La reunión de Pedro Sánchez con Alberto Núñez Feijóo no tiene aún fecha y ni siquiera está claro que se pueda finalmente celebrar. Pero el presidente del Gobierno subraya que no da por "perdido" que en esta legislatura se alcancen "grandes acuerdos" con el PP —la ley de amnistía, sin embargo, ha disparado la tensión entre ambas fuerzas— y está dispuesto a hablar también de los temas que le sugiera su líder. Y, para un trabajo más "operativo", insiste en su propuesta de comisión de trabajo bilateral, para la que ya ha elegido a sus componentes: la vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el titular de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, y el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López.

El jefe del Ejecutivo avanzó los tres nombres durante una entrevista este lunes en Informativos Telecinco, conducida por el periodista Pedro Piqueras. Serán los que le ofrezca a Feijóo durante la reunión que quiere mantener con él antes de que acabe el año —y para la que le propuso tres fechas— y en la que quiere abordar tres temas para tres "grandes pactos de Estado": la renovación del Consejo General del Poder Judicial, bloqueada durante cinco años; la reforma de la financiación autonómica y la modificación del artículo 49 de la Constitución para eliminar el término "disminuido".

Estoy abierto a que me hagan las propuestas que consideren. Estoy abierto a incorporar nuevos elementos de acuerdo entre las dos formaciones políticas", defiende el presidente

Sánchez propondrá al líder del PP que los dos partidos constituyan una comisión de trabajo, "porque puede ser operativo" que ambos tengan dirigentes que trabajan "en cada uno de estos tres ámbitos". "Estoy abierto a que me hagan las propuestas que consideren. Estoy abierto a incorporar nuevos elementos de acuerdo entre las dos formaciones políticas". Fue en ese punto en el que avanzó los nombres de Montero, Bolaños y López.

Piqueras le leyó entonces el tenor del comunicado del PP de minutos antes, donde especificaba que Feijóo acudiría a la cita por "sentido institucional y democrático" pero exigía pactar antes el orden del día que la fecha. Y señalaba Génova que su líder quería incorporar varios temas a debate. Sobre la comisión de trabajo, la dirección conservadora descartó "cualquier posibilidad que pase por una mesa de negociación en los términos acordados con los partidos independentistas". De las palabras del presidente no se colige que sea un formato análogo al pactado con ERC y Junts, que incorpora la figura del verificador (un mediador internacional en el caso de los posconvergentes, el salvadoreño Francisco Galindo Vélez).

"Le agradezco que [Feijóo] acuda por sentido institucional y democrático", respondió Sánchez, que añadió que en su caso, cuando estaba en la oposición y lo convocaba a la Moncloa Mariano Rajoy, "iba y no ponía ninguna condición". Pese a todo, confía en que la cita "se pueda hacer" e insistió en que cunado se habla de "cumplir con la Constitución, no se pueden poner condiciones ni premisas para poder cumplirla". Lo decía, claro, por la exigencia del PP de que se cambie la ley para poder desbloquear el CGPJ.

Admite que la ley de amnistía es "controvertida"

"Pero insisto, estoy dispuesto a hablar de cualquier otra cuestión que plantee el líder de la oposición y desde luego mi voluntad pública manifiesta es que en esta legislatura no me voy a resignar a que no podamos llegar a grandes acuerdos de Estado del PSOE y el PP", señaló. Para el presidente, con cuatro años por delante de legislatura, la política "no puede ser el estar en el berrinche perpetuo y permanente", y hay que abrir "espacios para el acuerdo y el entendimiento" entre los dos principales partidos.

Cuando hablamos de cumplir con la Constitución, no se pueden poner condiciones ni premisas para poder cumplirla"

PEDRO SÁNCHEZ, PRESIDENTE DEL GOBIERNO

Sobre la proposición de ley de amnistía, que este martes tomará en consideración el Congreso para que arranque su tramitación parlamentaria, el líder socialista reconoció que puede ser "controvertida para buena parte de los españoles", pero "el fin es concreto, es noble, es la convivencia y la estabilidad en una región tan importante como Cataluña". Su política territorial, dijo, se puede resumir en "achicar el espacio del recelo y del odio y que gane el reencuentro y la convivencia". "Si el coste que tengo que pagar para que haya reencuentro y convivencia en Cataluña y por tanto en el conjunto del país es ese, la daré por bien invertida", remachó.

Sánchez repescó un argumento utilizado por él mismo por la mañana, en la presentación de su segundo libro, Tierra firme: estos días de puente de la Constitución, con las calles y los establecimientos hoteleros y bares y restaurantes llenos demuestra que "España no se rompe, no se hunde". Y si ahora la ocupación hotelera en Barcelona ha sido del 85%, en 2017 era del 45%. "No son abstracciones. Apostar por la convivencia, por la superación de las contiendas políticas y por dejar atrás todo lo sucedido trae consecuencias positivas, no solo en términos de convivencia, sino también de desarrollo económico", defendió.

Y sí, acepta la amnistía porque necesitó los siete votos de Junts para resultar investido —"hacer de la necesidad virtud", recogió de nuevo—, pero recordó que también los indultos tuvieron oposición y hoy no se los "reprocha nadie". Son 178 escaños y 12,6 millones de votantes los que están "a favor de la superación de todas las consecuencias judiciales del procés". Para el presidente, cuando se estuvo "cerca del desastre" fue en aquel 2017, con Rajoy en la Moncloa, cuando España vivió su peor crisis constitucional. No le vale que lo que cura las heridas es el tiempo, los años, porque lo que funcionan son las "decisiones políticas que se tomen".

El jefe del Ejecutivo recalca que el llenazo del puente de la Constitución prueba que en España no se "rompe" nada pese al discurso apocalíptico de PP y Vox

Volvió a defender en Telecinco lo que dijo el jueves pasado en Antena 3, que Feijóo habría aprobado la amnistía de no haber dependido de Vox, y no son "suposiciones ni elucubraciones", porque José María Aznar indultó en un solo día, el 1 de diciembre de 2000, a 1.443 personasaquí lo explicaba el propio Gobierno—, y su Gobierno ejecutó el "mayor" número de transferencias de competencias del Estado a Cataluña. Así que sí, la ley de amnistía la aprobará por "necesidad", para "articular una mayoría parlamentaria" que posibilitara su investidura, pero también para "evitar un Gobierno de Feijóo con [Santiago] Abascal", que habría sido "absolutamente demoledor para el conjunto de la sociedad española".

La entrevista arrancó por las palabras del jefe de Vox en el diario argentino Clarín, donde aseguró que a Sánchez "habrá un momento dado que el pueblo querrá colgarlo por los pies". Declaraciones "graves" que prueban que el "auténtico peligro" para la democracia es esta "internacional ultraderechista", señalando a los que no piensan como ellos, sean "mujeres, científicos, el colectivo LGTBI o líderes democráticos".

Lo ocurrido debe "hacer reflexionar" al PP, que le ha abierto las puertas de gobiernos autonómicos y municipales. Los populares, así, deben "repensar sus alianzas y rectificar", insistió.