El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha vuelto a protagonizar esta semana la rueda de prensa de los lunes posterior al Comité de Acción Política (CAP). En ella ha transmitido un compromiso: el mantenimiento de la "movilización permanente" contra la amnistía y el pacto de gobierno después de la investidura. Y para ello, se ha alentado la convocatoria de huelga general que su sindicato, Solidaridad, ya ha registrado para el próximo viernes 24 de noviembre. Por entonces, el nuevo Ejecutivo ya estará designado y la XV Legislatura habrá echado a andar oficialmente. El motivo de la movilización responde precisamente a esos acuerdos y a la materialización de la amnistía como proposición de ley en las próximas horas.

El respaldo de Abascal a la movilización laboral, bajo el lema ¡Paremos España!, ocurre después de una semana de "respuesta multitudinaria, permanente y noche tras noche de protestas por la preocupación ante un golpe de Estado". "Ayer, más que discursos políticos había un clamor de huelga general. Lo demandan nuestros compatriotas ante la preocupación intensa de lo que puede venir en los próximos años", ha señalado el líder de Vox en una valoración de la participación en las manifestaciones de Madrid y otras capitales de provincia. Tanto por la convocada por el PP al mediodía, como las posteriores que Vox ha promovido frente a Ferraz y el resto de sedes socialistas.

Para Abascal, la investidura no puede ser el fin de ciclo de estas protestas y del "clamor" popular. Defiende que no se "olvide lo que ha pasado": el acceso al Gobierno, nuevamente, de Pedro Sánchez, mediante lo que considera una práctica "ilegítima, de manera ilegal" y fomentando la "impunidad de la ley". En relación a esa convocatoria, desde el partido derechista la ven justificada dado que "entre otras cosas se va a condonar la deuda solo a una parte de los trabajadores y el PNV va a romper la caja [de la Seguridad Social], lo que va a afectar a la vida y la prosperidad de los trabajadores". Esperan "que se sumen otros sindicatos de profesionales".

"No vamos a parar, Vox va a seguir alentando manifestaciones", incluidas las que acontecen "frente a las sedes del partido golpista", ha dicho del PSOE. Preguntado sobre la violencia de los grupos ultra al término de algunas de las mismas en Madrid, Abascal ha centrado el foco en el ministro del Interior: "Marlaska va a intentar enturbiar las movilizaciones. Lo hizo gaseando [el lunes pasado] a los asistentes [el atestado policial lo achaca a la presencia de esos mismos grupúsculos de unas 200 personas]. Animamos a no caer en la provocación", se ha limitado a contestar Abascal.

Abascal también ha adelantado que este martes acudirá al Tribunal Supremo él mismo para proceder al registro de una querella contra el presidente del Gobierno en funciones; y en la previa de investidura. Será basado en tres delitos, entre los que está al menos el cohecho. La acción judicial fue anunciada la semana pasada, desde el mismo escenario, e incluirá la petición para paralizar la investidura.

Toque de atención al PP tras la manifestación del domingo

Asimismo, ha exigido al PP, a quien la semana pasada solo solicitaba, la convocatoria de movilizaciones institucionales en aquellos puntos geográficos donde sumen y "no haya mayoría golpista", ha dicho en alusión al PSOE, Sumar y el resto de socios. Vox se refiere a ayuntamientos, por ejemplo. Y acusa de tibieza a los de Alberto Núñez Feijóo: "Si estamos ante un golpe [coge la premisa de Isabel Díaz Ayuso], no es la hora de la movilización de los domingos. No es momento de mirar si el que está a nuestro lado nos cae mejor o peor. No es el momento de mirar las diferencias, lo tenemos muy claro".

Abascal deja abierta la posibilidad de sumar, como se dijo, a la querella de Sánchez, otras a los miembros de la Mesa del Congreso y del Senado. Comprometida Armengol -lo ha afirmado esta mañana desde el Parlamento- con calificar y tramitar con normalidad la amnistía, se da por descontado que Vox vaya a ejercer acciones judiciales contra el órgano y ella. La duda es la actuación del Senado. El PP no tiene competencias para paralizar la ley en la Cámara Alta, solo podrá retrasar su aprobación dos meses de máximo tras la reforma del Reglamento. Pero Abascal insiste en que Génova tiene los mecanismos para hacerlo.

Abascal considera que si no se hubieran producido las protestas multitudinarias de esta última semana, el proceso de investidura de Sánchez "sería un paseo militar". "Las movilizaciones son útiles y lo han sido siempre. De eso son conscientes una inmensa mayoría de personas", ha dicho el líder de Vox, insistiendo en que, ante la incapacidad de "regresar a la normalidad" tras el trámite parlamentario, "va a actuar en consecuencia en las calles y los tribunales".