"Se notaba que el debate ya está agotado. Lo han gastado tanto que ya llegaba aquí amansado. Suena tan repetitivo que es que hasta desconectas". Un diputado socialista con muchos trienios de oficio político sintetizaba este martes lo que otros parlamentarios y también en el Gobierno expresaban en privado tras la discusión en el pleno del Congreso, por primera vez, de la proposición de ley de amnistía registrada por el PSOE el pasado 13 de noviembre, hace justo un mes. Los socialistas sienten que lo peor de la borrasca ya ha pasado y que las brasas no arderán ya tanto como cuando estaba negociándose la investidura. Es decir, que su aliado es, en definitiva, el tiempo, porque es lo que acabará que la sociedad vaya asimilando la medida de gracia. Porque, además, creen, y lo empiezan a verbalizar, que ya se están apreciando los efectos "positivos" de la amnistía y, sobre todo, que "nada se rompe" y no se cumplen los presagios catastrofistas de la derecha.

El debate de la toma en consideración de la proposición de ley, el primer paso en la tramitación parlamentaria, fue áspero en los reproches que se cruzaron el portavoz socialista, Patxi LópezPedro Sánchez no acudió a la Cámara baja porque se reunió primero con el rey Abdalá de Jordania y luego voló hacia Estrasburgo, donde este miércoles comparece en el pleno del Parlamento Europeo—, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Pero no aportó novedades en los argumentos ni tampoco fue bronco, pese a que se esperaba más tensión. "No ha sido de los peores debates que ha visto esta Cámara", admitían desde la dirección del Grupo Socialista.

López defiende que la amnistía es una medida más "transparente" y "democrática" que los indultos. Ningún diputado socialista se salta la disciplina de voto

López defendió que la amnistía sí es una medida que se ajusta a la Constitución y que es "mucho más transparente y democrática" que los indultos, porque estos emanan del Gobierno y la primera en cambio nace del "debate abierto con luz y taquígrafos" en la sede de la soberanía popular. Y es cierto que es una medida "excepcional", pero para "seguir avanzando" en la política de "concordia" en Cataluña desplegada por el Gobierno.

Una estrategia en la que, recordó, están de acuerdo todos los diputados socialistas, pese a la pretensión del PP de retratarlos (y razón por la que pidió el voto público y por llamamiento). "Apunten: 121 socialistas, todos los diputados y diputadas, no busquen más, aquí tienen el retrato. Cuanto más nos amenazan, más convencidos estamos", retó. La votación no llegó hasta muchas horas más tarde, hasta la noche, y como se esperaba no hubo ninguna fuga. Tampoco de los ocho parlamentarios del PSOE de Castilla-La Mancha, la federación más alejada de la doctrina de Ferraz. El texto fue tomado en consideración, cerca de las 23 horas, por 178 votos a favor (PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, Podemos, PNV y BNG) y 172 en contra (PP, Vox, UPN y CC).

Feijóo definió este 12 de diciembre como el día "más triste y decadente desde aquella tarde del 23 de febrero de 1981", el del golpe de Estado, por comenzar a tramitarse una ley que es "una vergüenza nacional y un bochorno internacional". El líder del PP adelantó que su partido promoverá la constitución en el Senado, donde disfruta de mayoría absoluta, de una comisión de investigación sobre los mediadores internacionales que ha incorporado el PSOE en sus mesas con el independentismo catalán.

El "miedo" frente a la "esperanza"

El PP se dedica a aplicar la "política del miedo", replicó López. "Se han convertido en anunciadores del apocalipsis y propagadores de ese miedo. Y ya sabemos que el miedo puede ser un gran movilizador de sus manifestaciones, pero los socialistas ni nos ponemos de perfil ni nos dejamos llevar por la rabia, vamos a seguir demostrando que la esperanza es mucho más posible", alegó. Y por cierto, añadió, la sesión más triste vivida en la Cámara fue cuando "hubo que usar una moción de censura para echar al Gobierno más corrupto de este país", el de Mariano Rajoy en 2018.

No prevemos que esto se avive. En el devenir legal que tenga la ley ya no entramos. Hay que tener en cuenta que cuando el Congreso habla, toca respetar", apunta una ministra socialista

Pero más allá del cruce de reproches de López y Feijóo, poco. Los latigazos de Vox hacia sus socios del PP —les afeó que se sumen al "linchamiento" contra su partido y calificó de "teatral" su pelea con el Gobierno—, las intervenciones más planas de los portavoces de ERC y Junts, Gabriel Rufián y Josep Maria Cervera, la comprobación de que el bloque de la investidura —excepción hecha de Coalición Canaria, que nunca compartió la iniciativa— funciona por ahora compacto. Y la advertencia de Rufián al PP, coincidente con el PSOE, de que "la hipérbole cansa y hace daño a cualquier país". En los alrededores del Congreso, ningún incidente, ninguna manifestación, ninguna protesta.

Por eso la sensación que quedaba en el Gobierno y en el Grupo Socialista es que el debate "ha languidecido" con el paso de las semanas, porque "no da para más" y ya la derecha ha agotado sus argumentos. "No prevemos que esto se avive. En el devenir legal que tenga la ley ya no entramos. Hay que tener en cuenta que cuando el Congreso habla, toca respetar. Y hay 178 diputados que apoya", abunda una integrante del Consejo de Ministros muy cercana al presidente.

El propio Sánchez está introduciendo un cierto viraje en su compilación de argumentos en los últimos días, que a su vez van ampliando sus portavoces. De reconocer que estaba haciendo "de la necesidad virtud", aceptando la amnistía por los siete votos de Junts, necesarios para su investidura, y de subrayar que esta medida era un mal menor para frenar un Ejecutivo de PP y Vox, el jefe del Ejecutivo ha pasado a recalcar que se trata de una "política de Estado", una decisión sí, "controvertida", pero con claras "virtudes", porque supone la superación de las derivadas judiciales del procés y la vuelta a la política.

Pero desde este lunes el líder socialista incorpora otra razón: la cuestión económica. En la presentación de su segundo libro, Tierra firme, y horas después en una entrevista en Informativos Telecinco, insistió en que las imágenes de las calles llenas y los comercios y la hostelería a rebosar de este pasado puente de la Constitución muestran que la ciudadanía está disfrutando del "ambiente prenavideño", por lo que no se sostiene la proyección de PP y Vox de que en España se ha acentuado el "enfrentamiento" entre ciudadanos.

España no se rompe, no se hunde, por mucho que el PP y Vox se empeñen en decir lo contrario", aseguró Sánchez la víspera

La "realidad de la sociedad española", pues, no es la que pinta la derecha, rubricó. "Hemos visto cómo en este puente la gente ha salido, ha disfrutado de su puente, ha visitado otras ciudades. Tenemos ahora mismo unos récords de turismo, de creación de empleo, de crecimiento económico. En definitiva, España no se rompe, España no se hunde, por mucho que el PP y Vox se empeñen en decir lo contrario", apuntó en su entrevista con Piqueras. También intentó sostener sus argumentos con lo que pasa en Cataluña: la ocupación hotelera en el puente en Barcelona fue de más del 85%, cuando en 2017, en pleno procés, era del 45%.

"El mismo paraguas, la política"

"El apostar por la convivencia —apuntaló el presidente—, por la superación de contiendas políticas desde el punto de vista político y no judicial, y dejar atrás todo lo sucedido y lo sufrido, el trauma que representó el año 2017, trae consecuencias positivas, no solamente en términos de convivencia, sino también en términos de desarrollo económico y de prosperidad para el conjunto de la sociedad española".

Un mando de la cúpula federal del PSOE subraya que la "noticia del día" era el anuncio de la subida de las pensiones, porque impacta en la vida de los ciudadanos

Este martes, en la misma línea, la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, señaló en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la ley de amnistía ya está teniendo efectos positivos "muy claros" incluso antes de aprobarse: "Hoy todos los actores nos movemos con el mismo paraguas, la política. Todos los actores utilizamos el mismo mecanismo, el diálogo. Todos los actores trabajamos en el mismo marco, la Constitución, y todos los actores tenemos el mismo objetivo, mejorar la convivencia". La ministra resaltó que de los nueve grupos que componen el Congreso, solo dos, PP y Vox, además de los diputados de UPN y Coalición Canaria, se opondrán a la norma, y a continuación les emplazó a que digan qué "soluciones" y "propuestas" tienen para Cataluña. Un apremio que en la tribuna también dirigió López a Feijóo.

"La noticia más importante del día no era esta, sino la subida de las pensiones para 2024", resumía al finalizar el debate un alto mando de la cúpula socialista. Es decir, que a los ciudadanos lo que les afecta directamente son cuestiones como esta, porque impacta en sus bolsillos. Y es que este martes la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, anunció en una entrevista en EFE que las pensiones subirán, de manera general, un 3,8%, mientras que las mínimas se revalorizarán entre un 5% y un 7%, mientras que en las de viudedad con cargas familiares el alza será de hasta el 14%. También el ingreso mínimo vital crecerá, un 6,9%, en la misma media que las prestaciones no contributivas.

La "ayuda" de Vox

"Las urgencias de los ciudadanos van por otro lado", indican desde Ferraz. Por eso para Sánchez era capital atravesar la frontera de la investidura: una vez asentado en el Gobierno, confía en que su política social logre mitigar los efectos de la amnistía y convencer incluso a los más recelosos de que había que aceptar ese duro trago para continuar con la política de "avances" del Ejecutivo.

El PSOE lleva este miércoles a la Fiscalía a Vox por las palabras de Abascal y los "ataques" a las sedes del partido

"No hay nada del discurso catastrofista que intenta instalar la derecha. Aquí nadie se está yendo por el sumidero", manifestaba una ministra del Ejecutivo. "Está claro que la calle está a otra cosa... pero yo sí veo mucha tensión y polarización", advertía en los pasillos de la Cámara otro miembro del Gabinete de Sánchez. Un veterano diputado coincidía con este diagnóstico, porque él mismo ha sufrido una mayor agresividad verbal en algunos ciudadanos que le increpan. "Al final pasará como con los indultos —vaticinaba otro parlamentario—, que había más contestación al principio y luego su efecto se fue diluyendo. Y luego el cafre nos ayuda mucho".

Ese "cafre" es Santiago Abascal. El líder de Vox ha logrado marcar, para disgusto del PP, la primera parte de la semana, al declarar en Clarín que el pueblo "querrá colgar" a Sánchez "de los pies". Ayer martes, López anunció que el PSOE presentará este miércoles una denuncia contra Vox ante la Fiscalía General del Estado por un delito de odio, por sus palabras en el rotativo argentino, así como por los "ataques" a las sedes socialistas, porque ambas acciones son hechos que "fomentan públicamente el odio, la hostilidad, la discriminación y la violencia". "Queremos que caiga sobre Abascal y sobre Vox todo el peso de la ley y del Código Penal", razonó el portavoz parlamentario. Alegría también calificó las declaraciones del jefe de la ultraderecha de "graves", ante las que "solo cabe como respuesta trasladar una denuncia taxativa". La portavoz, igual que el lunes hiciera Sánchez, emplazó a Feijóo a pasar "de las palabras a los hechos", por lo que el PP debe "romper con el partido que se salta las líneas fundamentales" de la democracia.

La amnistía pasó este martes una de sus etapas claves. Y en el Gobierno y en el partido se dicen convencidos de que el debate continuará desinflándose y que otras medidas del Ejecutivo acaben haciéndose un hueco en la opinión pública. El PP, sin embargo, buscará justo lo contrario: que el foco no desaparezca de la iniciativa que marcará este mandato de Sánchez.