La influencia y ascendente de la fundación Reformismo21, creada por Alberto Núñez Feijóo como think tank del partido en sustitución de FAES, está creando recelos entre algunos dirigentes del PP. Con el telón de fondo de la posible conformación de un ejecutivo popular tras las elecciones generales de este domingo, ven en esa organización un contrincante directo a la hora de designar los futuros equipos gubernamentales en sus primeros y segundos niveles, sobre todo en el capítulo económico, pero no sólo. Los críticos ven en la Fundación "una especie de granero de ministrables" frente "a los que hacemos el trabajo del día a día en el partido y en los Grupos Parlamentarios", se quejan.

Presentados como "fichajes", nombres como el de Pablo Vázquez, presidente de la Fundación, van tomando cuerpo para el ministerio de Economía. Pero no sólo, porque el ex eurodiputado de Ciudadanos Luis Garicano -también integrado en Reformismo- es otro outsider que aparece en las quinielas, aunque su paso, bastante efímero eso sí, por la política, rema en su contra según las pistas proporcionadas por el propio líder del PP. Otra cosa es para el segundo nivel de la Administración, esto es, una secretaría de Estado.

Una terna para Exteriores

Y qué decir del Ministerio de Asuntos Exteriores. El propio candidato popular admitió hace unos días en una conversación informal con periodistas que tiene en mente una terna de nombres para ese puesto. Los ojos se van en primer lugar hacia el vicesecretario de Institucional, Esteban González Pons -quien podría dar el salto desde ahí a una comisaría europea-, pero también hacia el veterano diplomático Ramón Gil-Casares, miembro destacado de Reformismo21 y asesor cercano del líder del PP en materia internacional. No olvidar tampoco a otro diplomático como Gil-Casares, Juan Pablo García- Berdoy, gran conocedor de la política europea y de sus instituciones, aunque, en su caso, es ajeno a la fundación.

Otros miembros de think tank popular como Ramón Escolano, también para Economía; Rafael Matesanz, para Sanidad o Montse Iglesias, para Cultura, están en las quinielas de ministrables, aunque el candidato a la presidencia del Gobierno mantiene total hermetismo respecto a sus planes "sobre todo porque todavía no se han puesto las urnas", apostillan fuentes de Génova. Caracterizado por su discrección, Feijóo recibió además el consejo del director de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, de no adelantar ningún nombre "para impedir que el foco se pusiera sobre la persona elegida y la destrozaran". Por ello no ha revelado quién llevará los asuntos económicos en caso de gobernar, aunque el elegido ya ha aceptado el reto llegado el caso.

Los roces ya surgieron durante la elaboración del programa electoral

Las susceptibilidades entre dirigentes del partido y la Fundación ya surgieron durante la elaboración del programa electoral para las elecciones de este domingo. Es verdad que Feijóo les mandató para hacer propuestas bajo la coordinación de la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, a la que todos apuntan como futura vicepresidenta. El partido tuvo que perfilar algunas de las medidas de la Fundación, pero eso no impidió que destacados miembros de la misma ocuparan un lugar de honor en el acto de presentación del programa el pasado 4 de julio en Casa América, con el presidente de Reformismo21 sentado en primera fila. No eran pocos en el PP los que aseguraban no entender que "la famosa Fundación esté haciendo un programa al margen de las estructuras del partido, ni con FAES pasaba".

De hecho, buena parte del grueso del patronato de FAES se nutrió durante años de miembros de la dirección del partido, lo que permitía bastantes sinergias entre ambas organizaciones hasta que las relaciones entre José María Aznar y Mariano Rajoy saltaron por los aires y la relación acabó en sonadísimo divorcio.

En cambio, dicen los críticos, partido y Reformismo21 parecen compartimentos estancos, con poca interlocución y un trabajo que parece "clandestino", de ahí los roces que hubo en la elaboración del programa, sobre todo en lo que a economía se refiere por el grado de concreción de algunas de las medidas "sin conocer el estado real de las cuentas públicas", objetan en Génova.

Báñez y Pisonero, 'pata negra' del PP

Otra cosa son Fátima Báñez o Elena Pisonero, que aunque rescatadas políticamente por Feijóo para la Fundación, son 'pata negra' del partido. Ex miembros del Gobierno las dos, una como la ministra de Empleo hacedora de la reforma laboral modificada por Yolanda Díaz, y la otra como secretaria de Estado de Economía, Energía y Pymes, no crean recelos entre sus compañeros del PP.