Feijóo prevé alcanzar pactos a varias bandas para no depender solo de Vox y debilitar su presión

"No demos por hecho que todo lo que no sea PP y Vox es PSOE". Así de tajante se muestra un estrecho colaborador de Alberto Núñez Feijóo respecto al escenario que contemplan en menos de un año, tras la celebración de las elecciones generales de diciembre. Convencidos de que las legislativas se celebrarán el día 10 de ese mes, -a pesar de los festivos del 6 y del 8, Día de la Constitución y de la Inmaculada, respectivamente- se resisten a dar por hecho que el único aliado posible del PP tenga que ser Vox en un Congreso de los Diputados donde están representadas más de veinte fuerzas políticas.

Es cierto que, según los sondeos, la formación de Santiago Abascal, aunque da signos de desgaste electoral, en general, aguanta, por lo que sería el partido que más diputados aportaría a una mayoría de investidura para el bloque de centro-derecha. Pero el PP aspira a un gobierno monocolor, a exorcizar el riesgo de tener a Abascal de vicepresidente apoyándose en otras fuerzas con las que sumar más apoyos y debilitar la presión de Vox.

Señalan en este sentido las fuentes consultadas que "habrá que ver qué votarían los canarios, el PNV, Teruel Existe, los de Cantabria... Dejemos de dar por hecho que sólo hay PP y Vox y luego todos los demás", insisten. Conscientes de que los nacionalistas vascos son incompatibles con un pacto con Vox, en torno al cual han tejido un cordón sanitario, los populares esperan que ese veto no opere ante un gobierno monocolor presidido por Núñez Feijóo.

El líder del PP mantiene una agenda paralela de continuos y discretos contactos con muchos dirigentes políticos, incluso con los que jamás podría alcanzar un acuerdo de investidura. Pero el objetivo es testar tanto a aquellos que estarían dispuestos a darle su apoyo, como a abstenerse para impedir su dependencia de Vox. "¿Qué harían ERC, PdeCat o Junts? La abstención de cualquiera de ellos saca a Abascal de la ecuación. ¿Ningún partido de izquierdas va a tener esa reflexión? Vamos a ver", se preguntan en el cuartel general de los populares.

La media de las encuestas, según las semanas, les dan entre 39 y 47 escaños por encima del PSOE. En el mes de febrero y sobre la base de 10 sondeos, el PP se colocaba en 136 escaños y el 31,63% de los votos. Mariano Rajoy gobernó en solitario en su segunda legislatura con 137, apoyado parlamentariamente en Ciudadanos, con 32. El equipo dirigente popular se mira en ese espejo para intentar evitar un gobierno de coalición para el Ejecutivo nacional.

"No es poco colchón", indican en conversación con El Independiente para agregar irónicos que "el efecto Feijóo se mantiene y ya ha pasado un año con un aficionado de provincias", aludiendo al origen gallego de quien encadenó cuatro mayorías absolutas en el ejecutivo de la Xunta.

No se conforman en todo caso con esos 136 escaños. Creen que, como en Madrid o en Andalucía, funcionará un mecanismo de "voto útil" tanto para propiciar un cambio de ciclo político como para "olvidar" la experiencia de un gobierno de coalición. Sostienen en el PP que "mucha de la izquierda moderada está más cómoda con un gobierno de Feijóo en minoría que con uno de Sánchez y de Podemos".

El PP alardea de haber arrebatado al PSOE la bandera del feminismo

Además, aducen, "les hemos arrebatado banderas tradicionales que eran suyas, como el feminismo" y respecto al aborto "la derecha no tiene un mensaje que asuste al electorado femenino" que es una de los principales sostenes electorales de los socialistas. En definitiva, "estamos yendo a robar el pan a casa del PSOE".

El pasado sábado, el vicesecretario general de Coordinación Autonómica y Local, Pedro Rollán, explicaba en entrevista con este medio que les sirve tanto el modelo madrileño como el andaluz. Fue sobre todo en Andalucía donde se constató el trasvase de voto del PSOE al PP, algo que los actuales sondeos vienen confirmando también para el ámbito nacional.

Pero en el reparto de mayorías y minorías, tanto un modelo como otro parecen imposibles en el Congreso de los Diputados, dada la enorme fragmentación del mismo. Además, por primera vez desde la Transición, se abre la puerta a que el partido que gobierne la nación no sea el ganador de las elecciones generales. Si Feijóo obtiene finalmente "160 escaños, esos 17 que te faltan para la mayoría absoluta hay de donde sacarlos además de de Vox", pero no hay ningún sondeo que haya dado esa cifra. "Tampoco en Andalucía nadie adelantó la mayoría absoluta de Juan Manuel Moreno", replican.

Por otro lado, rechazan que los acuerdos que se puedan alcanzar con Vox en aquellas comunidades y ayuntamientos tras el 28-M, donde no haya otra alternativa, puedan pasarle factura al candidato del PP a la presidencia del Gobierno. Recuerdan en este sentido que, con el pacto en Castilla y León "no nos penalizó nada en Andalucía. Hubo más voto para el PP que nunca. Sin que Vox bajara, el PP arrasó" en buena medida por el trasvase de voto socialista.