Mientras el 'voto útil' de la derecha lo pide aglutinar el PP y su candidato a la presidencia Alberto Núñez Feijóo para evitar un gobierno condicionado por Vox al que dará entrada, ha dicho, si no hay alternativa, en la izquierda la utilidad del voto queda focalizada en lo material, en la capacidad de crecer de PSOE y Sumar, y ser competitivo para contrarrestar esa posible alianza de derechas que la mayoría de encuestas privadas ya vislumbran como única vía para un vuelco de Ejecutivo. En la última media, El Independiente lo fija en una mayoría absoluta de 178 escaños.

Si hay unas provincias completamente vetadas para el bloque de izquierdas a la izquierda del PSOE esas son las 21 que reparten cuatro escaños o menos, y donde se juegan un total de 68 escaños. Sobre todo, son circunscripciones donde la competencia principal la tiene el bipartidismo, principalmente por su implantación territorial, pero también zonas generalmente conservadoras. Son la mayoría de provincias de Castilla y León y Castilla-La Mancha, parte de Aragón y Galicia, y Álava o Lleida. De esos 68 diputados repartidos, el PSOE tiene 33 y el PP 24. Vox, como tercer partido aglutina nueve y Unidas Podemos solo consiguió uno en las últimas generales, en Álava.

Hay que destacar que la absorción de buena parte del voto de Ciudadanos por el PP, que superaría el 55%, por proporcionalidad ubicaría a Feijóo como lista más votada en gran parte de esas provincias, lo que a la hora de distribuir los escaños mediante la ley D'Hondt, reforzaría la capacidad de doblar el pulso al segundo partido más votado, que sería el PSOE, y dejar sin opciones a Vox, que también transferiría en torno al 17% de a Génova a nivel global. Como ha publicado este medio, hay diez provincias de esas 21 donde el PP ve claridad para dejar sin representatividad a Vox [donde la tiene] y hacer un 3 a 1 en escaños frente al PSOE: Albacete, Álava, Burgos, Cáceres, León, Lleida, Lugo, Orense, La Rioja y Salamanca. De hacerlo, Vox perdería cuatro de esos nueve.

Con una resistencia de electores de entorno al 80% y viendo los resultados obtenidos por los de Pablo Iglesias en las generales, es difícil que Sumar movilice exponencialmente el voto para competir con Vox por esos terceros escaños. Más cuando el espacio electoral no es tan sólido como Unidas Podemos pese a aglutinar a Más País o Compromís, entre otra docena de socios. Hay algunos ejemplos que dejan una idea de lo complicado que es el escenario en las provincias pequeñas para Yolanda Díaz. En Zamora, con la capital bajo el control del único alcalde del PCE que queda en capital de provincia en España, Unidas Podemos solo logró 7.001 votos frente a los 17.036 de Santiago Abascal. Bajo la premisa de absorción de votos de Ciudadanos a PP mencionada, Feijóo subiría hasta 37.000, y con el método de reparto de escaños, se quedaría o al menos tendría muy fácil disputar ese tercer representante a Vox.

El ejemplo más visual es el siguiente. Con 37.000 votos, el PP se lleva el primer escaño ante los 32.747 del PSOE. Al dividir el resultado del PP entre dos, que es como se asigna un segundo escaño, el PSOE tiene la suma más alta frente a los populares, que pasan a 18.000. Y en un tercer reparto, ese dato es más alto que lo que obtiene Vox, por lo que pierde ese cargo. [A continuación se muestra el resultado de 2019 y la proyección actual de acuerdo a las transferencias de voto generales. En negrita, quien logra el escaño]

1º Diputado2º Diputado3º Diputado
PP33.49516.747-
PSOE32.74716.373-
Vox17.036--
UP7.001--
CS6.835--
1º Diputado2º Diputado3º Diputado
PP39.33519.667-
PSOE30.000 +-15.000-
Vox17.000 +-8.500-
Sumar7.000 +-3.500-

Si hubiera un cuarto escaño a repartir en la provincia, Sumar tampoco tendría opción de hacerse con él. Los números se repiten en otros enclaves como Cáceres, mientras que en sitios clave con Lugo u Orense, en la Galicia natal de Díaz, sí se ha superado a Vox con anterioridad, pero el bipartidismo quintuplica sus resultados y los imposibilita. Más difícil es Albacete, tanto para el PP como para Sumar, donde la previsión es que Vox siga siendo tercera fuerza y aguante con su escaño pese al fortalecimiento del PP.

El PSOE, hasta siete escaños más que el 10-N

Partiendo de que hay facciones en la izquierda que históricamente no se han planteado, ni próximamente lo harán, votar al PSOE, caso del núcleo más purista de IU y el PCE, de darse ese fenómeno en las provincias mencionadas el aguante e implemento del PSOE podría ser determinante en esa competencia de 20 escaños con el PP de Feijóo. Más si la otra mitad del voto de Ciudadanos, ahora huérfano por no presentarse la formación naranja a las generales, se transfiere al PSOE [hay además dos de cada diez votantes indecisos entre las dos opciones bipartidistas]. Hay dos encuestas publicadas hasta el momento que incluyen una atribución de reparto de escaños por provincias en la que se hace referencia a Sumar, son el último CIS, que le da el mejor resultado hasta la fecha desde la confirmación de Díaz como candidata nacional, y una anterior de junio publicada por 40dB para El País [en esos datos se fundamenta este análisis]. Ninguna le da opciones claras de conseguir representación más allá de Álava, como hizo Unidas Podemos. Solo el CIS de Tezanos abre esa posibilidad en Burgos y en Huesca con una horquilla de 0-1 que disputarían al PP.

El listado provincia-voto del 10-N sin opciones ni antes ni ahora para la izquierda a la izquierda del PSOE es el siguiente: Albacete (20.000), Burgos (22.000), Cáceres (20.100), La Rioja (16.000), León (27.000), Lleida (16.300), Lugo (16.500), Orense (13.573), Salamanca (13.600), Cuenca (7.500), Guadalajara (14.900), Huesca (14.000), Palencia (7.750), Segovia (7.900), Teruel (3.990), Zamora (7.000), Ávila (6.100), Ceuta (1.300) y Melilla (810). En vista a la competencia en la que quedó entonces cada escenario y asumiendo las transferencias de Ciudadanos al PP y dos de cada diez electores de Vox, una fuga total de votos morados al nicho socialista permitiría resistir como lista más votada a Sánchez múltiples circunscripciones.

El PSOE aguantaría posiciones en Segovia (1); en Huesca y Cuenca, donde tiene 2 escaños frente a 1 del PP; conseguiría ese resultado ahora en Guadalajara. Subiría otro escaño en Lugo y otro en Orense para quedarse con un 3 a 1 del PP, y repetiría ese ascenso en León, Cáceres, Albacete y Burgos arrebatando un escaño a Vox en cada provincia. Podría disputar con el PP en Zamora y Palencia donde ahora el equilibrio es de 2 a 2. Y en Lleida podría quitar un segundo escaño a Junts para ponerse empatado con ERC 2-2-1. La absorción del voto de Unidas Podemos en Ceuta, Melilla, Ávila, Palencia, Teruel, Salamanca y La Rioja no tendría utilidad.

Los grandes feudos, el tirón de Sumar

Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Sevilla y Málaga son los grandes escenarios para recolectar voto que tiene Díaz y cuyo voto por su candidatura no penaliza a la izquierda dentro de lo que cabe de por si por el fraccionado panorama electoral ante un sistema que beneficia a los grandes partidos. Frente a los cinco escaños de Unidas Podemos en Madrid, la aglutinación del voto de Más País da opciones de ascender a siete diputados. En Barcelona las opciones son de seis o siete cargos frente a cinco actuales. En Valencia se podría pasar de dos a 3-4 y en Alicante y Málaga de uno a dos. En en Sevilla se aguantaría con los dos miembros morados de la cámara baja allí conseguidos. En esas grandes plazas, como Asturias, Sumar tiene capacidad de conseguir dos diputados, uno más que en 2019.

En el resto de feudos, de conseguirse alcanzar los 34 escaños de media que le dan el cómputo de encuestas a este inicio de mes, se aguantarían los resultados anteriores de Iglesias. Son 1 escaño por Granada, Murcia, Córdoba, Navarra, Guipúzcoa, Girona, Castellón, Pontevedra, Santa Cruz de Tenerife, Zaragoza, A Coruña, Bizkaia, Las Palmas, Cádiz, Álava y Tarragona [hay está disputado]; dos en Baleares.