Apenas 10 días. Es la vigencia que le resta al acuerdo pesquero entre la Unión Europea (UE) y Marruecos. El próximo 17 de julio expirará sin posibilidad de renovación después de que en 2021 el Tribunal de Justicia de la UE lo declarara ilegal, en medio de un recurso de la Comisión Europea que podría dirimirse a finales de este año. En el compás de espera, el Frente Polisario, considerado por la justicia europea como el representante legítimo del Sáhara Occidental y sus aguas, celebra mañana viernes una reunión que califican de histórica con pescadores canarios en busca de una alternativa a este "fin de ciclo".

Se trata del primer encuentro del Polisario con pescadores españoles y sobre la mesa, avanzan fuentes del movimiento saharaui a El Independiente, se halla la invitación a negociar la concesión de licencias privadas con las que faenar en aguas saharauis. “Nos ponemos a su disposición para buscarles un marco legal y que puedan seguir con la actividad. Son víctimas de un acuerdo ilegal entre Marruecos y la UE”, señala a este diario Abdulah Arabi, representante del Polisario en España.

Un extremo que confirma Manuel Devers, abogado del Polisario ante las instituciones europeas. “Es evidente que la Comisión Europea no puede renegociar el acuerdo pero, al mismo tiempo, el Polisario no quiere dañar a las familias de los pescadores y está dispuesto a hablar con autoridades españolas y europeas pero también con los propios pescadores”, apunta el letrado en conversación con este diario. Alega que el encuentro nace de “la necesidad de dar pasos hacia delante”.

Consentimiento del Polisario

“Desde el punto de vista legal, los recursos pesqueros son saharauis y se necesita el consentimiento del pueblo saharaui y el único representante es el Frente Polisario. Existe la opción de alcanzar un acuerdo indirecto con la UE, entre pescadores y Polisario, en base a licencias privadas”, arguye Devers, uno de los artífices de una sentencia fruto de una década de batalla en los tribunales europeos contra un acuerdo que permitía faenar, en su mayoría, en aguas del Sáhara Occidental y ofrecía hasta ahora licencias a 128 barcos europeos, entre ellos 93 españoles. Con una vigencia de cuatro años, el fallo de septiembre de 2021 del Tribunal General de la UE declaró nulo el acuerdo alegando que se había pactado sin el consentimiento del pueblo saharaui y de su representante, el Frente Polisario, en violación del derecho internacional.

Estamos dispuestos a sentarnos con los pescadores y también con las empresas que trabajan en esas aguas

La cita en Canarias es la primera señal de la oferta que hace semanas lanzó el Polisario a través de su equipo de abogados. “Estamos dispuestos a sentarnos con los pescadores y también con las empresas que trabajan en esas aguas. Canarias es la que más sufre las consecuencias de la ocupación marroquí del Sáhara y esa asfixia permanente. Son con los que tenemos la relación más estrecha y los que más se podrían beneficiar de la existencia de un estado saharaui independiente”, detalla Arabi.

Primer encuentro oficial

Al encuentro de este viernes, el primero mantenido de manera oficial, acuden Arabi y uno de los abogados del Polisario además de Antonio Rodríguez, vicepresidente de la plataforma por el Mar Canario; David Pavón, representante de la Federación Regional de Cofradías de Pescadores de Canarias y Lorenzo Brito Castro, patrón mayor de la cofradía de Gran Tarajal, en Fuerteventura.

Desde Cepesca, la Confederación Española de Pesca, se muestran escépticos con el encuentro. “En el caso de que existiera la posibilidad de negociar licencias privadas, hay un reglamento que regula esa concesión. Una cosa es que puedas negociar con un tercer país y otra cosa es que la UE te de la autorización para hacerlo”, replica a este diario Javier Garat, secretario general de Cepesca, que asegura no haber tenido contacto con el Polisario. “Estamos pendientes de la sentencia del Tribunal de Justicia, de la que depende el futuro de este asunto”, agrega.

El acuerdo con Marruecos beneficia principalmente a barcos de Andalucía, Canarias y Galicia. Ofrece posibilidades para 22 cerqueros, 25 palangreros de fondo de pesca artesanal en el norte, 10 barcos de pesca artesanal en el sur, 12 de pesca demersal y 23 cañeros atuneros. A cambio de permitir el acceso de la flota, Marruecos se embolsaba una contrapartida económica de 50 millones de euros anuales, incluyendo el apoyo sectorial y el canon que pagan los armadores, de alrededor de 12 millones.

Unos beneficios que han quedado suspendidos por el fin del acuerdo y que han provocado indignación en los despachos de Rabat. El acuerdo tiene, además, implicaciones políticas y diplomáticas para España y es un elemento que podría explicar el aumento de llegadas de migrantes desde las costas de Marruecos y los territorios ocupados del Sáhara en plena ruta hacia las elecciones generales del próximo 23-J. Asimismo, afecta al acuerdo comercial agrícola entre Bruselas y Marruecos.

La principal incógnita ahora es cómo el Polisario puede ofrecer licencias con el control “de facto” de las aguas por parte de Marruecos. “Existe una cuestión de seguridad pero depende de la UE y de España y de su voluntad de explicarle a Marruecos que ya basta y que son aguas que no le pertenecen”, apunta Devers. “Para eso está el derecho internacional. Son aguas bajo ocupación. No es la primera vez que pasa y son la ONU y la UE los que tienen que garantizar que el acuerdo se lleve a cabo”, precisa Devers.

A su juicio, la Comisión Europea cuenta con mecanismos para que la flota no se quede sin caladero. “El Sáhara Occidental no es el único territorio ocupado en la vecindad de la UE. La Comisión ya encontró modos de llegar a acuerdos en territorios ocupados de Moldavia (Transnistria), Chipre, Georgia o incluso Ucrania. Hay soluciones y la Comisión tiene experiencia”, concluye. En opinión del Polisario, ha llegado el momento de “actuar con valentía”. “Es tiempo de afrontar las consecuencias de un territorio no autónomo pendiente de descolonización y en el que cualquier actividad con la fuerza ocupante resulta ilegal. Es decisión de todos ofrecer una visión más amplia que la de garantizarse unos años de saqueos, pillajes y complicidad con el ocupante”.