Conforme se va produciendo el goteo de informaciones respecto al contenido del pacto de los socialistas con Junts y ERC, siendo la nueva ley de amnistía el eje central de la investidura de Pedro Sánchez, los populares se van preparando para una oposición frontal a una medida que estiman que blanqueará el desafío soberanista de octubre de 2017. José María Aznar y Alberto Núñez Feijóo participaron este jueves mano a mano en la inauguración del Máster de Acción Política del Instituto Atlántico de Gobierno y la Universidad Francisco de Vitoria, vinculado a FAES.

El expresidente del Gobierno, especialmente duro, criticó el "aventurismo y la falta de talla moral" del inquilino de la Moncloa. La decisión sobre la amnistía "denota el nivel de la crisis y la calaña moral en la que están enquistados algunos políticos en España. Se han cruzado todas la líneas rojas y estamos en riesgo de crisis institucional extraordinariamente grave", advirtió. Al hilo de esta afirmación, agregó que Sánchez "es un riesgo para la democracia española y los españoles nos tenemos que dar cuenta de esto, de que se ha puesto la Constitución y el Estado de derecho al servicio de quienes no lo quieren".

Dice no estar dispuesto ni a inhibirse ni a callarse

En este sentido, defendió que él por su parte hará "lo que haya que hacer. Estoy dispuesto a hacer lo que a mí me toque". Entiende que "se pueden hacer muchas cosas menos una, inhibirse. La inhibición no tiene hueco. El que pueda hablar que hable. El que pueda hacer, que haga. El que pueda aportar, que aporte. El que pueda mover, que se se mueva…". Cada uno, prosiguió, "debe ser consciente de la situación de crisis". Y tras expresar su "total confianza" en Feijóo, reiteró su intención de no inhibirse "ni callarme ni no asumir los riesgos" de no advertir que "la continuidad histórica" del país está en peligro. Así, apeló al "genio español" para "no dejarse humillar ni vencer".

Por su parte, Feijóo se comprometió a trabajar "para que esta legislatura dure un tiempo corto, limitado". Para ello, el PP tendrá "preparada la alternativa ante cualquier eventualidad. No va a a defraudar su responsabilidad".

"No me atrevo a decir lo que espero de un personaje inesperado, pero nuestro compromiso es defender nuestro país, la Constitución, las Cortes Generales", agregó el líder del PP, quien tras afirmar que su partido gobierna en comunidades y ayuntamientos para el 70% de los ciudadanos cree que el Gobierno que salga de la investidura de Sánchez será "el más débil de la historia". Frente a ello, "sabemos la responsabilidad que tenemos. Nunca una oposición ha tenido tanto poder. Cuando voy al Parlamento tengo más votos y más españoles detrás que el que me va a responder. Por lo tanto tengo una gran responsabilidad", insistió.

La dignidad personal de Sánchez "es irrelevante"

La dignidad personal de Sánchez "es irrelevante". "Y si no se respeta a sí mismo, es difícil que lo hagan los demás —continuó el líder de los populares—. Lo relevante es la indignidad a la que somete a la democracia española" por aquellos "que no creen en la igualdad ni en la justicia", por un élite política "que ha sido condenada". La amnistía "es una transacción política y, probablemente, económica. Cambio unos votos por la presidencia del Gobierno y esos votos los pago declarándoles exentos de responsabilidad por lo delitos que han cometido. Es una aberración democrática y una indecencia desde el punto de vista político". En definitiva, "la humillación más grande de España en sus siglos de historia", acabó.

Tras las durísimas palabras de Aznar, con las que aseguraba que Sánchez es "un peligro para la democracia", replicó la portavoz del PSOE, Pilar Alegría, en su cuenta de X, antes Twitter: el expresidente, afirmó, "siempre ve armas de destrucción masiva y grandes amenazas donde solo hay mentiras". "Es de una gigantesca desfachatez. Aznar echado al monte: un peligro", remachó la también ministra de Educación y Formación Profesional en funciones.