las presuntas irregularidades en la adjudicación a Orange Market, una de las empresas de la trama Gürtel, del contrato para el expositor valenciano de la edición de Fitur 2009.

Correa, por su parte, reconoció los hechos de los que es acusado y planteó la posibilidad de aceptar una condena de 2 años y 3 meses de cárcel y una multa de 134.500 euros por delitos de tráfico de influencias, prevaricación administrativa, malversación de caudales públicos y falsedad en documento mercantil.

En su escrito, el líder de la Gürtel se atribuye la idea de crear Orange Market para "obtener contratos de la Generalitat Valenciana y organizar las campañas electorales del PP" allí, "dadas las buenas relaciones que Álvaro (Pérez, alias El Bigotes) inició con Paco Camps".