La mesa de diálogo Gobierno-Generalitat tendrá que esperar. No se reunirá en este primer trimestre de 2024, como habían previsto Pedro Sánchez y Pere Aragonès. La cita queda pospuesta por el adelanto de las elecciones autonómicas catalanas al 12 de mayo.

Así lo han acordado PSOE y ERC y así lo dejaron por escrito los dos partidos en un comunicado conjunto [aquí en PDF] lanzado a las 10 de la mañana de este viernes, 22 de marzo. Socialistas y republicanos señalan que esa decisión de "suspender la reunión pública" de la mesa de diálogo entre los dos gobiernos por la convocatoria de los comicios es congruente con lo que "se ha hecho en anteriores contiendas electorales".

Pero la nota de PSOE y ERC tiene más miga y no se limita a explicitar lo que era obvio y lo que, es cierto, ocurrió en anteriores elecciones. En su comunicado, las dos formaciones informan de que "se han reunido de forma discreta y periódica" en estos meses, desde el acuerdo de investidura, "para avanzar en la solución política". "Este espacio cuenta con un mecanismo internacional que tiene las funciones de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación", escriben.

Ya para la investidura PSOE y ERC ya suscribieron que la mesa de partidos se dedicaría a preparar las reuniones de la mesa de diálogo entre gobiernos

El pacto de investidura preveía que justo esa mesa entre partidos con mediador internacional sirviera para "preparar las reuniones de la mesa de diálogo entre gobiernos". Mesa cuya convocatoria se aplaza por las elecciones. "Todos los actores implicados apuestan por el diálogo y la negociación continuos como forma para encontrar una solución política", acaba la nota conjunta.

El escrito no da detalles de cuándo ni dónde se han producido esas reuniones "periódicas" entre los dos partidos, ni quiénes son los interlocutores, ni quién ejerce de mediador internacional, ni si se ha avanzado en algún aspecto. No obstante, fuentes de la formación de Oriol Junqueras confirmaron que se han producido ya tres reuniones de PSOE y ERC y precisaron que la mediación "cuenta con más de una persona en la mesa". Es decir, que no solo hay un verificador, sino un "equipo de mediación". Con Junts opera un árbitro internacional, el salvadoreño Francisco Galindo. Con ERC no hay más datos, al menos por ahora.

Pero el comunicado tiene importancia por sí mismo porque hasta ahora PSOE y ERC no habían dado cuenta de sus reuniones discretas. Es más, Junts, que alardea de que está cumpliéndose el plan de encuentros mensuales en Suiza con los socialistas, lo utilizaba como una herramienta para zarandear a sus competidores independentistas. "Nosotros las reuniones [con el PSOE] las hacemos puntualmente, las hacemos mensualmente y las hacemos para abordar los temas que ya hemos explicado en su momento. Hay quienes no saben cuándo se reunirán", decía el pasado sábado la presidenta de los posconvergentes, Laura Borràs, después de que PSOE y Junts informaran de su cuarta reunión en Suiza.

Fuentes de ERC insisten a este diario en que su dinámica de relaciones con los socialistas está normalizada y que no actúan como reacción a los movimientos de los de Puigdemont. Subrayan que la discreción debe seguir imperando, y así ha sido hasta ahora, y que el partido lleva seis años recibiendo asesoramiento de un mediador internacional, desde que su número dos, Marta Rovira, llegó a Ginebra tras huir de la Justicia española. La diferencia es que en la pasada legislatura ese verificador auxiliaba externamente a ERC, y ahora "ocupa un puesto en la mesa, por el acuerdo de ambas partes".

En ERC recuerdan que su relación con el PSOE está normalizada y que no reaccionan por lo que haga Junts. Ferraz tiene que equilibrar entre sus dos socios catalanes

Con esta nota conjunta, los republicanos de Junqueras también reciben oxígeno en un momento de competición extrema con Junts. Les permite sacar pecho de sus reuniones con el PSOE y al mismo tiempo exhibir responsabilidad para que la mesa de diálogo no se convierta en una herramienta electoral. Y se lanza el escrito justo un día después de que Puigdemont anunciara su decisión de concurrir en las elecciones al Parlament del 12 de mayo y renunciar a las europeas del 9 de junio. El PSOE, por su parte, está obligado a equilibrar entre sus dos socios independentistas.

Sánchez y Aragonès pactaron, en su entrevista en el Palau de la Generalitat del pasado diciembre, que el foro entre los dos gobiernos se reuniera en el primer trimestre de 2024. Ya esa convocatoria se hacía inviable, porque este domingo da comienzo el parón vacacional por la Semana Santa y Cataluña está en pleno proceso electoral. Esta habría sido la cuarta cumbre de la mesa de diálogo y la primera de esta legislatura. Las tres anteriores se celebraron en febrero de 2020 —en la Moncloa, y todavía con Quim Torra como president—, en septiembre de 2021 —en Barcelona, ya con Aragonès en Palau— y en julio de 2022 —en la Moncloa de nuevo, como cierre de las diferencias por el caso Pegasus—. El foro Gobierno-Generalitat fue la condición que impuso ERC para investir a Sánchez en 2020, y las dos partes lo han reivindicado como una salida al conflicto político catalán.