Si hay un enclave territorial donde Pedro Sánchez tiene asegurada la victoria en este nuevo proceso electoral, ese es Cataluña. El PSC lidera todas las encuestas que se han publicado recientemente y hasta el cierre del plazo oficial este martes pasado. La duda es cuál será el techo electoral de los socialistas en estos comicios. Ya en las municipales, el aparato que lidera el exministro de Sanidad Salvador Illa, logró la victoria con el 23,2% de los votos, 6,33 puntos por encima de ERC, el partido de Oriol Junqueras. Como precedente autonómico más próximo, tras el éxito de Ciudadanos en los comicios regionales de 2017, el PSC se impuso en la edición de 2021. El resultado fue un empate técnico con los republicanos, aunque con 50.000 votos por encima y 23,04 puntos de apoyo electoral.

La pulsión de despuntar por encima de ERC ya se vio en las municipales, con un ascenso de casi siete décimas de apoyo respecto a las últimas autonómicas. Poco, pero suficiente frente a la caída de los de Junqueras en esa franja de tiempo: pasa del 21,3% al 17,39%. Un retroceso provocado, entre otros factores, por el desgaste gubernamental de la gestión desde el Govern de Pere Aragonés y su política de pactos con Sánchez en Madrid. De hecho, teniendo en cuenta los resultados de 2021 y de 2023, no se percibe un transvase claro. Puede advertirse en el sorpasso de Junts a ERC en la segunda posición un posible trasvase de voto en clave independentista.

De cara al 23-J, los sondeos pintan un escenario diferente en todo caso. Se aprecia a simple vista un factor en el ámbito de la izquierda, y ese es el voto útil hacia el PSC para el Congreso de los Diputados en un intento de frenar la conformación de un Ejecutivo de derechas entre PP y Vox. En este cierre del periodo para publicar sondeos, son tres las principales encuestas que permiten apreciar qué escenario se impondría tras las generales. El segundo barómetro trimestral del Centro de Estudios de Opinión catalán (CEO) y los tracking de GAD3 y SigmaDos para ABC y El Mundo que incluyen reparto provincial de escaños. Y todos auguran un crecimiento del PSC, un mantenimiento con posibilidades ligeras de ascenso de Junts y el desplome de ERC.

El CEO indica que frente a la segunda plaza y los doce escaños (20,64%) parlamentarios obtenidos para el 10-N, ahora el PSC ganaría los comicios catalanes a ERC y se movería en torno a los 16-18 escaños. Ello con entre un 29% y un 33% del voto. La candidatura liderada por Gabriel Rufián bajaría de 13 diputados y la primera posición a 8 o 10 en el mejor de los casos. Y pasaría del 22,73% a un 15-18% de los apoyos. Junts o bien sumaría o bajaría uno respecto a los ocho logrados en 2019 con mínimos cambios en atribución porcentual.

El PSC podría pasar de 795.000 votos a cerca de 1,32 millones según las transferencias de voto que atribuye el CEO en su último barómetro"

El segundo partido más beneficiado sería el PP, con las mismas posibilidades de ampliación que los socialistas, de cuatro a seis escaños. La CUP o bien resiste con sus dos o queda fuera, Vox tiene capacidad de mejorar un escaño por Barcelona para llegar a tres, y Sumar es el segundo gran perjudicado por el voto útil a Sánchez: los comunes, integrados, perderían tres escaños de mínimo. Pasarían de siete a cuatro, con posibilidades de retroceder a dos en un margen amplio.

Detalles por provincias: PSC frente a ERC y los comunes

SigmaDos y GAD3 tiran a la baja respecto al crecimiento del PSC y ese voto útil. Reducen su victoria a 13 escaños, siendo para ambos nueve en Barcelona, dos en Tarragona, y uno por igual en Girona y Lleida. Sumar, que para el CEO se debate entre 2 y 4, no conservaría los siete logrados bajo Unidas Podemos el 10-N. Pero sí seis, con cinco por Barcelona y uno al margen: en Girona para GAD3 y en Tarragona para SigmaDos. Los socialistas ganarían en el cinturón constitucionalista, es decir, las provincias del sur y en las zonas más metropolitanas, pegadas a la costa: Barcelona y Tarragona. El PP lo haría en Lleida, aunque ajustado con el PSC. Y en Gerona el PSC sería el partido constitucionalista más apoyado, frente a un empate a dos escaños de ERC y Junts. SigmaDos, en cambio, deja el camino solo despejado para Junts y su victoria.

El desgaste de ERC frente al PSC se ve más claro con una mirada a Barcelona, la provincia que mayor número de escaños reparte. De los 7 de ERC, ahora Rufián sacaría allí 5. De 8 a 9 pasa el PSC, con Meritxell Batet a la cabeza de la lista. El pronóstico es que baje de dos a uno en el resto de circunscripciones, con la duda de Girona, donde podría mantenerlos.

¿Qué nivel de transferencia de voto hay?

Según el CEO, que en su última oleada ofrece una estimación de voto con sus respectivos trasvases. El PSC aguantaría un 80% de fidelidad de votantes. Sería el partido con más resistencia en las urnas, seguido de Vox y PP, con 69 y 68 puntos respectivamente. Los de Illa perderían un 3% de voto hacia ERC, un 2% hacia Junts y Vox, un 4% al PP, y un 3% a Sumar. También un 4% de los votantes socialistas irían a la abstención, al voto nulo o el blanco. Frente a este ligero transvase, el PSC recoge un 12% de ERC, un 13% de Junts, un 16% de los comunes/Sumar, un 12% del PP, un 6% de la CUP, un 8% de Vox, un 17% de otras opciones, y un 20% de la abstención.

De acuerdo a estas cifras, las listas pasarían de lograr 794.666 a 1,32 millones [sin contar los trasvases de votantes de candidaturas que quedaron fuera del Congreso]. Quita a ERC 105.000 votos, 70.000 a Junts, 88.000 a los comunes, 34.800 al PP, a la CUP 30.000, a Vox 19.500 y de la abstención recoge a 344.000 personas.

El PSC, pese a todo, sigue lejos del resultado obtenido por Carme Chacón en 2008, para la revalidación del mandato, por primera vez, de Zapatero. Allí, con una realidad menos fragmentada que la actual, y con cinco grandes propuestas: PSC, CiU, PP, ERC y ICV-EUiA, los socialistas consiguieron 25 diputados y el 45,39% de los apoyos.