Las negociaciones del PSOE con los grupos independentistas, ley de amnistía de por medio, han pasado factura electoral al liderazgo de Pedro Sánchez. Al menos virtualmente. Según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), publicado este viernes, tras el anuncio de los dos últimos acuerdos políticos con el PNV y Coalición Canaria, que han abrochado la investidura que acontecerá a mediados de esta próxima semana, el PSOE mantendría resultados similares -ligeramente por debajo- a los de las últimas generales de julio. Quedaría en segunda posición, por detrás del PP, aunque solo retendría tres de cada cuatro electores, compensando las pérdidas con transferencia de voto a su izquierda.

En concreto, Sánchez logró 7.760.970 votos en la convocatoria del 23 de julio. En noviembre, según el organismo que dirige José Félix Tezanos, se le escaparían 1,12 millones de votos, reteniendo al 75,8% de todos sus electores. De esas fugas, 326.000 optarían ahora por Alberto Núñez Feijóo y el PP si se abrieran nuevamente las urnas y no echara a rodar la legislatura de manera plena. Hay un leve incremento de fugas a Génova de octubre a noviembre, desde que se oficializa la designación del Rey para que Sánchez busque la investidura. Los votantes socialistas que prefieren ahora al PP suben de un 3,6 a un 4,2%; desde 279.000 se incrementa en casi 50.000 papeletas.

En un clima de desavenencias con la posición favorable a la amnistía por parte de la militancia, y de barones territoriales como Emiliano García-Page, quien ha dicho que el acuerdo se ha construido sobre "un relato falso" en el que Puigdemont realmente es "el culpable", el PSOE añade a esos más de un millón de electores perdidos otros 800.000 que estarían indecisos entre mantenerse dentro del espacio socialista, o apostar por otras siglas o la abstención.

Otro de los aspectos de este nuevo estudio sociopolítico del CIS es que esos indecisos se han incrementado del 8,5% al 8,7%. A ello se añade la compensación de los votos perdidos con la adhesión de nuevos procedentes de Sumar o ERC, de la abstención o de los que ahora si tienen edad para votar. Las fugas son mínimas al margen del PP. De la coalición de Yolanda Díaz, el PSOE recoge 340.582 votantes -le transfiere 232.829, por lo que tiene balance positivo-; de los republicanos 18.052; 20.809 de Junts; 20.001 de EH Bildu; 16.271 del PNV; 15.080 del BNG y 1.820.428 de la abstención.

Sánchez ganaría algo más de 300.000 votos, que servirían para compensar la misma cifra de los que ahora se abstendrían, votarían nulo o blanco, o irían a un partido minoritario. El saldo sería neutro, lo que va en concordancia con los porcentajes atribuidos por el CIS ahora, y respecto a las generales: 31,3 puntos frente a los 31,7 de julio.

Génova ya quita 700.000 votos a Vox. La incidencia de Bambú es mínima, en cambio: 16.750 papeletas de las depositadas en julio

El PP sigue descargando de votantes a Vox

Si bien en octubre el PP lograba incidir en Vox y arrebatarle un 18,7% de sus papeletas, ahora la cifra asciende a un 23% exacto. Santiago Abascal consiguió 3.033.744 respaldos en las urnas. Ahora, de ellos, 700.000 irían al bolsillo de Feijóo. El transvase de populares a Bambú se hace mínimo: 16.750 votantes. Según el CIS, Vox estaría en una confianza electoral de seis de cada diez electores, cuando tradicionalmente se ha posicionado en torno a los ocho.

Su mayoría de valedores siguen siendo hombres de mediana edad, frente a los simpatizantes populares y socialistas: el perfil es el de una mujer, desde la mediana edad a jubilada. Cabe destacar que Abascal es quien menos indecisos tiene: todos superan su porcentaje de 3,2 puntos. En el caso de PP y PSOE se triplica.

El sondeo del CIS se ha elaborado entre el 31 de octubre y el 6 de noviembre con un total de 4.000 entrevistas. En la primera jornada el PP anunció un cambio en el Reglamento del Senado para retrasar la aprobación de la amnistía una vez sea tramitada en el Congreso. Esta encuesta también recoge el anuncio del pacto con ERC, tanto de la amnistía -aún por conocer en detalle-, como del traspaso de las competencias de Rodalies o la condonación de la deuda parcial catalana en el fondo FLA.

Precisamente ERC es quien sale más beneficiado en cuanto a retención de voto. En octubre los republicanos mantenían seis de cada diez electores: el 66,7%. Eran 308.743 de los 462.883 logrados en Cataluña. Junts, en cambio, sostenía el 81%: 318.034 de 392.634 escrutados. Ahora los de Oriol Junqueras conseguirían un 76,7% de los votos obtenidos. Casi uno de cada diez iría a Junts. Los de Carles Puigdemont bajarían notablemente, al 74% de sus apoyos. Un 5,1% iría a los exconvergentes, y 7,9% se muestra indeciso.