Podemos abre un nuevo periodo político que se oficializará este sábado con un acto en Madrid como base sobre la que construir la candidatura a las elecciones europeas en solitario. Declaraciones de intenciones como estas, del diputado Javier Sánchez Serna en el Congreso de los Diputados, este martes, apuntando a esa dirección, refuerzan el distanciamiento con Sumar. Algo que se añade a la concepción extendida dentro de la formación de Yolanda Díaz: entienden que las relaciones con Podemos quedan ya más que amortizadas. La fractura del Grupo Plurinacional de Sumar, tras la que Podemos ha pasado al Grupo Mixto, deja poca maniobra para una reconciliación. Tampoco en los territorios de cara a futuros procesos electorales. Fuentes de Sumar, al menos, así lo consideran frente a Podemos, que en privado deja opciones abiertas para el diálogo regional.

Para lo que Sumar sí deja la puerta abierta es a una posible incorporación del talento presente en los morados y a cualquier actor que abogue por la defensa de los derechos sociales y el progreso. No se alude directamente a las bajas de la organización, sino a todo el espacio que puede ser afín. "Todo el que quiera contribuir es bienvenido", aseguran fuentes de la confluencia. Lo hacen en un momento espinoso para Podemos, con varias salidas en sus aparatos territoriales y de dirección nacional. Entre ellas, la catalana Jessica Albiach, que ha tenido que elegir entre la doble afiliación a los comunes y a Podemos; los dos cabezas de lista por Madrid al Ayuntamiento, Roberto Sotomayor y Carolina Alonso; o el coordinador de la Comunidad de Madrid, Jesús Santos, la semana pasada.

Aunque esas alusiones a personas vinculadas al espacio se hacen de forma sutil a nivel nacional, también van dirigidas al ámbito gallego. Mientras que Podemos desde Madrid ve prioritario lanzar una candidatura europea con, previsiblemente, Irene Montero como candidata [el patrocinio interno hasta el momento es claro, más con su salida del Ministerio de Igualdad], en Sumar ponen el foco directo en Galicia. Se advierte un adelanto de comicios inminente para el primer trimestre de 2024 por parte del presidente de la Xunta, el popular Alfonso Rueda. Por lo que el tiempo apremia a los magentas para llegar listos a una cita complicada en la que la izquierda, dividida, aspira a aglutinar apoyo suficiente para desbancar a un PPdeG con cuatro mayorías absolutas a sus espaldas, pero que somete el relevo de Alberto Núñez Feijóo a examen.

Apenas ha habido movimientos para un pacto entre Podemos y Sumar en Galicia. El diálogo se paró tras la ruptura en el Congreso"

Con un liderazgo aún por definir, en el que progresivamente se aleja la opción de que la portavoz parlamentaria, Marta Lois, dé el salto, y se refuerza el nombre de Paulo Carlos López, el actual portavoz de Sumar Galicia, la fuerza izquierdista ve imposible entablar una alianza con los morados. Apenas ha habido movimientos para ello, señalan ambas partes. Entre otros, por demandas, hasta el momento "inaceptables", como un alto protagonismo en las listas electorales. Dado por hecho esa incapacidad de confluencia, la idea que gana peso es la de que, en torno a Sumar, como de cara a las generales, se construya el proyecto gallego.

Voces como Gerardo Pisarello, cuota de los comunes y Secretario Tercero de la Mesa del Congreso, en una rueda de prensa posterior a la última reunión del órgano, incidía en esa idea aglutinadora. Aunque lo hacía con un perfil puramente parlamentario. "Vamos a trabajar desde Sumar, que creemos que es el espacio del frente amplio para evitar que haya un retroceso reaccionario. Lo hacemos con las puertas abiertas a todas las personas que quieran incorporarse sin pedirles el carnet político", dijo.

A Coruña como lanzamiento

Esa reivindicación del espacio como la casa común del voto progresista, que se hace a todas las escalas del Movimiento se materializará, en parte, con el acto político que Díaz y Lois tienen este sábado en A Coruña (Galicia). En paralelo a la agenda de Podemos y en la que los magentas expondrán su proyecto ciudadano a la sociedad civil: cargado de referencias a la sanidad, la igualdad o el feminismo. La puesta de largo servirá para poner cara a los engranajes de los que parte la elaboración de la futura candidatura, y estará respaldada por actores sindicales.

La tarea de sellar el espacio frente a un BNG que no suele abrirse a coaliciones "con fuerzas federales" y es ahora partido de la oposición deja una fractura importante a destacar. A la candidatura del PSdeG y la de los nacionalistas gallegos habría que unir la de Sumar y la de Podemos, con otras formaciones como Esquerda Unida o Anova que deberán decidir acompañantes. Los primeros, por lógica parlamentaria, explorarían la senda magenta, mientras que los segundos, una escisión del BNG y tentados por Díaz, no estarían en disposición de fragmentar más el tablero y se adherirían a las filas de Ana Pontón.

Presión sobre los tres de Magariños

Con el goteo de bajas en Podemos, el foco queda puesto en tres líderes que apoyaron el inicio de andadura de Sumar en el polideportivo madrileño de Magariños en primavera. Son Irene de Miguel, de Extremadura; Begoña Alfaro, de Navarra y socia de gobierno de la socialista María Chivite; y el coordinador morado en Galicia, Borja San Ramón. En el aparato gallego que lidera este último ponen la mirada capas de Sumar. Creen que es el momento, tras la ruptura nacional, de tomar posicionamiento y decidir si participan en el proyecto aglutinador. Porque insisten, la mano está abierta a todo aquel que se sienta "cómodo".

Dar ese paso, no obstante, supondría romper Podemos Galicia. Y en el aparato, no están por la labor. Reivindican su autonomía frente a Madrid, cuyas peleas nacionales "quedan lejos". Pero recalcan que de ir con Sumar, solo se hará en conjunto. Rechazan, por tanto, que cualquier disidencia pueda producirse en su seno. Incluso la de San Ramón: "si no concurre por Podemos, se irá a su casa". Las mismas fuentes moradas indican que "invitar al transfuguismo hacia otras organizaciones es cuanto menos curioso después de todo lo dicho esta semana en Madrid". Aunque hay que salvar las distancias entre lo que es que cargos puedan dar el salto a Sumar tras su baja de Podemos o para concurrir en unas listas, a que ese salto se produzca individualmente dentro de una institución con la representación ya distribuida.

A Podemos le quedan 22 cargos institucionales a día de hoy contando sus cinco diputados y los diecisiete diputados autonómicos que tiene. No peligran ninguno de Galicia en este ciclo, dado que desaparecieron de allí en 2020. Sí corren peligro los cuatro representantes de País Vasco dentro de la coalición Elkarrekin-Podemos de no repetirse la confluencia con IU y los dos eurodiputados logrados tras la salida de los ministros Ernest Urtasun y Sira Rego.