El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de Castilla-la Mancha, Emiliano García Page, han hablado esta tarde dentro de la ronda de contactos que ha abierto el primero con barones autonómicos y agentes sociales. Pero coincidiendo públicamente en sus críticas sobre la posible amnistía de los imputados por el procés, desde Castilla-La Mancha se han limitado a señalar que ambos "han hecho una reflexión general sobre la situación política actual". Fuentes del PP han ido un paso más allá al concretar que han tratado sobre "la gobernabilidad de España", lo que no significa que el gallego haya conseguido ni un voto más para su investidura, cuestión que ni ha planteado, indican fuentes del PP.

Eso sí, Feijóo ha aprovechado para plantearle "la necesidad de poner en práctica el Acuerdo sobre la Igualdad con seis pactos de Estado -Regeneración Democrática, Estado del Bienestar, Saneamiento Económico, por las Familias, Agua y Territorial- como camino para resolver los graves problemas que atraviesa nuestro país desde el punto de vista institucional, económico y social."

La relación entre ambos siempre ha sido fluida y Page ha sido uno de los más críticos con amnistiar a los sediciosos, pero el líder del PP no va a conseguir ni un solo voto entre los diputados socialistas de Castilla-la Mancha para sacar adelante la votación del miércoles. Intenta ahondar en la brecha abierta en el PSOE a cuenta de lo que todo apunta a nueva cesión a los independentistas, pero más allá de responder a la llamada "por cortesía", en el entorno del presidente socialista transmitían la idea de que no son "interlocutores para negociar nada sobre la investidura" del dirigente popular.

Por otro lado, la asunción por parte del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, de que en su horizonte está el dar satisfacción a Carles Puigdemont promoviendo un amnistía por unos hechos que "no se debían haber judicializado", en referencia al desafío soberanista de 2017, se trata, a juicio de Alberto Núñez Feijóo, de la demostración de un nuevo "fraude electoral, reincidente y agravado" que supone, además, "un ataque a la democracia y a la división de poderes".

Sánchez no defiende las lenguas "las utiliza"; nos las promociona sino que "trapichea con ellas".

núñez feijóo

Feijóo se ha manifestado así tras finalizar el pleno que ha dado el plácet al uso en el Congreso de las lenguas cooficiales en Cataluña, País Vasco y Galicia, que, de hecho, ya se aplicó el pasado martes sin que se hubiera acometido la reforma del Reglamento del Congreso, una situación calificada de "cesión sin precedentes". Para Feijóo, Sánchez no defiende las lenguas "las utiliza"; nos las promociona sino que "trapichea con ellas". En definitiva "patrimonializa unas lenguas que desconoce" y tras recordar que él procede de un territorio bilingüe ha dicho no aceptar que "se manosee mi lengua en beneficio de un solo hombre de España".

Cree el líder del PP que el país pasa por un "punto de inflexión" tras asumir Sánchez lo que antes del 23-J negaba tajantemente. En este sentido recordó como el hoy presidente del Gobierno en funciones habló de poner a todos los implicados en la asonada catalana a disposición de la Justicia -entre ellos al prófugo Carles Puigdemont- felicitó a los jueces o calificó de "rebelión" los acontecimientos de 2017. "Nos ha vuelto a engañar", ha sentenciado.

"Nunca antes ha engañado a tantos, pero tampoco se puede engañar a todos todo el tiempo. No hay un solo precedente de un presidente del Gobierno que haya engañado tanto a su nació". Y en cuanto a lo que puede o dejar de hacer el PP desde la oposición, no descarta trabajar por todas las vías, incluida la del Tribunal Constitucional tanto en lo que atañe a los acontecimientos vividos este martes y jueves en el Congreso como a la más que posible amnistía para Puigdemont.

Feijóo empleará algunos de estos argumentos en su discurso del debate de investidura, tras admitir que no esperaba las palabras de Sánchez desde Nueva York, a donde acudió a una reunión de las Naciones Unidas. Por ello ha retocado su texto frente a la "enmienda a la totalidad a la democracia española y al estado de Derecho", en la línea de las críticas vertidas, entre otros, por Felipe González y Alfonso Guerra.