Tercera entrevista del presidente del Gobierno en apenas una semana. Tras su paso por Televisión Española, el pasado 30 de noviembre, y por la SER, el lunes, este jueves Pedro Sánchez estuvo en el plató de Espejo público, en Antena 3. Y allí adelantó que planteará a Alberto Núñez Feijóo, en la reunión que pretende tener con él antes de que acabe el año, una comisión de trabajo para intentar llegar a grandes acuerdos. Sobre la amnistía, el asunto que marca a fuego esta legislatura, el jefe del Ejecutivo se dijo persuadido de que si el PP no hubiera dependido de Vox, habría "aprobado" también la ley.

El jefe del Ejecutivo ya señaló a los periodistas ayer miércoles, durante la recepción por los 45 años de la Constitución en el Congreso, que convocará al presidente de los conservadores en este mes para abordar con él la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), bloqueada desde hace cinco años, pero también la reforma del artículo 49 de la Carta Magna —para eliminar el término "disminuido"— y comenzar el debate sobre un nuevo modelo de financiación autonómica.

Espera llegar a pactos con el PP, sobre todo en CGPJ, financiación autonómica y reforma del artículo 49

Esos temas, que entiende prioritarios, se canalizarían y discutirían más a fondo en una comisión de trabajo Gobierno-PP que el presidente ofrecerá a Feijóo en ese encuentro aún sin fecha. Justificó la puesta en marcha de esa mesa porque es "importante que los dos grandes partidos trabajemos por un mismo horizonte de acuerdos". "En esa comisión del trabajo espero que podamos llegar a algún tipo de acuerdo", especialmente en esos tres temas "fundamentales y vitales para este inicio de la legislatura", señaló.

Sánchez no profundizó más en esa oferta, ni tampoco avanzó cuándo en concreto llamará al líder del PP. La cuestión capital, la que ha enconado las relaciones al máximo de los dos partidos, además de la amnistía, es la renovación del CGPJ. El presidente recordó que el actual sistema de elección de los 12 vocales de extracción judicial —los otros ocho son escogidos entre juristas de reconocido prestigio— ya funciona desde que en 2001 el Ejecutivo de José María Aznar y el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero firmaron el pacto por la Justicia, y que en 2013, con Mariano Rajoy en la Moncloa con mayoría absoluta, se mantuvo.

Correr "un maratón como una carrera de 100 metros"

En todo caso, el jefe del Ejecutivo no acepta que el PP ponga condiciones: que diga que solo está dispuesto a desbloquear el CGPJ si se cambia la ley. Sánchez se quejó de que se aplique a los conservadores la ley del embudo, "muy ancho para ellos" y muy estrecho para los demás. "Cumplan con la Constitución y, si tienen mayoría parlamentaria para cambiar el método de elección del CGPJ, sáquenla adelante", señaló, para remarcar así que el PP no tiene votos suficientes en el Congreso para imponer su sistema. El líder socialista no concretó si ofrecerá a Feijóo la fórmula planteada por el presidente suplente del Poder Judicial, Vicente Guilarte, que es la de recortar las atribuciones al órgano y privarle su poder de hacer los nombramientos de la cúpula judicial, para restar así el apetito de los partidos por controlarlo. Ayer en el Congreso, apuntó que esa vía está sobre la mesa, de modo que se abre a explorarla si es imposible el pacto con el PP.

La amnistía, recalca, "encarna los valores de la Constitución", por su componente de "perdón, generosidad y fortalecimiento de la democracia"

Sánchez contrapuso la labor de su Ejecutivo, operativo desde hace dos semanas —el martes pasado, el Consejo de Ministros aprobó su primera normal, el proyecto de ley de paridad ya enviado a las Cortes— con la de PP y Vox, que llevan "70 manifestaciones" contra la amnistía y a los que se les hará "muy largo" este mandato de cuatro años. Es, a su juicio, un error de estrategia de los populares, ya que están "corriendo una maratón como si fuera una carrera de 100 metros".

Respecto a la amnistía, precisamente, Sánchez volvió a admitir que no estaba en sus planes, pero que había que hacer "de la necesidad virtud", aceptarla para que España volviera a tener un Gobierno progresista que consolidara "avances y transformaciones". Pero también defendió, como ayer hiciera en el Congreso, que hay mucha "virtud" en esa decisión, porque hay que "dejar atrás" la deriva judicial y retornar a la política. La amnistía, recalcó, "encarna los valores de la Constitución", por su componente de "perdón, generosidad y fortalecimiento de la democracia".

A los ciudadanos que tienen "dudas y recelos", les dice que es importante que en Cataluña se garantice una convivencia "equiparable" a la de otros territorios y se vehiculen todas las energías hacia las "transformaciones" que realmente necesita el país. Y agregó que, a diferencia de los indultos, aprobados solo por el Gobierno, esta es una medida que saca adelante el Legislativo, y con mayoría más que absoluta, de 178 votos (PSOE, Sumar, ERC, Bildu, Junts, PNV, BNG y Podemos). Sí precisó, frente a lo que esgrime Felipe González, que "amnistiar no es perdonar" y explicó que no se puede exigir a los independentistas que "olviden o abandonen sus objetivos políticos". La clave está, dijo, en que se garantice la convivencia dentro del "marco constitucional".

Dos mesas con Junts y dos mesas con ERC

"Estoy tan convencido de las virtudes de la ley de amnistía que estoy persuadido de que el PP, si no hubiera dependido de los votos de Vox para poder sacar adelante su investidura y solamente del nacionalismo periférico, hubiera aprobado la ley de amnistía", apuntó. Una norma, recordó, que reivindica la Constitución y la democracia españolas y que plantea un horizonte de "superación" del conflicto, devolviendo al sistema político a formaciones como Junts, que habían quedado fuera.

Da por hecho que Calviño logrará la presidencia del BEI, pero la transición llevaría unos "meses". No revela quién la sucederá

Sánchez volvió a aludir al referente de las reuniones del Gobierno de Aznar con ETA en Suiza para restar importancia a que el PSOE celebre encuentros en el mismo país con los posconvergentes. Con la diferencia, incidió, de que en los años noventa era el Ejecutivo el que se desplazó al país helvético, y ahora es una mesa de partidos. También Aznar indultó a más de 1.400 personas en un día y pactó con PNV y CiU, recordó, y "no se hundió España". El PSOE tendrá en marcha esta legislatura dos mesas con ERC —la de partidos, con verificador, y el foro entre gobiernos que ya funciona desde 2020— y dos con Junts —que ya tiene un mediador, Francisco Galindo Vélez—.

El presidente reconoció que no es una situación normal, pero porque no lo es la situación en Cataluña desde 2017, y lo que se pretende es recuperar un debate sobre la cuestión territorial que no se tiene desde ese año. Los ciudadanos saben cuál es el proyecto para España que él tiene, reivindicó, pero no se sabe cuál es el de PP y Vox, "salvo la destrucción". Se revolvió contra la crítica que se le hace de "falta de información o de transparencia" cuando los acuerdos están siendo "públicos y notorios", mientras que al PP apenas se le ha preguntado qué debatió con Junts.

La de este jueves era la primera entrevista de Sánchez tras la ruptura de Podemos con Sumar. Prefirió "abstenerse" de hacer valoraciones políticas, pero sí asumió que el Gobierno tendrá que "negociar un poco más" al pasar la formación morada al Grupo Mixto.

El presidente dio por hecho que Nadia Calviño logrará hacerse este viernes con la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI) —"Mañana puede ser un buen día para España en su presencia en las instituciones europeas"—, pero siguió sin adelantar quién la reemplazaría al frente de Economía en ese caso. "Dentro y fuera del Gobierno hay potentes economistas, hombres y mujeres, en el ámbito progresista", se limitó a decir, sin afirmar si el sucesor se sienta ya en el Consejo de Ministros. No obstante, pasarán unos "meses" hasta que ese traspaso en la jefatura del BEI "se materialice".

Sánchez confirma que el Ejecutivo trabaja en el "rediseño" del impuesto extraordinario a las energéticas

Sánchez confirmó que el Ejecutivo está trabajando en el "rediseño" del impuesto extraordinario a las energéticas, pero lo está haciendo no por las advertencias de Repsol, que señaló que este gravamen "condiciona" sus inversiones en España, sino por la "evolución del mercado de la energía". "¿Qué estamos viendo? Que gracias también a la política energética europea y en España de las energías renovables estamos viendo que la factura de la luz está reduciéndose, que el precio de la energía se está conteniendo y que hay proyectos industriales que necesitan también de esa cobertura de una política energética que, de alguna manera, estimule, incentive estas grandes inversiones en energía renovable".

Sobre la guerra de Israel y Hamás, criticó la actitud del PP por señalarle, puesto que él, recordó, siempre ha condenado los ataques terroristas de la milicia gazatí igual que siempre ha exigido la liberación de todos los rehenes. También ha condenado la muerte de civiles palestinos, especialmente niños, insistió. "Si no quieren estar con el Gobierno de España la oposición, perfecto, pero que estén con los derechos humanos. Es inaceptable la muerte de civiles, la crisis humanitaria [en Gaza]", concluyó.